sábado, 4 de junio de 2016

Drama romántico

Drama romántico es un tipo de pieza teatral puesto de moda durante el Romanticismo, en el siglo XIX. No debe confundirse con la expresión calcada del inglés romantic drama donde "romántico" equivale a "de tema amoroso", que no es equivalente, y que se aplica más bien al cine de época posterior (cine romántico).

Índice 

1 Historia
2 Características
3 Ejemplos
4 Epígonos
5 Drama musical
6 Parodia

Historia

El drama romántico surge con el panfleto Racine et Shakespeare de Stendhal (1823) y sobre todo con el escritor romántico francés Víctor Hugo, quien expuso su teoría en la introducción de su Cromwell (1827). La ilustró principalmente con piezas como Hernani (1830) y Ruy Blas (1838). Para Hugo a la tragedia clásica debe oponerse el "drama moderno", que debe mezclar, como hace la misma Naturaleza, lo sublime y lo grotesco, los dos elementos que componen la realidad. Funda el género sobre cinco puntos capitales:

Reproducción de la vida real (mezcla de géneros).
Rechazo del modelo clásico (regla de las tres unidades, propiedad y verosimilitud)
Búsqueda de una gran libertad creativa
Mantenimiento de la versificación.
Búsqueda de un «color local».

Las primeras representaciones de este tipo de obras dieron lugar a confrontaciones entre los «modernos» y los «clásicos». En 1830, Hernani de Víctor Hugo desató las pasiones y provocó la llamada "batalla de Hernani" en razón de su tema, su estilo y su composición. Autores como Théophile Gautier, Alfred de Musset y Alfred de Vigny, todos ellos románticos, sostuvieron esta visión moderna del teatro.

Su propuesta sin embargo era muy ambiciosa: el Cromwell mismo contaba con 6414 versos, el doble de lo normal, e innumerables personajes, y la ruptura de la unidad de lugar volvía muy costosa para los empresarios teatrales, ya que debían pagar caros cambios de decoración y montajes. Es lo que reclamaba su novedosa idea del teatro tout-en-un o todo en uno, a la vez drama histórico, comedia, melodrama y tragedia y uniendo en un todo a Pierre Corneille y a Molière, como afirma en su "Prefacio" al Ruy Blas. Expone su teoría de lo grotesco como algo multiforme y polisémico: de lo ridículo a lo fantástico pasando por lo monstruoso y lo horrible, y escribe que "lo hermoso no tiene más que un tipo, lo feo tiene mil". Anne Ubersfeld menciona al respecto el carácter caravalesco del teatro hugoliano y el abandono del ideal de lo bello. Según Víctor Hugo, lo grotesco debe lindar con lo sublime, pues estos son los dos aspectos de la vida

Pero el mismo Víctor Hugo tuvo que ajustarse al público con numerosas concesiones, pese a su idea de que "el romanticismo es el liberalismo en literatura", y sus últimas piezas, irrepresentables e irrepresentadas, escritas durante el exilio, fueron reunidas en una colección bajo el evocador título de Théâtre en liberté ("Teatro en libertad"). El teatro para él debía dirigirse a todos: al amante de la pasión, al de la acción y al de la moral: debía unir al público. No tenía el fin único de instruir, sino también el de ofrecer una tribuna para el debate de las ideas y presentar "las heridas de la humanidad con una idea consoladora".

Características

Sus principales características son:

1. Voluntad de romper con la estructura del drama neoclásico (Teatro del Neoclasicismo, Literatura del Neoclasicismo, Neoclasicismo, Teatro clásico, Reglas aristotélicas, Academicismo, Literatura española de la Ilustración).

2. Mezcla de lo cómico y lo serio, en busca de expresar lo grotesco por medio del contraste entre valores positivos y negativos de la existencia; de personajes de alta y baja condición social y de prosa y verso en algunas piezas, pero no llegó a triunfar. Una vez que a los dramaturgos se les pasa la fiebre de romper con las normas escriben sus obras en verso.

3. Cronotopo dinámico que rompe las tres unidades aristotélicas de acción (se cuenta más de una historia), de lugar (transcurre en varios lugares distintos y apartados o separados entre sí, de forma que utilizan gran número de escenografías y decorados o cuadros) de tiempo (transcurre en más de veinticuatro horas, y a veces incluso puede durar toda una vida, con diversos y extensos cortes cronológicos que marcan los saltos en la acción)

4. Ambientación lúgubre, nocturna o agitada por todo tipo de fenómenos violentos de la naturaleza: tormentas, rayos, naufragios, etcétera.

5. Ruptura de la unidad de estilo, mezclándose prosa y verso, y en el seno del mismo verso adoptando la polimetría.

6. Rechazo de los temas grecolatinos y preferencia por los de historia medieval, las leyendas y las civilizaciones exóticas y remotas (medievalismo, exotismo, orientalismo, o -para franceses e ingleses- hispanismo).

7. Los personajes suelen ser misteriosos o rebeldes a la sociedad de su época, contra la cual se enfrentan.

8. Abundan las acotaciones escénicas, tanto las que se refieren a escenografía romántica, como las que se refieren a la actitud de los personajes.

9. Fuerte temporalización frente a la atemporalidad del teatro neoclásico, y espesa concreción del espacio teatral.

10. La acción aparece siempre cuidadosamente localizada.

11. La escenografía cobra gran importancia en la obra.

12. El número de actos puede variar entre tres, cuatro y cinco.

13. El tema fundamental es el destino, vehiculado normalmente a través del amor, siempre apasionado, un amor absoluto, más allá del bien y del mal, siempre relativo.

14. Tema de la libertad como sentimiento.

15. Voluntad de crear una intriga compleja y sorprendente que mantenga atento al espectador y le procure emociones truculentas por encima de la acción puramente dramática.

16. Desaparece la finalidad didáctica propia del siglo XVIII. Buscan conmover e inspirar al público.

Ejemplos

Ejemplos de dramas románticos son, en el Romanticismo francés, Hernani (Batalla de Hernani, 25 de febrero de 1830) o Cromwell (publicada en 1827, tan larga que nunca fue representada) de Víctor Hugo; en el Romanticismo español, Don Álvaro o La fuerza del sino (1835), del Duque de Rivas, El trovador de Antonio García Gutiérrez, Los amantes de Teruel (1837) de Juan Eugenio Hartzenbusch, Don Juan Tenorio (1844) o Traidor, inconfeso y mártir (1849), de Zorrilla; en el Romanticismo alemán, Fausto (1806-1832) de Goethe (una obra dialogada, no estrictamente concebida para la escena); en el Romanticismo inglés, Hellas (1822), de Shelley, o Manfredo (1817), de lord Byron (ambos poemas dramáticos más que escénicos); en el Romanticismo italiano, Il Conte di Carmagnola (1820) o Adelchi (1822), de Alessandro Manzoni.

Epígonos

Algunos autores de comienzos del siglo XX, como Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol, 1911) o Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas, 1911), han sido considerados "epígonos" del drama romántico español.

Drama heroico

Drama heroico

El drama heroico es un tipo de obra popular durante los años 1670 en Inglaterra, distinguiéndose tanto por su estructura en verso como por su tema. El término fue acuñado por John Dryden para su obra La conquista de Granada (1670). En cierto modo es paralelo a la llamada comedia heroica española del siglo XVII y XVIII. Para el Prefacio de la versión impresa de la obra, Dryden argumentó que el drama era una especie del género de la poesía épica para la escena, que, así como la épica era para otra poesía, era el drama heroico para otras obras teatrales. En consecuencia, Dryden derivó una serie de reglas para esta clase de obra.

Primero, la obra debe estar escrita en verso heroico (pareados cerrados en pentámetro yámbico). En segundo lugar, la obra debe centrarse en un tema que se refiera a los fundamentos nacionales, eventos mitológicos, o cuestiones importantes y grandes. Tercero, el héroe de este drama heroico debe ser poderoso, decisivo, y, como Aquiles, dominante incluso cuando yerra. La conquista de Granada seguía todas estas reglas. La historia es la de la fundación nacional de España (y se sabía que a el rey Carlos II le encantaban las obras españolas), y el héroe, Almanzor, era un hombre de gran poder y temperamento marcial.

George Villiers, segundo Duque de Buckingham y otros, satirizaron el drama heroico en El ensayo (The Rehearsal). La sátira tuvo suficiente éxito como para que el drama heroico desapareciera, en gran medida, con posterioridad. Buckingham atacó la estupidez de los héroes vociferantes, militares, así como la aparente presunción de intentar un entretenimiento dramático sobre los serios temas de la historia militar y nacional.

El lugar del drama heroico en la crítica literaria

Aunque hoy en día el drama se divide en numerosos subgéneros, Dryden trabajó a partir de crítica clásica. Había poca teoría de crítica dramática a la que él podía recurrir, y las nuevas normas que trajo de Francia (en particular las de Corneille y Boileau), en la práctica, no encajaban con la historia del Teatro inglés. El énfasis en las unidades y en mantener sólo las formas dramáticas prescritas por los clásicos también provenían de Thomas Rymer, quien condenó la heterogeneidad de la escena. Aristóteles sólo había hablado de la sátira, la épica, y la tragedia, y Horacio también escribió sólo de comedia, tragedia y sátira, de manera que Dryden estaba buscando cuadrar la verdadera práctica teatral en el antiguo marco de la literatura clásica. Intentaba su propio neo-clasicismo. El First Folio de Shakespeare había dividido las obras de Shakespeare en "historia", "tragedia" y "comedia", pero estos términos se habían estirado mucho. Dryden, por lo tanto, reconoce que el drama se ha trasladado a otros tipos de poesía, pero se esfuerza en restringir esa libertad mediante la reforma de la escena hacia temas verdaderos y épicos. La crítica de Buckingham hacia Dryden en El ensayo se debe en parte al rimbombante verso de Dryden pero, más atinadamente, al interés personal de Dryden en crear un drama "puro". El personaje de Bayes es absurdo más por su soberbia al dañar las obras actuales en favor de las imaginarias que por ser un poetastro.

Los intentos de Dryden fracasarían. Primero, sus propios dramas heroicos cesaron después de El ensayo. Segundo, el propio gusto del público cambió, dejando sin apoyo a sus rimbonbantes héroes. Sin embargo, los intentos descriptivos de Dryden en la teoría dramática resultarían importantes, aun cuando sus esfuerzos proscriptivos por crear un drama a partir de las reglas dejasen poco rastro. Debido a toda la sátira que se dirigió contra él, los intentos de Dryden de sintetizar la crítica antigua con la práctica contemporánea fue un factor importante al liberar a la escena inglesa de una imitación demasiado servil de los modelos continentales o clásicos.

Drama de honor

El drama de honor es un subgénero dramático o teatral que fue especialmente cultivado durante el Siglo de Oro español y más raramente después.

Concepto

Se funda en un valor propio de la Edad Media y de las sociedades feudales y estamentales arcaicas, el honor o dignidad que tiene el hombre ante sí mismo, que no debe confundirse con el honor social u honra que le es parejo. Alfonso de Toro lo define como:

Todo texto dramático en el cual, siendo el conflicto del honor la acción central, se comete una agresión, supuesta o real, secreta o pública, contra el código del honor, agresión que reclama satisfacción (restitución del honor) por medio de venganza, secreta o pública, o juicio.

El drama de honor puede ser conyugal o no conyugal. En el primer caso suele contaminarse con el tema de los celos o el adulterio. En el segundo suele adquirir connotaciones de otro tipo, sobre todo sociales. El honor es individual, afecta de puertas adentro de la casa y se define como la dignidad o autoimagen que un hombre tiene de sí mismo; la honra es social: es el aprecio que se rinde a un hombre por sus hechos en sociedad, es el ejemplo que se da a los demás. Pero el concepto de honor tiene que ver también con problemas controvertidos en su tiempo como la nobleza, la hidalguía y el status social del plebeyo en toda su tipología, especialmente en el caso fronterizo del labrador rico, que se expresa en obras del género como el Peribáñez o el comendador de Ocaña de Lope de Vega o El alcalde de Zalamea de Pedro Calderón de la Barca, cuyos personajes principales son tentados con la ejecutoria de hidalguía por otros personajes. Intervienen también los conceptos de la limpieza de sangre, de virtud y opinión, y la muy relativa igualdad jurídica entonces entre hombre y mujer. Estos conceptos no eran iguales en todas partes: en Francia estos dramas no se podían representar porque las costumbres y valores eran distintos: «Los españoles se instituyen en tal poder sobre las mujeres que las tratan casi como esclavas, temiendo que una honesta libertad no las emancipe más allá de las leyes del pudor», escribió Antoine de Brunel en su Voyage d'Espagne (1665). Es más, el academicismo francés no permitía la representación de venganzas sangrientas en las tablas.

Historia

Aunque la denominación "drama de honor" no aparece nunca en el siglo XVII, ninguno ha servido mejor para definir buena parte de las mejores obras dramáticas de esa época. Con el precedente no demasiado estricto de la Comedia himenea de Bartolomé de Torres Naharro, que contraviene el género con un desacostumbrado final feliz, puede decirse que el género comienza con La infelice Marcela de Cristóbal de Virués, un drama de honor inspirado en el Orlando furioso de Ludovico Ariosto, y se consolida con algunas obras de Lope de Vega (Fuenteovejuna, que narra un caso de honor colectivo popular injuriado por el de un noble; Peribáñez y el comendador de Ocaña, que individualiza esa misma situación, Los comendadores de Córdoba y El castigo sin venganza). Lope de Vega ya había advertido que como tema dramático era excelente ("Los casos de honra son mejores / porque mueven con fuerza a toda gente", Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, 1609) y sus discípulos aprendieron esa lección. Por ejemplo, Luis Vélez de Guevara, en La serrana de la Vera, que describe cómo una mujer con inclinaciones lesbianas es deshonrada por un militar sin escrúpulos, Juan Ruiz de Alarcón en El tejedor de Segovia o Tirso de Molina en La venganza de Tamar, donde la pérdida del honor va asociada al delito del incesto.

Llevó a su perfección el género Pedro Calderón de la Barca con sus dramas de honor conyugal (El médico de su honra, A secreto agravio, secreta venganza, El pintor de su deshonra, El mayor monstruo del mundo) y no conyugal (El alcalde de Zalamea). Calderón había tratado este tema desde el principio de su carrera (Amor, honor y poder, 1623) y suele aparecer como tema secundario en muchas de sus piezas dramáticas. Admitía muchos matices: podía aparecer, por ejemplo, un tipo de honor corporativo o de esprit de corps militar en El alcalde de Zalamea. En la mayoría de sus comedias de honor conyugal extremaba el código del honor hasta el punto de volverlo absurdo, con personajes presa de unos celos patológicos que asesinaban a sus esposas por sola una sospecha de adulterio, como el don Gutierre de El médico de su honra. Este sensacionalismo atraía al público. Y sus argumentos son casos extremos en los que la fama pública de un hombre se ve comprometida por un adulterio, o por la simple sospecha de éste, sin que le quede al deshonrado más remedio que lavar su honor con la sangre de los culpables. El "honor calderoniano" es un auténtico mandamiento social al que hay que obedecer a sangre fría: "Al Rey, la hacienda y la vida / se ha de dar, pero el honor / es patrimonio del alma / y alma sólo es de Dios" (El alcalde de Zalamea). El honor era entonces no sólo un patrimonio personal, sino un deber social. La venganza del honor, más que un egoísmo, era considerada como una heroicidad. Pero con el tiempo los valores cambiaban, ya empezaban de hecho a cambiar entonces, y se reprochó a Calderón el que sus maridos celosos mataran con repugnante frialdad, tras razonamientos cerebrales, retóricos y efectistas. Shakespeare, por otra parte, también trató el tema del honor conyugal en su Otelo, el moro de Venecia y el francés Pierre Corneille el honor no conyugal en su Le Cid, que imitaba el drama de honor Las mocedades del Cid de Guillén de Castro.

Los discípulos de Calderón siguieron su ejemplo con mucha mayor libertad: así Agustín Moreto (Ĺa fuerza de la ley) o Francisco de Rojas Zorrilla, en Del rey abajo ninguno o García del Castañar, ambientada en la época del rey Alfonso XI. Moreto en especial se muestra partidario de los valores modernos, y llega a escribir en su comedia La fuerza de la ley:

Pues, honor pataratero, / ¿de qué sirves o has servido / si no me das lo que pido / y me quitas lo que quiero?

Los ilustrados del siglo XVIII fueron más allá ignorando el género, aunque se seguían representando algunas de estas tragedias áureas que complacían los valores del pueblo. Pero hubo adaptaciones de sus dramas más famosos, como el anónimo La estrella de Sevilla, atribuido a Andrés de Claramonte y estrenado por Cándido María Trigueros en 1799 con el nuevo título de Sancho Ortiz de las Roelas, con el que se seguiría reponiendo en el siglo XIX, hasta que lo refundió a su vez Juan Eugenio Hartzenbusch. En el siglo XIX algunos dramaturgos del Postromanticismo se sintieron atraídos por el género, como José Echegaray (El gran galeoto y La desequilibrada), Adelardo López de Ayala, Eugenio Sellés (El nudo gordiano), Leopoldo Cano (La pasionaria) y Tomás Fernández de Castro (La amargura del placer). En el siglo XX trataron este género Jacinto Benavente y Miguel de Unamuno, y en forma burlesca Ramón María del Valle Inclán (quien se burla de este teatro postromántico en su Los cuernos de don Friolera). Federico García Lorca lo tratará de forma bufa en su Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita, de manera tragicómica en La zapatera prodigiosa y Amor de don Perimplín con Belisa en su jardín y en su radicalidad más trágica en La casa de Bernarda Alba.

Modalidades textuales

Constituyen modalidades textuales o discursivas las distintas formas que escoge un ser humano para organizar el contenido de un texto o discurso oral o escrito. Fundamentalmente son cuatro: exposición, argumentación, descripción y narración. Otros incluyen una quinta, el diálogo.

Índice 

1 Características
2 Tipología
2.1 Exposición
2.2 Argumentación
2.3 Descripción
2.4 Narración
2.5 Diálogo


Características

Por lo general, las modalidades discursivas, al igual que los géneros literarios, raramente se presentan puras, si bien una de las cuatro predomina hasta el punto de que se puede caracterizar más por ella que por cualquiera de las otras, que aparecen dominantes solo en algún párrafo o secuencia nada más. Y así es frecuente encontrar textos expositivos que incluyan algún pasaje argumentativo y viceversa, o textos narrativos que incluyan algún momento de descripción y viceversa. Es más, los textos expositivos pueden incorporar pasajes descriptivos y al contrario.

Tipología

Exposición

La exposición tiene por cometido explicar e informar. Analizar la información mediante la presentación de una idea. Por lo general se continúa con la modalidad argumentativa, que aporta las pruebas pertinentes y la valoración y debate razonado correspondiente de las mismas. En contextos narrativos (por ejemplo, reales o históricos y literarios o ficticios), la exposición proporciona información básica para enseñar en el primer caso o entretener en el segundo. En otros contextos, por ejemplo, de comunicación técnica, su propósito es enseñar e informar. Emplea diferentes procedimientos retóricos tales como la clasificación, la comparación, el contraste, la analogía, la definición y el ejemplo. Su estructura suele ser temática: deductiva o analizante (que va de lo general a lo particular: tesis al principio, datos y especificaciones después), inductiva o sintetizante (de lo particular a lo general: datos y especificaciones al principio, tesis al final como conclusión) o encuadrada (tesis al principio, datos y demostraciones luego, y reformulación de la tesis al final). En los textos expositivos predomina la función representativa o referencial de la lengua, al estar orientada a proporcionar información. Su propósito es hacer saber, hacer comprender y aclarar, no convencer al interlocutor ni influir en él. Por ello se valora por cuatro valores: objetividad, neutralidad, verdad y profundidad. Puede ser divulgativa (destinada a un público amplio sin conocimientos específicos del tema) o especializada (destinada a personas ya instruidas en el asunto que trata la exposición)

Los géneros literarios de la exposición suelen ser también pragmáticos (informes, comunicados de prensa, noticias, recetarios, textos prescriptivos o de instrucciones, testamentos, artículos científicos, artículos de diccionario, tratados (con subgéneros como la enciclopedia, el manual y el libro de texto), las obras de referencia, las guías de usuario, las normas técnicas, los reglamentos, los diccionarios...

Características lingüísticas:

Léxico especializado (tecnicismos y neologismos) con significado denotativo, sobre todo en exposiciones especializadas.
Predominan los verbos en presente del modo indicativo con valor gnómico o atemporal (objetividad / hechos de carácter universal).
Tendencia a la monosemia y a evitar términos ambiguos o polisémicos.
Uso de marcadores del discurso consecutivos, causales, finales, contrastivos, explicativos, ilativos.
En su sintaxis predomina la subordinación adjetiva y circunstancial. Son frecuentes las oraciones atributivas para definir conceptos y construcciones nominales. También encontramos oraciones coordinadas y yuxtapuestas, que hacen más ágil y comprensiva la lectura.
Al tender a la objetividad suele recurrir a verbos impersonales, a construcciones pasivas reflejas y a eliminar el sujeto hablante mediante plurales de modestia o sociativos.

Argumentación

El propósito de la argumentación es persuadir o convencer demostrando la validez de una idea, criterio o punto de vista presentando un razonamiento lógico, discutiendo y argumentando y rebatiendo objeciones en contra para convencer a fondo al lector. Posee el objetivo adicional de instar o invitar al lector a tomar algún tipo de resolución o acción.

La estructura de estos textos suele ser temática: exposición del tema, formulación de la tesis, enumeración de los argumentos, refutación de objeciones y conclusión.

Los géneros pragmáticos y literarios que engloba son los anuncios publicitarios, la reseña crítica o recensión, el ensayo, la crítica literaria, cinematográfica, teatral, deportiva, televisiva, musical o de cualquier otro tipo, el editorial, el artículo de opinión, la carta de solicitud de empleo, la carta de recomendación, las cartas al director, el discurso político, etcétera.

Otro tipo de texto persuasivo es la sátira, que emplea un humor crítico y corrosivo con el fin de hacer meditar sobre algún aspecto censurable de la vida o de la sociedad. Tal vez el ejemplo más famoso es Jonathan Swift Una modesta proposición.

Los argumentos que utiliza pueden ser fuertes (convincentes), débiles (no fidedignos), pertinentes (que se relacionan con el tema), irrelevantes (que no tienen nada que aportar), irrefutables (que no admiten réplica ni discusión) o falacias (argumentos sibilinos que en realidad son engaños y no son válidos) y de distintos tipos:

Objetivos: datos, cifras, hechos verificables empíricamente.
Ejemplificación: ejemplos, casos que apoyan la tesis.
De autoridad: opinión de personas u organismos con prestigio o basadas en lo comúnmente aceptado por una comunidad.

Descripción

El propósito de la descripción es presentar, inventar o pergeñar una persona, lugar, evento o sentimiento para que el lector pueda imaginar, por lo general de la forma más visual y concreta, cuanto se está presentando o describiendo.

Como la descripción pone en evidencia la percepción o punto de vista que tiene el autor sobre lo que presenta o describe puede ser subjetiva, aunque también puede prescindir de su subjetividad y hacer una descripción objetiva. Por lo general recurre al orden de presentarlo a través de sus cinco sentidos, pero también puede adoptar una estructura temática: presentación del objeto, detalles, partes que lo forman, funciones, usos etc.

Géneros literarios que la utilizan son la ecfrasis, la hipotiposis, la prosopografía, la etopeya, el retrato, el paisaje, la topografía, la memoria, etcétera. En el diario suelen describirse los hechos a los que uno ha asistido. En la poesía lírica se suelen también describir sentimientos y vivencias.

Entre sus rasgos lingüísticos pueden enumerarse los siguientes:

Oraciones enunciativas atributivas y abundancia de sustantivos y adjetivos, así como de subordinadas adjetivas y construcciones preposicionales, sobre todo CC de tiempo, modo y lugar.
Los tiempos verbales dominantes son el presente o el pretérito imperfecto de indicativo
Para la descripción objetiva, que suele ser científica y especializada, suele usarse la 3.ª persona y adjetivos especificativos y descriptivos, y para la subjetiva, que suele ser literaria, la 1.ª persona y oraciones exclamativas.
Característica morfosintáctica de la descripción objetiva es el uso de adjetivos, presente atemporal y tecnicismos y de la descripción subjetiva el uso de adjetivos valorativos y recursos expresivos.

Narración

El propósito de la narración es contar un hecho real o ficticio o una serie de ellos. A esta serie de hechos se la suele denominar trama o argumento. Estos hechos se disponen en forma de secuencia por lo general cronológica (planteamiento, desarrollo o nudo y desenlace) o lógica (condiciones, causas, consecuencias, dificultades, fines), pero los narradores que pretenden algo más que explicar los hechos suelen alterar el orden según una conveniencia pragmática o artística. Por ejemplo, los narradores hábiles suelen posponer el comienzo de la historia hasta después de que ya se ha captado y fijado la atención y el interés del público que escucha la historia, a fin de que puedan soportar que se les presenten los personajes y los marcos espaciotemporales (cronotopo) de la historia, que es lo menos atractivo de la misma y que suele ocupar más tiempo al principio. A este orden se le llama comienzo in medias res, o "mediadas las cosas". Junto a estos elementos, sobre todo si la narración es elaborada y compleja, es importante contar además con narrador, personajes y temas.

Los géneros literarios incluidos dentro de esta modalidad son la anécdota, la biografía y autobiografía, la epopeya, el cantar de gesta, la novela, el cuento o relato corto, el cuento folclórico, el mito, la historia, la historia oral, la leyenda, el romance...1 2

Los recursos lingüísticos que esta modalidad selecciona suelen ser:

Para el relato de hechos: oraciones enunciativas y predicativas.
Para situar las acciones: perfecto simple, pretérito imperfecto y presente de indicativo; circunstanciales de tiempo y lugar.
Para el orden lógico de las acciones: subordinadas causales, finales, consecutivas y coordinadas copulativas.
Usan verbos de acción, movimiento y lengua.

Diálogo

Un texto dialogado es una conversación oral o escrita entre dos o más personas. Por lo general consta de un hablante y un oyente que van alternando estos papeles. Se distribuye en "parlamentos" encabezados por un guion, o por el nombre de quien habla en versalitas (esto es, letras mayúsculas o capitales) si se trata de teatro, seguido por dos puntos. Y existen dos modalidades: el diálogo en estilo directo y el diálogo en estilo indirecto.

El género literario en que más se utiliza es en el teatro o género dramático (comedia, tragedia, tragicomedia, ópera, farsa...), en que se suele acompañar de acotaciones y apartes y se divide en escenas, cuadros y actos; pero también se emplea en la entrevista periodística, en el debate... También se suele insertar dentro del texto narrativo, en novelas, seriales radiofónicos, cinematografía... Los registros idiomáticos indican el nivel de instrucción de las personas que intervienen en el diálogo: niveles culto, coloquial o vulgar.

Las características lingüísticas de los textos dialogados son las siguientes:

1. Referencias deícticas al tiempo y lugar donde ocurre la acción: adverbios de lugar y de tiempo y demostrativos (allí, hoy, mañana; éste, aquél, etc.)
2. Frecuentes pronombres en primera persona (el que habla, yo, me, mí, nosotros, nos) y en segunda persona (el que escucha: tú, te, ti, vosotros, os) y abandancia de anáfora y catáfora.
3. Frecuentes conectores (adición, explicación), es decir, aparecen muchas oraciones coordinadas copulativas, explicativas, además de causales, consecutivas...
4. Redundancias (repeticiones) frecuentes, por pleonasmo o intensificación de lo que se quiere decir: "Yo mismo lo vi", "entra adentro", "sube arriba", "ven aquí"). También se utilizan las muletillas ("o sea", "bueno") y giros coloquiales. Inversamente, se excluyen algunas palabras que solo se usan en la expresión escrita ("mas" = pero, por ejemplo)
5. Frecuentes elipsis, reflejada con puntos suspensivos o simplemente indicando que un interlocutor interrumpe a otro. Son frecuentes las frases sin terminar y los anacolutos (cambios de construcción en la frase que dejan la primera sin terminar).
6. La elipsis provoca frecuentes frases sin verbo y meros enunciados o frases nominales. Abundan las proformas y las exclamaciones. Las oraciones más frecuentes son simples, coordinadas, yuxtapuestas.
7. En el estilo indirecto abundan los verba dicendi o verbos de lengua que introducen el parlamento o el diálogo: "Dijo, expuso, protestó, comentó, preguntó, refirió..."
8. El tiempo verbal predominante es el presente ("hablan" de lo que está ocurriendo) y el pretérito perfecto compuesto ("he dicho": la acción ha terminado pero en un tiempo o espacio que no ha acabado para los que dialogan).
9. En el nivel fónico son muy frecuentes las oraciones exclamativas, interrogativas y todas las que expresan estados de ánimo (exclamativas) o necesidad de que el interlocutor aclare lo que está diciendo (interrogativas)
10. A veces se utilizan onomatopeyas ("¡ssshh!") o interjecciones (oh, eh, ah, psé, bah) o fórmulas de expresividad fonética para referirse a situaciones de silencio, sonidos de ambientes...

viernes, 3 de junio de 2016

Naturalismo

Naturalismo

El naturalismo es un estilo artístico, sobre todo literario, emparentado con el realismo, basado en reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el escritor Émile Zola, quien expuso sus fundamentos teóricos en el prólogo a su novela Thérèse Raquin y, sobre todo, en su ensayo Le roman expérimental (1880). Así mismo publicó entre 1871 y 1893 un ciclo de veinte novelas dentro de esta estética que forman su Les Rougon-Macquart.

Índice  

1 Historia
2 Principios
3 El Naturalismo en Europa
4 El Naturalismo en España
5 El Naturalismo en Hispanoamérica
6 El Naturalismo en Estados Unidos de América
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
9 Referencias

Historia

Desde Francia, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalismo presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. En él influyen el Positivismo de Auguste Comte, que no valora lo que no puede ser objeto de experiencia, el Evolucionismo natural de Darwin (en 1859 se publica El origen de las especies) y el Darwinismo social de Herbert Spencer, que niega la espiritualidad del hombre al negar la intervención divina, así como el materialismo histórico de Marx y Engels (en 1848 se había publicado el Manifiesto comunista).

También experimenta el influjo de las ciencias naturales y, sobre todo, de la medicina y la reciente ciencia de la genética: el austriaco Gregor Johann Mendel (1822-1884) había formulado las leyes fisiológicas de la herencia que condicionan al ser humano. Hipólito Taine afirmaba que “la virtud y el vicio son productos como el vitriolo y el azúcar”. Junto a este materialismo, influyeron poderosamente en Zola los principios incluidos en La Médecine expérimentale (1869) de Claude Bernard. Zola considera que «el novelista está formado por un observador y un experimentador" que aperciben los síntomas de enfermedad de la sociedad:

El observador y el experimentador son los únicos que trabajan en la pujanza y felicidad del hombre, en devolverle poco a poco el señorío de la naturaleza. No hay nobleza, dignidad, belleza ni moralidad si se pretende, se miente, se finge que somos algo más que un aumento del error y la confusión. Por eso las únicas obras grandes y morales son las obras de la verdad.
En la mayoría de los escritos lo que se intenta es reflejar que la condición humana está seriamente influida por tres factores:

1. La herencia genética

2. Las taras sociales (alcoholismo, prostitución, pobreza, violencia)

3. El entorno social y material en que se desarrolla e inserta el individuo.

Esto es, lo que se conoce en filosofía como Determinismo. De aquí deriva otra importante característica del Naturalismo, una crítica (implícita, ya que el valor documental y científico que se pretende dar a la literatura de este tipo impide aportar opiniones propias) a la forma como está constituida la sociedad, a las ideologías y a las injusticias económicas, en que se hallan las raíces de las tragedias humanas.

La fisiología como motor de la conducta de los personajes;

Sátira y denuncia social. La novela naturalista no vale como simple pasatiempo, es un estudio serio y detallado de los problemas sociales, cuyas causas procura encontrar y mostrar de forma documental
Concepción de la literatura como arma de combate político, filosófico y social;

Argumentos construidos a la sombra de la herencia folletinesca, pero construidos con rigor documental.

Feísmo y tremendismo como revulsivos. Puesto que se presentan casos de enfermedad social, el novelista naturalista no puede vacilar al enfrentarse con lo más crudo y desagradable de la vida social.

Adopción de los temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las novelas. No se trata de un erotismo deleitoso y agradable, sino que es una manifestación de enfermedad social, suciedad y vicio. 

Por ello, frecuentemente el novelista naturalista se centra en el mundo de la prostitución, vista como lacra social y como tragedia individual. El público confundía sin embargo a veces naturalismo con pornografía, lo que no era la intención de los naturalistas. Estos critican con frecuencia la literatura folletinesca que trastorna la percepción de la realidad.

Principios

En suma, los rasgos definitorios del Naturalismo se reducen a los siguientes:

La existencia del ser humano está determinada por fuerzas naturales que la humanidad no puede controlar.

Se funda en la filosofía del Determinismo, para la cual el hombre está controlado por sus instintos, sus pasiones y su entorno social y económico.

El objetivo del Naturalismo es reproducir la realidad con total imparcialidad y verdad de una forma rigurosa, documentada y científica. Se considera a la literatura un documento social.

La ética del Naturalismo, a diferencia de la del Realismo, incorpora una actitud amoral en la representación objetiva de la vida: prescinde de los valores morales burgueses para ser más objetivo.

Los escritores naturalistas consideran que el instinto, la emoción o las condiciones sociales u económicas rigen la conducta humana.

En el Naturalismo se destaca la dependencia del ser humano a las condiciones ambientales.

La estética del naturalismo es contraria a la tradicional y propone una revolucionaria indiferencia entre lo “bello” y lo “feo” que no juzga a lo uno por encima de lo otro si realmente es verdadero.

Sus novelas buscan representar capas sociales que había dejado de lado la novela del realismo burgués: aparecen las clases bajas, la pequeña burguesía y el proletariado.

El lenguaje utilizado se inclina especialmente hacia las jergas y el habla regional o popular, que aparecen reflejados sin academicismo y con rigor.

Cabe destacar que, si bien Realismo y Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar la realidad tal y como es (contrariamente al idealismo romántico), la diferencia radica en que el Realismo es más descriptivo y refleja los intereses de una capa social muy definida, la burguesía, mientras que el Naturalismo extiende su descripción a las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi mecanicista la raíz de los problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda; además, si el individualismo burgués es siempre libre y optimista en su fe liberal de que es posible el progreso sin contrapeso y labrar el propio destino, el naturalismo es pesimista y ateo merced al determinismo, que afirma que es imposible escapar de las condiciones sociales que guían nuestro sendero en la vida sin que podamos hacer nada por impedirlo. Por otra parte los naturalistas españoles hacen uso de un narrador omnisciente y se alejan del impersonalismo que busca el maestro francés Émile Zola; por otra parte, estas novelas no consiguen una reproducción fiel de la realidad, objetivo que sí busca Émile Zola, sino que recargan excesivamente los aspectos que quieren destacar, con lo que pierden el valor documental que busca Zola.

Se considera que el Naturalismo es una evolución del Realismo. De hecho, la mayoría de los autores realistas evolucionó hacia esta corriente materialista, si bien otros orientaron su descripción de la realidad hacia el interior del personaje llegando a la novela psicológica.

El Naturalismo, al igual que el Realismo, refuta el Romanticismo rechazando la evasión y volviendo la mirada a la realidad más cercana, material y cotidiana, pero, lejos de conformarse con la descripción de la mesocracia burguesa y su mentalidad individualista y materialista, extiende su mirada a las clases más desfavorecidas de la sociedad y pretende explicar los males que padecen de forma determinista.

El Naturalismo tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano y sus narradores pretendían interpretar la vida mediante la descripción del entorno social para descubrir las leyes que rigen la conducta humana.

Al surgir en París los novelistas iniciadores de este movimiento como Zola y posteriormente Flaubert describen de manera cruda y realista principalmente el contexto social de la capital de Francia y solo después se animaron a describir otros ambientes.1 2 3

El Naturalismo en Europa

En Alemania el Naturalismo destacó sobre todo en el teatro; lo introdujeron Arno Holz y Johannes Schlaf, pero destacan los hermanos Carl Hauptmann (1858-1921) y sobre todo Gerhart Hauptmann (1862-1946), así como Hermann Sudermann y Max Halbe. En Italia el Naturalismo se denominó Verismo y tiene su principal autor en Giovanni Verga (1840-1922), y su obra maestra en la novela de este autor titulada Los Malavoglia (Los Malasangre); también siguieron esta estética Luigi Capuana (1839-1915) y Matilde Serao (1856-1927), así como una serie de autores menores de novelas regionalistas como Girolamo Rovetta, Grazzia Deledda y Renato Fucini. En Gran Bretaña el gran novelista y poeta del naturalismo fue Thomas Hardy, y en el terreno dramático puede reconocerse alguna influencia de los postulados naturalistas en George Bernard Shaw a través de la asimilación que hace de dicha estética el dramaturgo noruego Henrik Ibsen; también siguió esta tendencia el dramaturgo sueco August Strindberg de la primera época, antes de volverse hacia el simbolismo y el expresionismo. En Francia, aparte del líder de esta estética Émile Zola, son naturalistas Guy de Maupassant, Alphonse Daudet, Gustave Flaubert y otros autores de menor fuste (los hermanos Edmond y Jules de Goncourt, por ejemplo). En Rusia difundió el movimiento el gran crítico literario Belinski y lo siguieron en algunas de sus obras autores importantes, sirviendo en cierta manera Gógol como precursor: Dostoievski, Goncharov, Chéjov, el Máximo Gorki de la primera época y otros.

El Naturalismo en España

En España participaron de este movimiento hombres comprometidos con posturas cercanas al Krausismo o la izquierda como Galdós (La desheredada), Clarín y Vicente Blasco Ibáñez. Desde la óptica conservadora puede también hablarse de un Naturalismo cristiano no rigurosamente pesimista ni determinista en el que militaron autores como Emilia Pardo Bazán, Luis Coloma, José María de Pereda (que se acercó al naturalismo en su novela La Puchera), el marqués de Figueroa, José de Siles, Francisco Tusquets, Ángel Salcedo y Ruiz y Alfonso Pérez Gómez Nieva. Otro tercer grupo estaría integrado por los hombres de la revista Gente Nueva, luego ampliado en otra revista, Germinal, de ideología más extremista y que estaría integrado por los escritores del llamado Naturalismo radical: Eduardo López Bago, José Zahonero, Remigio Vega Armentero, Enrique Sánchez Seña, Joaquín de Arévalo, José María Matheu Aybar, Manuel Martínez Barrionuevo, Eugenio Antonio Flores, Silverio Lanza, Emilio Bobadilla, Alejandro Sawa, Joaquín Dicenta (quizá el poeta y dramaturgo del naturalismo más importante en castellano), Félix González Llana, José Francos Rodríguez, José Ortega Munilla, Jacinto Octavio Picón, Ernesto Bark, Ricardo Macías Picavea, José López Pinillos y algunos otros más.4 En lengua catalana destaca Narcís Oller. Epígonos del naturalismo son en cierta medida Felipe Trigo y Augusto Martínez Olmedilla.

Empero, y con la excepción de algunos ensayos serios, como La desheredada, de Galdós, lo que se practica en España no es un auténtico naturalismo zolesco, sino una fórmula conciliadora que extrae algunos recursos formales de Zola sin seguir su doctrina ideológica (ateísmo, positivismo, determinismo). Este sincretismo es el que practican Pardo Bazán o el marqués de Figueroa.5 6 7 8

El Naturalismo en Hispanoamérica

En América, vinculado al llamado Indigenismo, representan el Naturalismo los puertorriqueños Matías González García y Manuel Zeno Gandía ( La charca, 1894), el chileno Augusto d'Halmar y la peruana Clorinda Matto de Turner quien alcanzó un gran éxito con su novela Aves sin nido. Otra figura destacada del naturalismo peruano fue Mercedes Cabello de Carbonera cuya novela Blanca Sol fue muy controvertida. El argentino Eugenio Cambaceres tiene importancia por destacar la decadencia de las clases privilegiadas con novelas como Música Sentimental y Sin rumbo. En México, destacaron Federico Gamboa con su célebre novela Santa; Ángel del Campo, que usó el pseudónimo de "Micrós", y Vicente Riva Palacio. En Cuba destaca sobre todo Carlos Loveira, acompañado de Miguel de Carrión y Jesús Castellanos. En Centroamérica, Enrique Martínez-Sobral practicó el naturalismo en la novela "Alcohol".9

El Naturalismo en Estados Unidos de América

A los Estados Unidos este movimiento llegó bastante tarde, aunque es posible reconocer el Naturalismo en las obras de Theodore Dreiser (Una tragedia americana) y una evolución importante en el Nuevo periodismo americano de, por ejemplo, Truman Capote.

jueves, 2 de junio de 2016

Gramática del español

Gramática del español


Estatua del gramático Antonio de Nebrija en la Biblioteca Nacional deMadrid, por Anselmo Nogués. En1492, Nebrija fue el primer europeo en escribir una gramática de una lengua románica o neolatina, el español.

Retrato del gran gramático venezolano-chileno Andrés Bello por el pintor Raymond Monvoisin. Sus innovadoras ideas dieron un gran impulso al estudio de la lengua española.

Sede actual de la Real Academia Española, en el barrio madrileño de Los Jerónimos. El edificio, construido para albergar a la Academia, fue inaugurado el 1 de abril de 1894.
La gramática del español es muy similar a la de las demás lenguas romances, aunque en su aprendizaje muchos estudiantes extranjeros del idioma aseguran que rasgos como el abundante uso del modo subjuntivo, la diferencia entre los verbos ser y estar y el uso preciso de las perífrasis verbales y la fraseología les resultan especialmente difíciles de dominar.
El español es una lengua flexiva de tipo fusionante, es decir, en las oraciones se usa preferentemente la flexión para indicar las relaciones entre sus elementos. Sin embargo, como la mayoría de las lenguas fusionantes, también recurre al uso de adposiciones (preposiciones), palabras abstractas que sirven de nexo y son invariables. Por la forma en que se marcan los argumentos de los verbos transitivos e intransitivos, se agrupa dentro de las lenguas nominativo-acusativascon algunos rasgos de ergatividad escindida. Sintácticamente el español es unalengua de núcleo inicial altamente consistente.

Índice

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Morfología[editar código · editar]

Como idioma flexivo, en el español las palabras se forman mediante lexemas o raíces a los que se agregan morfemasgramaticales o gramemas (como el género masculino o femenino y el número singular o plural para los sustantivos yadjetivos, y el modotiempovozaspecto y persona y número para el verbo), más todo tipo de afijos que sirven para formar palabras derivadas.

Flexión[editar código · editar]

El español tiene flexión en los nombres, adjetivos, pronombres y verbos. En español la flexión se realiza exclusivamente mediante sufijos (nunca usa prefijos), cambios de posición de la sílaba tónica (a veces con alternancia vocálica) y ocasionalmente en el verbo y el pronombre mediante supletismo.
Los sufijos flexivos son los mismos para nombres y adjetivos, estos sufijos indican género gramatical /-o, -a, -Ø/ y número gramatical /-s, -es/ (la notación /-Ø/ indica un morfo cero que se refleja en la concordancia de género con el artículo.) Los sufijos flexivos verbales son mucho más numerosos y el verbo siempre tiene la siguiente estructura:
Donde TAM designa uno o varios morfemas que conjuntamente y frecuentemente de manera sincrética, como corresponde a una lengua fusionante, expresan las categorías gramaticales de tiempo-aspecto-modo. Los morfemas de persona frecuentemente también expresan simultáneamente tiempo, ya que en ciertos tiempos como el pretérito perfecto simple la misma marca indica tanto tiempo como persona, por ejemplo en amé, amaste,... las terminaciones identifican no sólo a la persona, sino también el aspecto perfecto e incluso el tiempo pasado.

Derivación[editar código · editar]

El español, lengua en que las palabras tienen por lo general dos o tres sílabas, prefiere entre los métodos de formación de palabras la derivación, ya que su escasez de monosílabos restringe y hace más incómoda la composición. Consiste aquel procedimiento en la suma de distintos tipos de afijos a palabras primitivas para formar otras nuevas (neologismos), llamadas derivadas. Los afijos del español provienen en su mayoría del latín y bastante menos del griego, aunque existen otros de diferente origen. Los prefijos se sitúan antes del lexema; los sufijos, antes de los morfemas constituyentes degénero y número en el caso de los sustantivos y adjetivos, y antes de los morfemas constituyentes de modo, tiempo y aspecto en el de los verbos; y los interfijos antes de estos últimos y después del lexema. Los tres circunfijos del español rodean al lexema.
En Hispanoamérica, hay sufijos muy diferenciados; uno de ellos es -dera, que se emplea sobre todo en México, Centroamérica y en el área caribeña (también en las islas Canarias), y designa «acciones continuadas, intensas o repetidas»: llovederapreguntaderaplaticaderavomitaderalloraderarobadera, etc. El sufijo -ido ha creado neologismos en América como lloridorebuznidorelinchidotoquido (‘ruido que se hace al tocar’) o chiflido (de chiflar, ‘silbar’). Los sustantivos terminados en -azo también son bastante comunes: en Bolivia, nortazo y surazo designan vientos.

Prefijos[editar código · editar]

En español, el papel de los prefijos es más limitado que el de los sufijos, ya que se usan solo en la derivación, nunca en la flexión (a diferencia de lo que ocurre con los sufijos). Fonológicamente los prefijos nunca provocan cambios de acento, a diferencia de los sufijos y son siempre átonos1
En castellano, generalmente los prefijos provienen de antiguas preposiciones de origen latino (en algunos casos también algunos morfemas tomados del griego son productivos). Lo que quiere decir que un prefijo es la sílaba o palabra que se antepone a la raíz de una palabra, para formar otra palabra con otro significado pero manteniendo siempre la relación con el vocablo inicial.

Sufijos[editar código · editar]

Es especialmente característico del español la marca de la afectividad con sufijos apreciativos-valorativos:
  • Diminutivos, que indican proximidad afectiva; muchos de ellos son de uso más bien local (-uc- es un sufijo asturiano y cántabro; -et- corriente en la parte oriental de España; -ic- se usa mucho en Aragón, Navarra, País Valenciano castellanoparlante, Andalucía oriental, Albacete y Murcia; -ill- especialmente común en Andalucía, y otros son -it-, el más usado; -ino, propio de Extremadura; -ín, propio de León y Asturias; -uel--ij-): nenucotorretapequeñico,pequeñitopequeñillopequeñínpequeñinoplazuelalagartija-icheboliche.
  • Aumentativos, que indican distanciamiento afectivo y un cierto asombro: -ón-ot--az--at--ac--ud--arrón:tontónlibrotegolpazoniñatocamionacoforzudotiarrón.
  • Despectivos, que degradan peyorativamente los lexemas que modifican: -astr--arr--uch--ach--aj--ej--urr--orr--orrio-ales-uz--usco-oide-ang--aina-alla-eng--ing--ong--ung--etis-atis-olis-irris...:camastrocasuchapoblachohierbajotipejocoscurrotintorrobodorriovivalesgentuzapedruscosentimentaloide,señoringatontainaantiguallachulengofacilongomillonetislocatisfinolispantaloncirris...
Sufijos superlativos para adjetivos son -ísim- y -érrim-; es el más usado el primero, modificando a veces la forma del lexema: cierto-certísimobueno-bonísimofuerte-fortísimonuevo-novísimo, etcétera. El segundo se usa para formar el superlativo de palabras como libre (libérrimo), célebre (celebérrimo), acreagrio (acérrimo), pobre (paupérrimo), íntegro(integérrimo), salubre (salubérrimo), etcétera.
Pueden clasificarse los sufijos del español por la categoría gramatical de la palabra a que dan lugar en verbalizantes, nominalizantes, adjetivizantes y adverbializantes:
  • Verbalizantes: -ar, -ear, -ificar, -izar, -ecer: taponar, costear, vivificar, vigorizar, florecer,
  • Nominalizantes: -ancia, -encia, -anza, -ción, -sión, -ismo, -dad, -tad, -ada, -ería, -aje, -ez, -mento, -miento, -dura: constancia, vivencia, semejanza, acción, aprensión, vandalismo, vanidad, amistad, cucharada, mensajería, dopaje, doblez, juramento, acercamiento, torcedura.
  • Adjetivizantes: -os-, -ble, -able, -ible, -enc-, -ante, -iente, -ente, -iv-, -an-, -ad-, -id-, -il, -esc-, -ient-, -oide, -izo, -ento: nuboso, amable, defendible, azulenco, importante, sonriente, trascendente, creciente, activo, mexicano, cantado, sabido, monjil, burlesco, ceniciento, ovoide, plomizo, amarillento.
  • Adverbializantes: -mente : hábilmente.
  1. La derivación regresiva posee una gran importancia en la lengua española contemporánea; se usan -a, -e, -o y -eo: de pelear, pelea; de arrancar, arranque; de agobiar, agobio; de abanicar, abaniqueo. Inferior importancia poseen los procedimientos de creación conocidos como el calco semántico, el préstamo léxico adaptado o no, la combinación (cantautorEurasiamicrofilmemorfosintaxissecrefataitañol), la incorporación nominal (pelechar,maniatarrabiatar), la metáfora, la metonimia, la sinécdoque, la generalización, la especificación, la acronimia, laesterotipia (verborragia) y la onomatopeya.
  2. Algunos sufijos están especializados en significaciones concretas; existen, por ejemplo, los sufijos gentilicios; en español los más usados son -ánano/ana-és/esa-ense-eño/eña-ita-ego/-ega-ota-ino/inacatalán, valenciano, muniqués, egabrense, madrileño, estambolita, manchego, cairota, parisino, ceutí. Otros menos usados son -a-aco-aíno-ario-eco-enco-eno-eo-ero-esco-iego-isco-o-ol-uco y -uz. Los gentilicios españoles son a veces de formación muy compleja y su dominio exige un conocimiento profundo de la lengua.
Derivación nominal[editar código · editar]
La Nueva gramática básica de la lengua española (2011, pp. 44-48) distingue cuatro grupos de sufijación nominal:
  1. La derivación nominal de acción y efecto son -ción (y sus variantes -ión-sión y -zón-miento-(a)je-dura (y su variante -tura) y los sufijos vocálicos átonos -a-e y -o (pesca, abono, corte); los sufijos -ón-ada y -azo, que denotan golpes y movimientos violentos: (agarrón, cuchillada, puñetazo...); -ido, que designa sonidos intensos y a veces característicos de ciertos animales: (silbido, aullido, bufido, graznido, ladrido, mugido...) y derivados participiales, casi siempre con el significado de "efecto" (salida, llamada, caída)
  2. La derivación nominal de cualidad, estado y condición se forma a partir de bases adjetivas y nominales: -dad-ez y -eza-ura-ía-ería-anza y -encia e -ismo.
  3. La derivación nominal de agente, de instrumento y de lugar, usa los sufijos -dor / -dora, con sus variantes -tor /-tora-sor / -sora y -or /-ora designando agente (apuntador, repartidor) instrumento (lavadora, regadera) o lugar (comedor, mirador); -dero / -dera y -torio también se usan para agentes, instrumentos y lugares; el sufijo culto -ario / -aria y el patrimonial -ero /-era se utilizan para agentes, instrumentos o utensilios, recipientes o contenedores (salero, papelera) y nombres de lugar (acuario, herbolario); el sufijo -ista suele asociarse a -ismo, pero no todos son susceptibles (dentista, taxista); -nte designa personas (cantante, dibujante) productos (calmante, disolvente) instrumentos (tirante) y lugares (pendiente, saliente). También los derivados participiales suelen sustantivarse (acusado, invitado) y -ón / -ona suele formar nombres de persona en sentido peyorativo (criticón, faltona)
  4. La derivación nominal de conjunto o colectiva usa los sufijos -ía-ería / -erío-ario-ero / -era-ar y -al y -edo / -eda, entre otras.
Derivación adjetiva[editar código · editar]
La Nueva gramática básica de la lengua española (2011) distingue cinco grandes grupos de sufijos adjetivales: los gentilicios, ya indicados, los de antropónimos, los de los adjetivos calificativos, los de los adjetivos relacionales y los de sentido activo o pasivo.
  1. Los sufijos de antropónimos (-ano-ino: franciscano, cervantino)
  2. Los sufijos de adjetivos calificativos son -oso (cuyos significados son cuatro: abundante en o lleno de N (aceitoso, amoroso), con forma o aspecto de N (monstruoso, sedoso), que causa o produce N (asombroso, dudoso) o que (se) V (apestoso, quejoso, borroso); los superlativos -ísimo y -érrimo-(i)ento / -(i)enta, que denotan intensidad o abundancia de su base (mugrienta); -udo / -uda (que denotan tamaño y forman parejas con -ón / -ona: barrigón / barrigudo, cabezón / cabezudo)
  3. Los sufijos de adjetivos relacionales (véase) son -ar (solo si la base contiene "l": alvéolo > alveolar) y -al (solo si la base contiene "r": astro > astral)... Si la base no contiene ni l ni r, se escoge -al; los esdrújulos terminados en -ico e -ica (sílaba > silábico), -ástico / -ástica (gimnástico), -ático / -ática (selvático), -ífico / -ífica (científico) e -ístico / -ística (artístico, urbanístico); el sufijo -ista, asociado a profesiones, creencias o actitudes y tendencias o movimientos (pianista, machista, estalinista); -ero / -era (algodonera, lechera, pesquero)
  4. Los sufijos de adjetivos de sentido activo o pasivo son -dor / -dora (con verbos de las tres conjugaciones y que admite la paráfrasis "que + V": investigador), -nte, que crea adjetivos como los antiguos participios de presente e indica propiedades inherentes, con sus variantes -ante-ente e -iente; y -ble, formados por base verbal y que admiten la paráfrasis "que puede ser V-do": creíble.
Derivación verbal[editar código · editar]
Los verbos formados por derivación suelen construirse desde bases sustantivas o adjetivas. Los más activos son -ear-ecer-ificar (y su variante -iguar-ar-izar-itar y -uar. Pueden clasificarse conforme a dos criterios:
  1. Según la categoría de su base (denominales, como en "abotonar"; deverbales, como en "canturrear";deadjetivales, como en "entristecer"; deadverbiales, como en "acercar" o "adelantar"; deinterjectivos, como en "jalear" o "pordiosear"; depronominales, como en "ningunear" o "tutear" y desintagmáticos, como en "ensimismar")
  2. Según la relación entre su base y el derivado (creados por sufijación (claro > clarificar) o por parasíntesis(claro > aclarar).

Sufijos y sufijoides del español de origen griego[editar código · editar]

En realidad son lexemas sufijoidales o sufijoides que forman series de palabras compuestas, por lo cual tienen algún parecido con los sufijos, ya que el hablante no culto ha perdido la noción de que se tratan de palabras compuestas; estos son solo algunos de los más usados:
  • -algia: Dolor. Lumbalgia: dolor de espalda.
  • -andro o -andria: Hombre, varón. Poliandria: Estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres.
  • -antropo: Hombre, ser humano. Filántropo: persona que tiene amor al prójimo. Puede usarse también como prefijo: Antropófago: el que come carne humana. Antropólogo: el que estudia el ser humano.
  • -arca o -arquía: Poder. Patriarca: jefe de familia
  • -atra-atría: Curación. Pediatría: parte de la medicina relativa a las enfermedades de los niños.
  • -céfalo: Cabeza. Acéfalo: desprovisto de cabeza.
  • -ciclo: Algo circular. Hemiciclo: semicírculo.
  • -cosmo: Mundo. Macrocosmo: el universo considerado en relación con el hombre.
  • -crata-cracia: Que tiene poder. Aristócrata: persona de la clase noble.
  • -cromo: color. Policromado: de varios colores.
  • -dromo: Carrera. Autódromo: pista de carreras de coches.
  • -edro: Cara o base. Hexaedro. Sólido de seis caras planas y los ángulos de estas.
  • -fago: Comer. Esófago: primera parte del tubo digestivo que va de la faringe al estómago.
  • -fila: Hoja. Clorofila: pigmento verde de los vegetales.
  • -filia o -filo: Amistad, amigo. Necrofilia: inclinación por la muerte.
  • -fobia-fobo: Enemistad, miedo. Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
  • -fonía-fono: Voz o sonido. Sinfonía: conjunto de voces, instrumentos o ambas cosas que suenan a la vez con armonía.
  • -foro: Llevar. Semáforo. Poste indicador con luces verde, ámbar y rojo que regula la circulación de los autos.
  • -frasis: Expresión. Paráfrasis: explicación.
  • -gamia: Casamiento. Poligamia: Hombre o mujer que posee una relación o está casado/a con más de una persona.
  • -geno: Que engendra. Patógeno: que causa enfermedad.
  • -geo: Tierra. Hipogeo: edificio subterráneo, excavado con finalidad religiosa o de hábitat.
  • -grafía: Escribir. Taquigrafía: escritura formada por signos convencionales para escribir a gran velocidad.
  • -grama: Letra. Crucigrama: juego que consiste en encontrar ciertas palabras y ponerlas en casilleros.
  • -itis: Hinchazón, inflamación. Hepatitis: inflamación del hígado.
  • -latría: Adoración. Idolatría: Adoración a un Dios.
  • -lisis: Romper. Hidrólisis: Romper el agua, disociar sus moléculas.
  • -lito: Piedra. Monolito: monumento de piedra de una sola pieza.
  • -logía: Ciencia. Geología: ciencia que estudia la forma interior y exterior de la tierra.
  • -mancia: Adivinación. Cartomancia: Adivinación por las cartas de la baraja.
  • -manía: Pasión. Piromanía: que tiene la manía de provocar incendios.
  • -mano: Afición. Pirómano: Persona que tiende a provocar incendios.
  • -metro: Medida. Decámetro: Diez metros.
  • -morfo: Forma. Amorfo: que carece de forma regular.
  • -nauta: Navegante. Cosmonauta: Piloto o pasajero de un vehículo espacial.
  • -nimia u -ónimo: Nombre, palabra. Topónimo: Nombre de un lugar.
  • -patía: Afecto o afección. Homeopatía: sistema curativo que se aplica a las enfermedades con dosis mínimas.
  • -pedia: Educación. Enciclopedia: conjunto de los conocimientos humanos.
  • -plastia: Formar, modelar. Osteoplastia: reconstrucción de un hueso.
  • -podo: Pies. Artrópodo: animales articulados como los crustáceos e insectos.
  • -polis: Ciudad. Metrópolis: ciudad princ.
  • -ptero: Ala. Coleóptero: Insectos que tienen boca, y dos alas.
  • -rragia: Brotar. Hemorragia: flujo de sangre de cualquier parte del cuerpo.
  • -scopio: Visión. Telescopio: anteojo para observar los astros.
  • -sofía: Sabiduría. Filosofía: ciencia general de los seres, de los principios y de las causas y efectos de las cosas naturales.
  • -tafio: Tumba. Epitafio: inscripción fúnebre.
  • -teca: Armario, caja, archivo. Videoteca: lugar o archivo donde se almacenan videos.
  • -tecnia: Arte o ciencia. Mercadotecnia: política comercial de una empresa.
  • -teo: Dios. Ateo: Que no cree en Dios.
  • -terapia: Curación o tratamiento. Helioterapia: curación por medio del sol.
  • -termo o -térmico: Calor. Geotérmico: fenómeno térmico de la corteza terrestre.
  • -tesis: Colocación. Prótesis: procedimiento mediante el cual se sustituye un órgano o parte de él.
  • -tipo: Impresión. Prototipo: ejemplo, modelo.
  • -tomia: Acción de cortar. Gastrectomía: intervención quirúrgica del estómago.
  • -trón: se refiere en general a dos familias de cosas: partículas elementales y aparatos relacionados con ellas
  • -tropo: Se dirige hacia. Fototropismo: Movimiento de algunas plantas hacia la luz, como el girasol.

Sufijos y sufijoides de origen latino[editar código · editar]

Estos son solo algunos de los más usados:
  • -áceo: Pertenencia a una categoría biológica. Crustáceos: clase de animales pertenecientes a los artrópodos.
  • -ano: Pertenencia a una persona, nación, etc. Americano: de América. Pidaliano: de Menéndez Pidal.
  • -ario: Indica una relación general o específica (lugar, colección, etc.) con la base a la que se adjunta. Agrario: lo relacionado con el agro.
  • -ble: Que puede ser. Amable: que puede ser amado. Visible: que puede ser visto.
  • -ez(a): Forma sustantivos femeninos a partir de adjetivos. Belleza: cualidad de bello.
  • -ez: Sufijo de pertenencia, que por extensión se hizo patronímico; significa "perteneciente a". Proviene de la terminación del genitivo singular del latín (3ª declinación) "-is": González: (cliente, servidor, hijo) de Gonzalo. Así, Martínez procedería de filius Martinis 'hijo de Martín', López de filius Lopis,
  • -fero: Que lleva o porta. Mamífero: que lleva mamas.
  • -forme: Que tiene forma o apariencia de. Informe: que no tiene forma.
  • -fugo: que huye. Febrífugo: que hace huir la fiebre.
  • -cola-cultura: Arte de cultivar. Agrícola: propio del cultivo de la tierra.
  • -cida: Que mata. Homicida, que mata hombres.
  • -dad, -tad: Formación de sustantivos abstractos. Libertad: cualidad de libre.
  • -ia, -io e -ía, -ío: Puede formar adjetivos y sustantivos. Alegría: cualidad de alegre.
  • -or: Formación de sustantivos. Doctor: persona que ha obtenido el último grado universitario.
  • -paro: Que engendra. Ovíparo: que genera huevos.
  • -pedo: Que tiene pies. Bípedo: que tiene dos pies.
  • -peto: Que se dirige hacia. Centrípeto: que se dirige hacia el centro.
  • -sono: Que suena. Unísono: que suena una sola vez.
  • -ura (también -dura y -tura): Forma sustantivos derivados de verbos, de participios pasivos o de adjetivos. Locura: cualidad de loco.
  • -voro: Que come. Omnívoro: que come de todo.
  • -oso: Forma adjetivos desde sustantivos u otros adjetivos. Chistoso: que es como un chiste. Grandioso: que parece grande o magnífico.
  • -triz: Femenino de las palabras terminadas en dor y tor. Institutriz: persona encargada de la educación de los niños en sus domicilios.

Sufijos de origen germánico[editar código · editar]

  • -eng-: Lugar: realengo, "de gobierno real".
  • -ing-: Despectivo: potingue, señoritinga.
  • -landia: País: Finlandia: "tierra de los cazadores nómadas".
  • -ard-: Fuerte: Abelardo: Abel fuerte.
  • -ald--enc--ung-.

Sufijos de origen árabe[editar código · editar]

  • : Perteneciente a: ceutí, "de Ceuta".
  • -eca. Jaqueca.

Sufijos de origen náhuatl[editar código · editar]

  • -tec(a). Sufijo gentilicio: yucateco, tolteca, azteca, guatemalteco...

Parasíntesis[editar código · editar]

La parasíntesis es un procedimiento usado en español exclusivamente que combina composición de raíces y derivaciónlingüística. La estructura típica formada por parasíntesis es la siguiente:
Morfema liberable + Morfema liberable + Morfema no liberable.
Los tres deben estar presentes en forma simultánea; por ejemplo, quinceañerosietemesinoaltisonante, etc. No debe confundirse la parasíntesis con la llamada circunfijación.

Composición[editar código · editar]

La composición consiste en la suma de lexemas. Para componer palabras en español se recurre a ocho procedimientos:
  • Sustantivo + preposición + sustantivo: agua de borrajas, diente de leche, pata de gallo.
  • Sustantivo + adjetivo: arma blanca, aguardiente, aguamarina, camposanto, carta blanca.
  • Adjetivo + sustantivo: mala pata, media naranja, ricohombre, verdehoja.
  • Sustantivo + sustantivo: cartón piedra, coche cama, varapalo, madreselva, zarzaparrilla.
  • Verbo + complemento: buscavidas, chupatintas, correcalles, espantapájaros.
  • Verbo + verbo: duermevela, ganapierde, picapica, tejemaneje, vaivén.
  • Sustantivo + i + adjetivo: alicaído, boquiabierto, cabizbajo, pelicano, carirredondo.
  • Adjetivo + adjetivo: agridulce, anchicorto, grecorromano, todopoderoso, verdinegro.
  • Adverbio + adjetivo: bien hablado, bienaventurado, malcontento, malhablado, malherido.
La Real Academia Española no ha establecido un criterio fijo para escribir separada, juntamente o con guion algunas palabras compuestas, fraseologismos o expresiones fijas, también denominadas lexíascolocaciones o idiomatismos, que son campo de estudio de la rama de la Lexicología denominada FraseologíaSemana Santa, etcétera. EnLexicología y Fraseología se designa con el término colocación a un tipo concreto de unidad fraseológica que no es ni locución o lexía simple ni enunciado fraseológico o lexía textual.
La colocación designa combinaciones frecuentes de unidades léxicas fijadas en la norma o una combinación de palabras que se distingue por su alta frecuencia de uso, como cierre herméticomaraña inextricabledesear ardientementenegar categóricamente etcétera; esto motiva que este tipo de construcciones se cataloguen como unidades semi-idiomáticas.
Se diferencian de las unidades fraseológicas en que responden a pautas de formación gramaticales y su significado es composicional, esto es, se deduce de los significados de los elementos combinados. Son unidades léxicas que han sido fijadas en la norma y en sustancia son fraseologismos que se encuentran a mitad de camino entre las combinaciones libres y las fijas, porque sus elementos se pueden dislocar e intercambiar y en general su significado es claro y desentrañable, si bien en ciertos casos tienen significado de conjunto: "Dinero negro, mercado negro ("ilegal")".
Los paradigmas o modelos de colocación más usados en español son:
  • Sustantivo + preposición + sustantivo: derecho de veto, puntos de venta, punto de encuentro, punto de vista, fondos de inversión, tipos de interés, plan de pensiones, plan de choque, estado de opinión, creación de empleo.
  • Sustantivo + adjetivo: renta fija/variable, poder adquisitivo, sector público, población activa, urna digital, masa salarial, dispositivo policial, venta directa, retribución variable, mandos intermedios, atención primaria, mercado negro, deuda pública, sector puntero.
  • Verbo + (artículo) + sustantivo: desatarse una polémica, tomar cuerpo, zanjar la polémica, tomar medidas, plantear problemas.
  • Verbo + preposición + sustantivo: llevar a cabo, poner en marcha, poner en cuestión, ponerse de acuerdo, poner de manifiesto.
Las siguientes estructuras son patrones menos productivos que los anteriores:
  • Sustantivo + sustantivo: Paquete bomba, capital riesgo.
  • Adjetivo + sustantivo: Nueva economía, bajo consumo.

Creación de palabras[editar código · editar]

Para formar palabras nuevas se recurre en castellano principalmente al procedimiento de la derivación o utilización de afijos para crear neologismos (nuevos vocablos), y bastante menos a la composición a causa de la extensión que tienen las palabras en esta lengua, donde son escasas las palabras monosílabas. La parasíntesis, típica de laslenguas fusionantes, es igualmente poco frecuente.

Léxico[editar código · editar]


Retrato del monarca medieval de Castilla Alfonso X el Sabio, primero en fijar una norma escrita para la lengua española y en utilizarla para documentos oficiales y obras científicas.
El léxico más antiguo del español está constituido por un pequeño grupo de fósiles lingüísticos prerromanos, en especial vascos (izquierdo), otros probablemente ibéricos (barrobardaembadurnargordomuñeca, incluso algún antropónimo, como Indalecio) y celtas, bien a través del galo (abedulalondra,bragacabañacaminocamisacarpinterocarrocervezaleguasayavasallo), pero fundamentalmente a través del latín (brezobríobotaberroganchogreña,légamolosaserna), porque los romanos conquistaron Hispania en el año 206 a. C. y la conservaron durante siglos, por lo cual el léxico más abundante del español procede del latín. Léxico de origen más oscuro puede provenir de lenguas que también se hablaron en la península, como el celtíbero, el lusitano y el tartesio e incluso de lenguas de pueblos que establecieron colonias como elfenicio o púnico y el griego.
El español es, pues, una lengua románica, romance o neolatina, que deriva en su mayor parte del latín vulgar (no del latín culto) hablado por la gente más común del condado de Castilla. Sin embargo la inestabilidad del imperio romano provocó las invasiones bárbaras del año 409 d. C., en que entraron en la Península diversos pueblos germánicos, como suevosvándalos y alanos, aunque apenas se quedaron, salvo los suevos, que fundaron un reino en Galicia que duró casi un siglo. Cayó el Imperio Romano de Occidente y en el siglo VI entraron losVisigodos, que crearon un reino en España con capital en Toledo. Ello motivó la introducción de diversos germanismos de una lengua que ocupaba una posición privilegiada de superestratoheraldorobarganarguisaguareceralbergue,amagarembajada, arenga, botar, bramar, buñuelo, esquila, estacafaldafango,grapamanirmohoraparrondaruecatrucotrucarparraropagansojardín,aspaguardiaespíatapabrotaryelmo etcétera. Fueron, en general, vocablos relacionados con el oficio militar de los conquistadores, así como algunos rasgos morfológicos: el sufijo -engo, y gran número de antropónimos como Fernando,ÁlvaroEnriqueRodrigo etcétera.
Pero el reino visigodo cayó en poder de los árabes cuando estos invadieron España el año 711, lo que dio lugar a lo más propio y específico del español respecto a otras lenguas neolatinas en cuanto a su léxico: un gran caudal (cuatro mil voces de uso frecuente) de origen árabe o arabismos que no tienen correlato parecido en otras lenguas románicas que han optado por el término de origen latino al no contar con el superstrato árabe: vocabulario relacionado con la agricultura, como noriaacequiaarrobaazadónalfalfaalcachofaalbaricoquealgodónazúcarzanahoriaaceituna,naranja...; con la fauna, como jabalíalcaravánalacrán...; con la jardinería, como alhelíazucenaazahar; con la construcción, como albañilalfarerozaguánazotea,, aljibealcobatabiquealcantarillaazoteaazulejo; con la ropa, como alfombratazaalmohadatarimaalbornoz; con las ciencias, como álgebraguarismoalgoritmoalcoholalquitrán,talcocerojaquecaalcoholcifrajarabeazufrealambiquealquimiacenitnadirazimut... Este vocabulario sobre todo científico fue acomodado al castellano gracias a la gran obra cultural de Alfonso X el Sabio, quien mandó traducir numerosas obras científicas árabes al castellano. Al árabe se debe además el sufijo  (alfonsímagrebíisraelí), algunos nombres propios como AlmudenaIsmaelFátima, diversos topónimos como AlmadénGibraltarTarifa o hidrónimos como GuadaleteGuadalquivir, y, acaso, cierta influencia en la velarización fuerte de nuestra jota, el fonema /x/, en casos como la pronunciación de la s- inicial latina en j- como en jabón del latín saponem.
Con todo, algunas de las características diferenciales del castellano persistieron, como la corrosión de la f- inicial latina (así del latín farina > harina en castellano, pero farina en catalán, italiano y provenzal, fariña en gallego, farinha en portugués, farine en francés y faina en rumano), la preferencia por un sistema de cinco vocales, la ausencia del fonema labiodental /v/, la introducción del sufijo -rro, como otros rasgos, de los cuales algunos se supone provienen del adstratovasco. En su desarrollo histórico, la lengua española ha ido además adquiriendo, como otras lenguas de amplio curso, diversos préstamos léxicos, de los cuales los más singulares y específicos son los que provienen de las lenguas indígenas americanas, denominados genéricamente americanismos por más que las lenguas indias que suministraron estos vocablos son muy diferentes, si bien hubo una especial preferencia por las antillanas, ya que fueron estas las primeras regiones colonizadas por España y, por tanto, muchas de las nuevas realidades fueron marcadas desde entonces con vocablos de las lenguas habladas allí: piraguaenaguacaimáncacahuetemaízbejucoquinacoca,alpacavicuñapumacóndorcaribecigarromategauchopetatepetacatizahulemacutobutacaguatequetiburón,huracántomatepatatachocolatecacaotabacohamacacaciquecanoaceiba... muchos de estos vocablos pasaron además a las otras lenguas a través del español como lengua puente. Por otra parte, esclavos llevados desde el continente africano aportaron al español de América y al español en general también numerosos vocablos denominadosafronegrismos, relacionados con la música, el baile, la gastronomía, la religión y las costumbres: denguemarimba,congapachangabachatamerenguesandungamamboguatequecachimbamucamamacacoñamemambavudú,macandátimbamandingamandangamondongoquijongomusucomoronga...
Inversamente, algunos vocablos del español pasaron a las lenguas indígenas americanas. Otros préstamos léxicos vinieron al castellano de franceses (galicismos), algunos muy antiguos, como pendónviandaempleardeáncanciller... y la misma palabra español; otros vinieron después del Grand Siècle, en el siglo XVIII, cuando se asentó en el país la dinastía francesa de los Borbones: vocabulario relativo a la moda, como tisúfraclevitablusachaquépanaorgandí,franelapiquépeluquínsosténchal...; relativos a la cocina, como menúpurérestoránbombónescalopecroqueta,patésuflépanachéconsomé; relativos a la burocracia y la política, como burócarnéordenadorcomitécomplot,rutina; referidos a deportes y espectáculos, como amateurpalmarésentrenarduchadebuthigienereportaje,cronometrajekilometrajeturistachándalpilotajedescapotablegarajeaviónesquíaterrizajebrazacabinamarcaje,rodajebicicletapelotónfilmefilmardoblajeclaquerepriseruletaacordeóncotillónvodevil y otros. Algunos son curiosos, pues son hispanismos que volvieron a España desde el francés, como popurri, de pot pourri, olla podrida.
Del Reino Unido y Estados Unidos vinieron los anglicismos; antiguos son suresteoeste; en el siglo XIX se usaban yaclub y dandy, y en los siglos XX y XXI hay una auténtica invasión de términos, muchos de ellos ociosos, ya que poseen correlato en español, relativos sobre todo a la tecnología, los deportes, la economía y los espectáculos: transistor,internetstripteasegabardinaclipblocrevólverriflebulldogperrito calientegolchutarfútbolpókerboxeotenis,récordsprintgolfring...
De Italia los italianismos, algunos de ellos bastante antiguos (del XIV son florín, cañón, consorcio), pero sobre todo en elSiglo de Orosonetocuartetonovelabandidobandocaporalcoronelbatallónescopetamosquetemadrigalterceto,caprichodiseñarbisoñoesbozofestejarfragataescoltadiseñarmodelocartónmedallazarparcarrozapista,hosteríavalija etcétera; penetran regularmente, y en el siglo de la ópera, el XIX, penetran con fuerza batutadiva,melodramapartiturasolistavocalizar etcétera.
Los hebraísmos son muy antiguos en nuestra lengua; los nombres hebreos del Antiguo y Nuevo Testamento, sean propios o no, llevan en castellano el acento en la última sílaba si terminan en consonante o en alguna de las vocales e, i, o, u: Caleb, Jacob, Moab, Oreb; Isaac, Amalec, Melquisedec, Moloc; David; Josef; Magog; Baal, Abel, Babel, Daniel, Ismael, Israel, Abigaíl, Saúl; Abraham, Siquem, Jerusalén, Belén, Canaán, Arán, Labán, Leviatán, Madián, Satán, Rubén, Caín, Efraín, Setín, Aarón, Gedeón, Simeón, Sion; Agar, Baltasar, Tamar, Eliecer, Ester, Seír, Nabucodonosor; Astarot, Nabot, Sabaot; Acaz; Bartolomé, Betsabé, Jefté, Josué, Noé, Siloé, Getsemaní, Leví, Neftalí, Noemí, Adonaí, Jericó, Esaú, Belcebú.
De Portugal vienen los lusismos (chubascocarabelamermeladacaramelomejillónostra); de Cataluña loscatalanismos (capicúaaliolipaellaentremésbutifarraanísforastero), de las provincias vascongadas los vasquismos(boinaizquierdo), de Holanda los neerlandismos (canicaamarrar) y de Japón los japonesismos (bonzokatanasake,mangabiombokimonosushisamuraiikebanajudoharakiriorigamikáratekabukigeishahaikútankakamikaze,bonsaikaraokekanjininjasogúnmikadodaimiofeng-suitai-chi...). Del mundo malayo polinesio, en el que España estuvo presente también, vinieron palabras como orangutáncacatúapantalánpareotabú o tatuar, y a su vez el español dejó vocablos en lenguas como el tagalo filipino o el chamoru hablado en la isla de Guam y en las Islas Marianas del Norte, donde comparten la oficialidad con el inglés. Del caló o variante hispánica del romaní, lengua del pueblo gitano, provienen vocablos de origen más o menos marginal, como chavalcurrarmolarfeténpiltracamelarchingar etcétera.

Sustantivo[editar código · editar]


Frontispicio de la Grammatica nebrissensis.
En la gramática del español, el sustantivo es una clase léxica abierta, la clase de los sustantivos se define semánticamente, ya que sintácticamente el adjetivo y el sustantivo pueden funcionar de manera intercambiable. Un substantivo es un núcleo de un sintagma nominal y es susceptible de recibir determinante. Desde el punto de vista morfológico, está formado por uno o más monemas, por lo general un lexema más morfemas constituyentes de género y número, y morfemas derivativos o afijos no constituyentes. En cuanto a su forma sensible, es palabra tónica y carga con acento de intensidad, que se desplaza al sufijo cuando lo lleva. Desde un punto de vista meramente didáctico se lo define como el tipo de palabra que significa persona, animal o cosa concreta o abstracta, definición que no sirve para todos los sustantivos ("carrera", "caminata", "actuación", "acción", por caso). En español admite como acompañantes a artículos y otros determinantes y adjetivos que concuerden en género y número con ellos (adyacentes) y a sustantivos en aposición que pueden no concordar. También puede llevar complementos preposicionales, llamados genéricamentecomplementos del nombre

El género[editar código · editar]

El sustantivo forma el masculino con el morfema -o y más raramente -e ("héroe") y el femenino con el morfema -a, y algunas veces con los morfemas -triz-esa, -isa o -ina (actoractrizabadabadesapoetapoetisahéroeheroína). Hay excepciones, como manodinamo y seo que son femeninos aunque acaben en -o; inversamente, algunos nombres acabados en -a no son de género femenino, sino masculino, como el día o el mapa, sobre todo los acabados en el sufijogriego -mafantasmaestigmamagmaapotegma, etc., aunque en la lengua clásica del Siglo de Oro su género era vacilante.
Por otra parte, cierto número de profesiones acabadas en el sufijo -ista dan lugar a ambigüedad, por lo que se les suele agregar el artículo la para deshacerla cuando se trata de femeninos: la especialistala electricista. También son de notar las palabras cuyo género es ambiguo y vacilante, como mar o dote, si bien el uso las va decantando hacia uno u otro género: mar en uso culto es masculino, como en la denominación topográfica Mar Negro, mientras que en el resto de los casos es femenino, y dote ha quedado casi como femenino; otras son de género epiceno, porque su género no es relevante para indicar su sexo, casi siempre nombres de animales: la perdiz, el milano, el elefante, la jirafa, la liebre, el águila, la cabra... A esta clase de nombres se les suele agregar, para distinguir su sexo, la palabra macho si son masculinos o hembra si son femeninos.
También hay sustantivos con femenino irregular o léxico, llamados heterónimosel hombre / la mujerel caballo / la yeguael yerno / la nuerael carnero / la ovejael padre, la madreel toro / la vacamacho / hembramarido / mujer;padrino / madrinacaballero / damael jinete / la amazona. Algunas palabras cambian de significado si cambian de género: el mañana / la mañanael vocal / la vocalel clave / la claveel trompeta / la trompetael corte / la corteel cámara / la cámarael capital / la capitalel cólera / la cólerael cometa / la cometa; / el cura / la curael frente / la frente;el espada / la espadael Génesis / la génesisel guardia / la guardiael guía / la guíael orden / la ordenel ordenanza / la ordenanzael coral / la coralel parte / la parteel pendiente / la pendienteel pez / la pezla radio / el radio. Son femeninos los nombres terminados en -dad-tad-ción-sión-xión-tud-ies-icie-umbre-sis-ez y –triz, como laverdad, la libertad, la calvicie, la infección, la tesis, la vejez, la actriz, la cantidad, la amistad, la televisión, la lentitud, lamies, la superficie, la pesadumbre; hay excepciones, como el análisis, el énfasis, el pez, el juez, el almirez y el ajedrez.
Por otra parte, la variación de género confiere algunos matices semánticos: los femeninos son habitualmente objetos más grandes (anillo / anilla, cubo / cuba), o se prefiere hacerlos objetos o cosas (el cosechador / la cosechadora; el impresor / la impresora), o se les da un valor despectivo: zorro / zorra; también se han notado diferencias sobre el valor colectivo del femenino en algunas oposiciones (leño /leña), y se ha apreciado que los femeninos indican en su mayoría, aunque no en todos los casos, fruto, y, los masculinos, el árbol correspondiente: manzana / manzanopera / peral...
Las normas para distinguir o transformar el género de los sustantivos son:
  1. Si el nombre en masculino termina con -o, en femenino termina con el morfema de género -a.
  2. Los sustantivos que en masculino no llevan el morfema de género o terminan en consonante, el femenino se forma añadiendo el morfema –a, por ejemplo: profesor - profesora, león – leona, escultor - escultora.
  3. Los números cardinales son masculinos.
  4. Los sustantivos que terminan en -esa-isa-ina o –triz son femeninos, cuyos nombres masculinos no poseen morfema de género masculino. Por ejemplo de príncipe - princesa, poeta - poetisa, héroe - heroína, emperador – emperatriz, gallo – gallina, actor – actriz, conde - condesa.
  5. Heterónimos. El masculino y el femenino son palabras distintas, por ejemplo hombre - mujer, toro - vaca, caballo - yegua, padre - madre, yerno - nuera.
  6. Sustantivos que tienen una forma invariable para el masculino y el femenino. El artículo y el modificador indican el género: el - la artista, el - la astronauta, el - la atleta, el - la ciclista, el - la guía, el - la estudiante, el - la intérprete, el - la modelo, el - la periodista, el - la testigo, el - la turista, el - la pianista.
  7. Sustantivos que se refieren a profesiones tienen diferentes formas: el abogado/la abogada, el doctor/la doctora, el ingeniero/la ingeniera, el jefe/la jefa, el secretario/la secretaria, el traductor/la traductora, el presidente/la presidente, el chico/la chica. El grado de aceptación que tienen estas palabras entre los hablantes depende, muchas veces, de diferencias dialectales que son las diferencias de frecuencia de uso en determinadas regiones.
  8. Sustantivos que cambian de significado dependiendo del género, por ejemplo: el capital - la capital, el cometa - la cometa, el corte - la corte, el cura - la cura, el frente - la frente, el orden - la orden, el Papa - la papa.
  9. Sustantivos cuyo género es ambiguo: el azúcar - la azúcar, el mar - la mar, el calor - la calor, el margen - la margen. Se debe también, en muchos casos, a diferencias dialectales.
  10. Sustantivos de ambos sexos. Por norma general, cuando hay un solo elemento masculino, sin importar cuántos femeninos haya, el conjunto se considera gramaticalmente masculino.
  11. Epicenos. Los nombres de animales que no tienen palabras diferenciadas se refieren a los dos sexos: hormiga, liebre, lagarto.

El número[editar código · editar]

El singular del sustantivo se forma con el morfema cero, y el plural con el morfema -s si acaba en vocal, o -es si concluye en consonante o en vocal acentuada, aunque en este último caso el uso es vacilante: maniquís o maniquíes. Algunas palabras usan solamente el plural (pluralia tantum), como víverescomestiblesresultasandurrialesanalesaledaños,gárgarastrizastinieblasmodalestrébedesenseresexequiasafuerasalrededoresnupciasentendederasfacciones,vituallashonorariosandasañicosarrasalbriciasesponsalesmaitinescrecesalicatesfauces, y otras solamente en singular (singularia tantum): carizoesteestetezcaoscenitsaludsedgrimafénixvejezvulgovirus etcétera. Por lo general, el número indica también otro tipo de informaciones; el plural alterna con el singular cuando se trata de objetos que poseen dos mitades: espalda / espaldaspantalón / pantalonesnariz / naricestijera / tijeras; otras veces esta alternancia se ha decantado al plural a pesar de tratarse de un objeto único, pero que posee dos mitades simétricas:gafas (antiguamente gafa) etcétera. También se ha especializado el llamado plural de variedad o especie, que designa clases distintas de una misma materia: vino / vinosmadera / maderas. El plural comporta también ocasionalmente connotaciones despectivas y puede señalar afluencia, copiosidad o abundancia de algo, como en el famoso verso deGarcilaso de la Vega: "Corrientes aguas puras, cristalinas". Más oscuro es explicar el uso vacilante o caprichoso de algunos plurales, como en Carnaval / Carnavalesfuneral / funeralesboda / bodasNavidad / Navidades, etcétera (por ejemplo, puede decirse "árbol de Navidad", pero no "árbol de Navidades").
Las reglas de pluralización son las siguientes:
  1. Si el sustantivo termina en vocal no tónica, se añade -s: sala - salas, coche – coches.
  2. Los sustantivos terminados en  (acentuada) también hacen el plural en –s: bebé – bebés.
  3. Si el sustantivo termina en  o  (tónicas), se añade -es: esquí - esquíes, ñandú - ñandúes. Se está generalizando el pluralizar estas palabras añadiendo sólo -s (esquís, ñandús) como parte de un proceso de regularización del sistema morfológico del castellano. Algunas gramáticas establecen que las palabras terminadas en  (tónica) se les añade también –es al hacer el plural (faralá - faralaes).
  4. Si el sustantivo termina en consonante (excepto z), se añade -es: papel - papeles, álbum - álbumes. La gran mayoría de las palabras que terminan en -y siguen esta regla como ley - leyes, rey - reyes. Sin embargo hay excepciones como palabras cuya y en el plural suena [i], no [y]: jersey - jerséis.
  5. Si el sustantivo termina en -zésta se cambia a c y se añade -es: lápiz - lápices, matiz – matices.
  6. Los sustantivos que acaban en -s o -x y no son agudos, permanecen invariables para formar el plural: el viernes - los viernes, el tórax - los tórax, el virus – los virus, el cumpleaños – los cumpleaños.
  7. Sustantivos que sólo admiten la forma singular (singularia tantum): el cenit, el este, el oeste, el norte, el sur, la sed, el cariz, la tez, el caos, la salud, la grima, el fénix.
  8. Sustantivos que sólo admiten la forma plural (pluralia tantum): las gafas, las nupcias, las vacaciones, los víveres, los andurriales, los anales, los aledaños, las gárgaras, trizas, tinieblas, modales, trébedes, enseres, exequias, afueras, entendederas, facciones, vituallas, honorarios, andas, añicos, arras.
  9. Sustantivos que se pueden usar en su forma singular y plural: el pantalón/los pantalones, la tijera/las tijeras, la nariz/las narices, la espalda/las espaldas, la tenaza/las tenazas.
  10. Los apellidos tienden a no pluralizarse, pero se está haciendo más común la pluralización entre los hablantes de español: los González, los García o los Garcías, los Navarrete.
  11. En los sustantivos compuestos, sólo el segundo elemento puede pluralizarse, siguiendo las reglas de pluralización: la pelirroja - las pelirrojas, el ferrocarril -los ferrocarriles.
  12. Las siglas no tienen plural: los GAL, las ONG.
  13. Los únicos plurales irregulares, que no complen niguna norma de las anteriores mencionadas, pese a su escaso uso son: Hipérbaton/Hipérbatos, Hijodalgo/Hijosdalgo, Gentilhombre/Gentileshombres, Cualquiera/Cualesquiera.

Actualizadores y determinantes[editar código · editar]

Artículos (definidos)[editar código · editar]

El único determinante que puede anteponerse al artículo en español es todo-a-s: "Todo el libro"; a este tipo de determinante se le llama predeterminante. El artículo es un tipo de determinante actualizador, una categoría de lamorfología. Su función es la de acompañar al sustantivo actualizándolo y precisándolo, esto es, transformándolo de desconocido y abstracto ("libro") en conocido y concreto ("el libro"), esto es, situándolo en el mundo real, el que tengo aquí y ahora y me es conocido por experiencia directa. En español hay dos tipos de artículo: definido e indefinido. El artículo definido masculino es ellos en plural; el femenino: lalasel ante vocal a- (o ha-) tónica, como en "el águila"; y un neutro singular que sirve para sustantivar adjetivos: lo. No todas las lenguas poseen artículos definidos y, por ejemplo, el latín, del cual proviene el español, no lo tenía: el artículo español viene, sin embargo, del pronombre demostrativo latinoilleillaillud. El uso del artículo español conserva a veces vestigios de ese significado demostrativo.
Si se antepone la preposición a al artículo masculino singular el, se da lugar al llamado artículo contractoal, que equivale a a + el: "Fueron al cine"; "Lo vi al levantarme". El otro artículo contracto es del, formado por la preposición de y la forma de artículo masculino singular el: "Vienen del cine"; "Del mucho dormir se volvió perezoso".
La gramática tradicional considera artículo, además del definido ya comentado, el llamado "artículo indefinido" que viene del numeral uno y posee las formas masculina un y femenina una (o un ante a- (o ha-) tónica), y unosunas en plural. Sin embargo, muchos autores evalúan este tipo de "artículo" como un cuantificador numeral. Por semántica está cerca de los numerales, pero sintácticamente, a diferencia de estos, el artículo indefinido es incompatible con el artículo definido:
a. los tres tenores (correcta).
b. *el un tenor (incorrecta).
El hecho de que (b) sea agramatical en español (y otras muchas lenguas) es la razón esgrimida por quienes estiman que se trata de otro tipo de artículo y no de un simple cuantificador numeral.
ARTÍCULOSDefinidosIndefinidos
Masculinoel, losun, unos
Femeninola (el*), lasuna (un*), unas
Neutrolo
* Ante palabras femeninas que empiezan con a- o ha- tónicas: el agua, el hada, un águila, pero: las aguas, las hadas, unas águilas. El artículo el ante esta clase de palabras femeninas no es el artículo masculino, sino una variante de la, ya que ambas formas proceden del pronombre demostrativo latino illa (illa > ella/ela > el/la), mientras que el como artículo masculino viene de ille (ille > ell > el/él).

Demostrativos[editar código · editar]

Los demostrativos son el tipo de actualizadores que sitúan en el espacio y en el tiempo de forma más precisa que el artículo los núcleos de sintagma nominal. En castellano son esteestaeseesaaquelaquella y sus respectivos plurales. Este esta sitúa en el espacio y el tiempo más próximo al hablante; ese esa en el espacio y tiempo más próximo al oyente, y aquel aquella en el espacio y el tiempo más alejando tanto como para oyente como para el hablante. Cuando los demostrativos relacionan la distancia objeto-hablante decimos que tienen valor deíctico. Tienen valor anafórico o catafórico cuando relacionan un elemento del texto con otro mencionado en el mismo anteriormente, o anticipándolo. Así, tendrán valor anafórico cuando se refieren a un elemento del texto mencionado con anterioridad y valor catafórico cuando anticipan algún elemento, por ejemplo, "Javier nos dijo eso: No se puede jugar a la pelota en el patio."
DEMOSTRATIVOSCorta (cerca del que habla).Media (cerca del que escucha o de sentido figurado).Larga (lejos de ambos).
Masculino singularesteeseaquel
Femenino singularestaesaaquella
Masculino pluralestosesosaquellos
Femenino pluralestasesasaquellas
Neutroesto*eso*aquello*
Notas
Hasta antes de la reforma de 2010 cuando los demostrativos son pronombres (van solos) y hay posibilidad de ambigüedad con el atributo, deben llevar tilde; por ejemplo:
  • Leyeron aquellos libros. (=ellos leyeron, los libros de allí) y
  • Leyeron aquéllos libros. (=ellos de allí, leyeron libros).
Pero ahora NO deben llevar tilde nunca.
* Las formas neutras esto, eso, aquello son sólo pronombres.

Posesivos[editar código · editar]

Los posesivos son el tipo de actualizadores que sitúan el núcleo del sintagma nominal como perteneciente a un posesor (mi, tu, su, mis, tus, sus) o varios posesores (nuestro-avuestro-asu y sus respectivos plurales).
POSESIVOS1ª persona2ª persona3ª persona
Masculino singularmi(s), mío(s).tu(s), tuyo(s).su(s), suyo(s).
Femenino singularmi(s), mía(s).tu(s), tuya(s).su(s), suya(s).
Neutro(lo) mío(lo) tuyo(lo) suyo
Masculino pluralnuestro(s), nuestro(s).vuestro(s), vuestro(s).su(s), suyo(s).
Femenino pluralnuestra(s), nuestra(s).vuestra(s), vuestra(s).su(s), suya(s).

Numerales[editar código · editar]

Los numerales pueden ser:
  • Cardinales (correspondientes a la serie de los números reales: undostrescuatro...). El millardo corresponde a mil millones, el billón al millón de millones, el trillón al millón de billones, y el cuatrillón al millón de trillones, esto es, a la unidad seguida de 24 ceros. Por otra parte, si bien los números cardinales inferiores a treinta se escribían como una sola palabra (p. ej. dieciséis o veinticuatro), con la publicación de la Ortografía de la lengua española de 2010, laAsociación de Academias de la Lengua Española acepta aplicar esta misma norma también a todos los números cardinales inferiores al cien (p. ej. sesentaiuno o cincuentaiséis), acentuándose estos según las normas generales.2
  • Ordinales (que señalan precedencia o seguimiento en una lista: primersegundotercercuarto...).
  • Multiplicativos (que multiplican el número del núcleo del sintagma nominal: doble o dúplicetriple o tríplice,cuádruplequíntupleséxtupleséptupleóctuplenónupledécupleundécupleduodécupleterciodécuple...). Los sustantivos correspondientes son triplo/acuádruplo/aquíntuplo/aséxtuplo/aséptuplo/aoctuplo/anónuplo/a,décuplo/aundécuplo/aduodécuplo/aterciodécuplo/a etcétera, hasta céntuplo/a (100).
  • Fraccionarios, que dividen el núcleo del sintagma nominal (medioterciocuarto...: «Medio vaso», «tercio finalista», «cuarto finalista», «tercia parte», «cuarta parte»).
  • Distributivos, que reparten el núcleo del sintagma nominal (ambossendos).
CardinalOrdinal
0cero
1uno/aprimero (apocopado primer), fem. primera
2dossegundo/a
3trestercero (tercer), fem. tercera
4cuatrocuarto/a
5cincoquinto/a
6seissexto,-a
7sieteséptimo/a (más raro, sétimo/a).
8ochooctavo/a
9nuevenoveno/a, nono/a (raro).
10diezdécimo/a
11onceundécimo/a; tb. mod. décimo primero, fem. décima primera, o decimoprimero/a; onceno/a (arc.).
12doceduodécimo/a; tb. mod. décimo segundo, fem. décima segunda, o decimosegundo/a
13trecedecimotercero/a; tb. mod. décimo tercero, fem. décima tercera; decimotercio/a (arc.).
14catorcedecimocuarto/a; tb. mod. décimo cuarto, fem. décima cuarta
15quincedecimoquinto/a; tb. mod. décimo quinto, fem. décima quinta
16dieciséis o sece (raro)decimosexto/a; tb. mod. décimo sexto, fem. décima sexta
17diecisietedecimoséptimo/a; tb. mod. décimo séptimo, fem. décima séptima
18dieciochodecimooctavo/a; tb. mod. décimo octavo, fem. décima octava
19diecinuevedecimonoveno/a o decimonono/a; tb. mod. décimo noveno o décimo nono, fem.décima novena o décima nona
20veintevigésimo/a
21veintiunovigesimoprimer(o/a); tb. vigésimo primero, fem. vigésima primera
22veintidósvigesimosegundo/a; tb. vigésimo segundo, fem. vigésima segunda
23veintitrésvigesimotercer(o/a); tb. vigésimo tercer(o); fem. vigésima tercera
24veinticuatrovigesimocuarto/a; tb. vigésimo cuarto, fem. vigésima cuarta
25veinticincovigesimoquinto/a; tb. vigésimo quinto, fem. vigésima quinta
26veintiséisvigesimosexto/a; tb. vigésimo sexto, fem. vigésima sexta
27veintisietevigesimoséptimo/a; tb. vigésimo séptimo, fem. vigésima séptima
28veintiochovigesimoctavo/a; tb. vigésimo octavo, fem. vigésima octava
29veintinuevevigesimonoveno/a o vigesimonono/a; tb. vigésimo noveno o vigésimo nono,fem. vigésima novena o vigésima nona.
30treintatrigésimo/a
31treinta y uno otreintaiuno2trigésimo/a primer(o/a).
32treintaidóstrigésimo/a segundo/a
33treintaitréstrigésimo/a tercer(o/a).
34treintaicuatrotrigésimo/a cuarto/a
35treintaicincotrigésimo/a quinto/a
36treintaiséistrigésimo/a sexto/a
37treintaisietetrigésimo/a séptimo/a
38treintaiochotrigésimo/a octavo/a
39treintainuevetrigésimo/a noveno/a
40cuarentacuadragésimo/a
41cuarentaiunocuadragésimo/a primer(o/a).
50cincuentaquincuagésimo/a
51cincuentaiunoquincuagésimo/a primer(o/a).
60sesentasexagésimo/a
70setentaseptuagésimo/a
80ochentaoctogésimo/a
90noventanonagésimo/a
100cien o cientocentésimo/a
200doscientos/asducentésimo/a
300trescientos/astricentésimo/a
400cuatrocientos/ascuadringentésimo/a
500quinientos/asquingentésimo/a
600seiscientos/assexcentésimo/a
700setecientos/asseptingentésimo/a
800ochocientos/asoctingentésimo/a
900novecientos/asnoningentésimo/a
1000mil o millarmilésimo/a
2000dos mildosmilésimo/a
3000tres miltresmilésimo/a
10 000diez mildiezmilésimo/a
100 000cien milcienmilésimo/a
1 000 000un millónmillonésimo/a
1 000 000 000mil millones o millardomilmillonésimo/a o millardésimo/a
1 000 000 000 000un billónbillonésimo/a
1018un trillóntrillonésimo/a
1024un cuatrillóncuatrillonésimo/a

Indefinidos[editar código · editar]

Los indefinidos son palabras que pueden tener valor de adjetivo, pronombre o adverbio. Indican una cantidad imprecisa, ninguna cantidad, identidad, intensidad, existencia o distribución. Los podemos clasificar en las siguientes subclases.
  • Identificativos. Expresan identidad o diversidad: mismootropropiounodemásdiversosemejante...
  • Cuantitativos. Denotan cantidad indeterminada: nadaalgopocomuchodemasiadovarios...
  • Intensivos. Intensifican el significado del sustantivo al que acompañan: tantotalmásmenos.
  • Existenciales. Mencionan seres u objetos señalando su existencia o inexistencia: algunoningunoalguiennadie,cualquier(a)quienquiera.
  • Distributivo. Establece una distribución entre elementos: cada.
  • Delimitativo. Aísla el núcleo del sintagma nominal: todo

Interrogativos y exclamativos[editar código · editar]

Los actualizadores interrogativos y exclamativos son:
quécuál/escuánto/a/os/as
Se usan tanto en oraciones interrogativas como exclamativas. Pueden ir solos o junto con un sintagma nominal
a. ¿Qué libro has leído últimamente? / ¿Qué has leído últimamente?
b. ¿Cuánto trabajo te queda para acabar? / ¿Cuanto te queda para acabar?
La propiedad de que puedan aparecer solos o acompañados de un nombre, los aproxima al resto determinantes y por eso son se consideran dentro de esa clase:

Pronombre[editar código · editar]

Algunos adjetivos determinativos pueden tener la función de pronombre.
En lingüística y gramática, un pronombre es la clase de palabra que funciona sintácticamente como un sustantivo, pero que, a diferencia de éste, carece de contenido léxico propio, y cuyo referente lo determina su antecedente o la situación comunicativa. Sustituye no sólo a sustantivos, sino a sintagmas nominales o incluso textos, mencionados antes o después de ellos, cuyo significado copian para usarlo en otro contexto, sin poseer en sí mismos significado fijo. En lapragmática o situación comunicativa se refieren con frecuencia a personas o cosas reales extralingüísticas más que a sustantivos del contexto. A esta propiedad de referirse a otros elementos tanto lingüísticos como extralingüísticos se la denomina deíxis.
El pronombre no admite apenas adjetivos (solamente los que indican identidad, como mismo en "él mismo", o número, como en "ellos tres"). Posee deíxis y persona y la mayor parte de las veces género, número y caso (solamente en los pronombres personales hay caso). Una serie de ellos son tónicos, esto es, poseen acento; otros no, son átonos y se apoyan para sonar en la palabra siguiente o anterior, por lo que se les llama clíticos; en la ortografía española los pronombres átonos se escriben adheridos al verbo si vienen después que él, pero no se hace así si están situados antes: "selo" o "Se lo da"

Clases de pronombres[editar código · editar]

Por su acento se clasifican los pronombres en tónicos, si lo llevan, o átonos, si no lo llevan. Estos últimos son los llamados clíticos. Otra clasificación, que divide a los pronombres en razón a su significado, establece las clases de los pronombres personalesdemostrativosposesivosrelativosinterrogativo-exclamativos e indefinidos.
Cuando el pronombre hace referencia a una persona, al pronombre se le denomina pronombre personal. Cuando el pronombre indica posesión, se denomina pronombre posesivo. Cuando introduce una proposición adjetiva se denominapronombre relativo. Cuándo pregunta o expresa una emoción, se le denomina interrogativo o exclamativo. Cuando su significado es indeterminado o impreciso, se denomina indefinido.
Por otra parte existen unos tipos de pronombre personal que se distinguen según criterios sintácticos. Son los pronombres reflexivos y los recíprocos.
Pero además, existe un tipo de pronombre que no hace referencia a nadie ni nada, carecen de significado léxico y se les denomina expletivos. En inglés, por ejemplo, se emplea el pronombre expletivo para cubrir la carencia de un sujeto en oraciones impersonales, como por ejemplo el pronombre it en la oración "It rains" ("Llueve").
Pronombres clíticos
Son los pronombres átonos que, por carecer de independencia fónica, se unen, a efectos de pronunciación, con el elemento tónico (siempre un verbo) que lo precede o que lo sigue. En español son metesenososlo(s)la(s)le(s).
Pronombres enclíticos
Son los pronombres clíticos que siguen al verbo y se escriben unidos a este: "Hazlo", "selas". (-te, -me, -se, -le, -nos, -os, -la, -lo, -los, -las).
Pronombres proclíticos
Son los que preceden al verbo: te vime lo dijo. Aunque también son átonos y se apoyan para sonar en el verbo al que se unen; la ortografía española, a diferencia de los enclíticos, prefiere escribirlos separados de los mismos.
Pronombres personales
Los pronombres personales son los que hacen referencia a alguna de las tres personas gramaticales: Primera, o persona que habla; segunda, o persona a quien se habla; y tercera, o la que se refiere a cualquier otra persona o cosa. Pueden ser átonos (sin acento de intensidad): metesenososlo(s)la(s)le(s); o tónicos (con acento de intensidad): yo,vosélella(s)ello(s)usted(es)nosotros/asvosotros/asti.
Pronombres reflexivos
Pronombres personales cuyo antecedente es generalmente el sujeto, tácito o expreso, de la oración en que aparece. Pueden ser átonos: "María se peinaba"; o tónicos: "La atraje hacia  con suavidad"; "Tu hermana sólo piensa en misma". A veces el antecedente no es el sujeto de la oración, pero sí el de una paráfrasis implícita en la secuencia en que aparece el reflexivo: "Siempre te ayuda la confianza en ti mismo" [= la confianza que tú tienes en ti mismo]. Pueden ser reflexivos directos si funcionan como objetos directos ("Elena se peina"), o reflexivos indirectos si funcionan como complementos indirectos: "Elena se peina el cabello"
Pronombres recíprocos
Son los pronombres personales que se utilizan cuando una acción es mutua o intercambiada entre los miembros de unsujeto plural o múltiple, o se produce a la vez entre dos o más individuos que la ejercen los unos sobre los otros. El sentido recíproco lo aportan normalmente los pronombres átonos nososse o la construcción pronominal el uno al (del, con el, etc.) otro: "Sandra y yo no nos hablamos"; "Pedro y María se quieren"; "Esos dos siempre hablan mal el uno del otro. A veces, el valor recíproco se desprende del propio verbo (no de un pronombre) que selecciona sujetos múltiples, como en intercambiarsimpatizar, etc.: "Mi padre y el tuyo simpatizan".
Pronombres demostrativos
Son los que sirven para señalar o mostrar la persona, animal o cosa designados por el elemento nominal al que acompaña o al que sustituye. Sus formas son ésteese y aquél, con sus variantes de género y número: "Aquélla , la tarta de la izquierda, es mejor que ésta"; "Eso no me gusta".
Los demostrativos son fuertemente deícticos y sitúan su significado en el espacio y en el tiempo: éste como más próximo en el espacio y el tiempo al que habla; ése como más cercano en el espacio y el tiempo al que escucha, y aquél como más lejano en el espacio y el tiempo a ambos.
Pronombres posesivos
Son los que denotan posesión o pertenencia y a veces van precedidos por artículo. Son míotuyosuyocuyo (en uso arcaico), y sus variantes de género y número. Existen dos series que corresponden a un solo poseedor (los anteriores) o varios poseedores (nuestrovuestrosuyo y sus variantes de género y número).
Pronombres relativos
Pronombre que, además de desempeñar su función dentro de la oración a la que pertenece, sirve de enlace entre dicha oración y la principal de la que esta depende. En español son los pronombres (el) queel cual y quien, así como el adjetivo cuyo, con sus variantes de género y número.
Pronombres interrogativos
Propios de la interrogación o que sirven para preguntar; ortográficamente se distinguen de los pronombres relativos en que llevan tilde: ¿Qué hora es?; ¿Quiénes están allí?; ¿Qué hacen?; ¿Cuáles son?
Pronombres indefinidos
Son los cuantitativos (que expresan nociones de cantidad), y los que predican identidad o existencia de manera vaga o indeterminada, como algunovariosalguiennadieotrocualquier(a), etc.
Pronombres expletivos
A veces se sitúa un pronombre innecesario o expletivo para señalar el especial interés que se toma su referente por la acción: "Él solito se comió un pollo entero". Podría decirse "Él solito comió un pollo entero", pero la frase pierde fuerza y expresividad; por tanto se trata de un uso meramente enfático y en realidad no se trata de una clase de pronombres definida.
Leísmo
Se plantea un caso especial en el uso del pronombre de tercera persona, el llamado leísmo. Si bien en Hispanoamérica la forma correcta de usar el pronombre de tercera persona en complemento directo es lo-losla-las, muchos de los hablantes de la Península Ibérica usan la forma le o les, que es propia del complemento indirecto, y dicen "le mató" en vez de "lo mató"; la Real Academia Española, ante la extensión del fenómeno, lo aprueba sólo si se refiere a personas y en masculino singular, y lo rechaza en todas las demás formas, aunque recomienda el uso de "lo" y le parece más correcto.

Cuadro de usos de los pronombres personales[editar código · editar]

Casos de la flexión pronominal
Nominativo y vocativo
(cuando es sujeto)
Ablativo
(preposicional e instrumental)
Acusativo
(complemento directo)
Dativo
(complemento indirecto)
Reflexivo
(acusativo-dativo)
yomí (conmigo)meme
ti (contigo)tete
vostete
élél, sí (consigo) *lole (se)se
ellaella, sí (consigo) *lale (se)se
elloello, sí (consigo) *lole (se)se
ustedusted, sí (consigo) *lo, lale (se)se
nosotrosnosnos
nosotrasnosnos
vosotros / ustedes**osos
vosotras / ustedes**osos
ellosellos, sí (consigo) *losles (se)se
ellasellas, sí (consigo) *lasles (se)se
ustedesustedes, sí (consigo) *los, lasles (se)se
Notas
* La forma ablativa  es siempre reflexiva, siendo la única que no tiene correspondiente en nominativo (las formas nominativas, esto es, de sujeto, serían él mismo, ella misma, ellos mismos, etc.; por ejemplo: para sí = "para él mismo").
La forma reflexiva del pronombre es realmente la combinación del acusativo y el dativo. Es decir, el complemento directo u objeto (el que "sufre" la acción) y el complemento indirecto (el que "recibe" la acción) es el mismo sujeto.
** La forma vosotros /as no es de uso general en todo el dominio del español, en concreto América (verde), y parcialmente en Andalucía y Canarias (amarillo), este pronombre de segunda persona ha sido substituido por ustedes.3 4

Adjetivo[editar código · editar]

El adjetivo es una clase de palabra que funciona ordinariamente como adyacente del nombre sustantivo, esto es, como complemento nominal adjunto que se sitúa delante o después del sustantivo a que se refiere, con el cual concierta en español en género y número.Si la raíz es alterada en una de sus formas comparativa o superlativa, el adjetivo es considerado irregular, como por ejemplo: bueno - mejor
Por significado, señala una cualidad atribuida a un sustantivo, bien abstracta (perceptible por la mente, como en «librodifícil»), bien concreta (perceptible por cualquiera de los cinco sentidos, como en «libro azul»).
En cuanto a su morfología, el adjetivo posee en español accidente de género y número para concordar con el sustantivo del cual es adyacente, no lleva artículos salvo cuando se sustantiva y puede llevar toda clase de afijos. No obstante, existen adjetivos de una sola terminación (fuertefalazhábildébil...) que no experimentan variación de género, aunque sí de número, mientras que son más frecuentes los adjetivos de dos terminaciones (bueno/buenamalo/mala, etc.), dentro de los cuales suelen incluirse los participios regulares (freídoimprimido) e irregulares (fritoimpreso). Los participios también funcionan como verbos, en especial los regulares y más raramente los irregulares, algunos de los cuales han perdido la posibilidad de conjugarse (adjunto por adjuntadoincluso por incluido).
Dentro de los adjetivos de una terminación, el caso más común es el de los adjetivos finalizados en e como grande,fuertetristeinsomnealegreinmutable, etc. También existen adjetivos que terminan en -l (débilfácilsutilfútil,personal); en -r (peormejorulteriorparticular); en -z (sagazvelozatroz); pocos en -n (comúnruin); también existen algunos terminados en -í (sefardí) y un puñado en -s, la mayoría gentilicios (cortésinglésfrancés..).

Apócope[editar código · editar]

En posición antepuesta a un sustantivo algunos adjetivos se apocopan, es decir, pierden algunos de sus elementos finales: grande/gransanto/sanbueno/buenmalo/malprimero/primertercero/tercerciento/ciencualquiera/cualquier,alguno/algúnninguno/ningúnveintinuno/veintiúnmío/mituyo/tu, etc. Algunos adjetivos como tercerogrande o cientotambién son usados sin su forma apocopada antes de un sustantivo por arcaísmo, aunque el apócope es el uso más común («Más vale pájaro en mano que ciento volando»).

Grado[editar código · editar]

El grado determina en el adjetivo español la intensidad y cantidad en que se da la cualidad del adjetivo de forma objetiva, mientras que los sufijos apreciativo-valorativos (diminutivo, aumentativo y despectivo) determinan más bien la cantidad e intensidad de forma subjetiva. En español existen tres grados: positivo, comparativo y superlativo.
  • El grado positivo denota objetivamente la cualidad en su cuantificación natural y por tanto no es marcado con ningún morfema concreto: calientetibiofríorotobuenoregularmalolimpiosucio.
  • El grado comparativo denota la cualidad referida a la cualidad de otro sustantivo para señalar objetivamente su igualdad, su superioridad o su inferioridad, y se forma mediante la adición de un adverbio intensificador al adjetivo que se escribe separado de él (tanmásmenos) y un nexo (quecomo) que señala el sustantivo término con el que se compara; por ejemplo: "Pedro es más/menos bueno que Juan (es bueno)". El segundo adjetivo se elide porque se sobreentiende, por economía. En el caso del comparativo, el adverbio utilizado es tan y el nexo es como: "Pedro estan bueno como Juan (es bueno)". Así pues, el grado comparativo de igualdad se construye con la fórmula tan + adjetivo + como; el de superioridad con la fórmula más + adjetivo + que y el de inferioridad con la fórmula menos + adjetivo + que.
  • El grado superlativo denota una cualidad que el adjetivo posee en su máximo grado objetivo y utiliza afijos ymorfemas de grado superlativo: los sufijos -ísimo la mayoría de las veces y -érrimo en un cierto número de adjetivos como pulcro/pulquérrimocélebre/celebérrimoagrio o acre/acérrimosalubre/salubérrimoáspero/aspérrimo,libre/libérrimomagro, macérrimonegro/nigérrimomísero/misérrimo , etcétera, los cuales suelen tener una r antes de su vocal final. Algunos, sin embargo, comparten doble superlativo y pueden formarlo con -ísimo o -érrimo indistintamente: magro/magrísimo/macérrimopobre/pobrísimo/paupérrimo, o negro/nigérrimo/negrísimo, entre otros; en todos esos casos la forma en -érrimo es formal o literaria. Otros procedimientos afijales para la formación de superlativos consisten en la adición de prefijos como extra-, super-, hiper-, re-, reterequete-: "Extralimpio, superbueno, hipercaro, rebarato, requetemal"o. Es determinado asimismo por adverbios cuantificadores que le confieren los otros grados, el comparativo de igualdad (tan), de superioridad (más) y de inferioridad (menos), así como el grado superlativo analítico («Muyhartoasazextraordinariamentedefinitivamente bueno»).
El grado en algunos casos se logra alternativamente mediante procedimientos léxicos; así, por ejemplo, si bueno es de grado positivo, su comparativo es mejor y su superlativo óptimo; en el caso de malopeor y pésimo; en el de grande,mayor y máximo; en el de pequeñomenor y mínimo; en el de alto, superior y supremo y en el de bajoinferior e ínfimo.
Grado positivoGrado comparativo de superioridadGrado superlativo sintético
altomás alto, superior (culto)altísimo, supremo (culto).
amigomás amigoamiguísimo (informal) amicísimo (culto).
antiguomás antiguoantiquísimo
bajomás bajo, inferior (culto)bajísimo, ínfimo (culto).
buenomás bueno, mejorbuenísimo (informal), bonísimo (culto e informal), óptimo (culto).
creíble, increíblemás creíble/increíblecredibilísimo/incredibilísimo
fuertemás fuertefuertísimo (informal), fortísimo (culto e informal).
grandemás grande, mayorgrandísimo, máximo (culto).
malomás malo, peormalísimo, pésimo (culto)
muchomásmuchísimo
pequeñomás pequeño, menorpequeñísimo, mínimo (culto).
pocomenospoquísimo
pobremás pobrepobrísimo (informal), paupérrimo (culto).
pulcromás pulcropulquérrimo (culto).

Sustantivación[editar código · editar]

Lo sustantivan o transforman en sustantivo el artículo neutro lo («lo bueno») y el masculino el y, además, la supresión del sustantivo en una lexía habitual: el barco velero = el velerola j = la letra j, etc.

Función sintáctica[editar código · editar]

En cuanto a su sintaxis, el adjetivo desempeña habitualmente cinco funciones diferentes:
El adjetivo en español es también tónico y por tanto una de sus sílabas se pronuncia con mayor intensidad que las otras.

Clases de adjetivos[editar código · editar]

Con un criterio sintáctico se distingue entre:
  • Adjetivos adjuntos, cuando van unidos asindéticamente al nombre: «noche oscura» u «oscura noche».
  • Adjetivos atributivos o conexos, de tres tipos, bien ligados al nombre mediante uno entre dos verbos copulativos (ser o estar, pero no parecer): «La noche era oscura», bien que funcionen como complemento predicativo cuando entre el adjetivo y el sustantivo hay un verbo no copulativo (aquí entra parecer, pues no es un verbo copulativo puro): «La casa parece verde», «el niño llegó feliz». Y, por último, adjetivos en función de aposición, cuando van unidos al sustantivo con un elemento suprasegmental: «La casa, verde».
Con un criterio semántico e informativo, se distingue entre:
  • Adjetivos calificativos, los adjetivos más propiamente dichos, que se limitan a señalar una cualidad o característica del sustantivo al que modifican, como en hombre altoperro hermoso.
  • Adjetivos relacionales, introducidos por la última edición de la Gramática de la Real Academia Española, y que son aquellos que, pese a limitar la extensión del sustantivo al que acompañan como los calificativos, carecen de grado, porque se limitan a clasificarlo dentro de un conjunto ordenado o taxonomía. Es decir, no pueden aparecer en grado comparativo ni superlativo. Así, podemos decir, que un coche es "policial", pero no que es *muy policial o *policialísimo. Por tanto, adscriben al sustantivo dentro de una clase, pero no lo califican en determinado grado.
La gramática tradicional distingue también entre:
  • Adjetivos explicativos o epítetos, que expresan una cualidad abstracta o concreta de la que el sustantivo ya informa, subrayando dicha cualidad ya implícita en el significaco propio del sustantivo; por ejemplo: «Dulce azúcar», «manso cordero», «fiero león».
  • Adjetivos especificativos, que, por su parte, añaden una información que el sustantivo por sí sólo no comunica, y que incluirían entre ellos a los relacionales, pero no exclusivamente: «Azúcar moreno», «cordero enfermo», «leóndistraído».
  • Adjetivos determinativos, generalmente llamados determinantes, que actualizan, presentan, cuantifican (miden) o preguntan por el sustantivo núcleo del sintagma nominal, generalmente, aunque no siempre, situándose en posición anterior a éstos; existen tres clases de determinantes, los actualizadores, los cuantificadores y los interrogativos (véase Determinantes).
  • Adjetivos sustantivados o absolutos: son los que desempeña en la frase las funciones propias del sustantivo mediante metábasis de sustantivación. Esta se realiza en español añadiendo el artículo neutro "lo" o "el" u omitiendo el sustantivo con el que se relaciona habitualmente: "Pozo profundo / Lo profundo del pozo". "Barco velero. / El velero. / Velero"
  • Adjetivos verbales: son los participios en función adjetiva, cuando no han perdido aún su naturaleza verbal. Algunos de ellos pertecen a verbos irregulares, ya que se presentan formalmente distintos de las formas de la conjugación regular, que también existen, pero no pueden emplearse en función adjetiva, de forma que existen dobletes de participios verbales y participios adjetivos como imprimido / impresofreído / fritoadjuntado / adjunto, etc.: "papel impreso", y no "papel imprimido" o "he imprimido un libro" y no "he impreso un libro".

Posición[editar código · editar]

Muchos adjetivos por su contenido semántico netamente relacional no tienen otro uso que el especificativo posterior al nombre: "El andén central, la cuestión social". Otros, en cambio, tienen siempre un valor de explicativo (epíteto): "La nieve blanca, el león fiero, la hierba verde". Cuando el adjetivo se coloca entre comas, siempre tiene un valor explicativo: "Aquel hombre, tan amable, era mi padre".
Un adjetivo puede ir tanto delante como detrás del núcleo al cual se refiere. Existen cuatro criterios para la posición deéste: criterio lógico, criterio psicológico, criterio rítmico y un criterio distribucional.
  • Criterio lógico. Si el adjetivo es especificativo se coloca después del núcleo. Ej. «tiza blanca». Si el adjetivo es explicativo se coloca antes del núcleo. Ej. «mal estado»
  • Criterio psicológico. El adjetivo irá antes del núcleo si es subjetivo, es decir, el adjetivo es opinión del emisor. Ej. «buena jugada»
  • Criterio rítmico. Si el adjetivo tiene una longitud superior al núcleo, se escribe después de éste. Ej. «chico asustadizo», o también «la casa deshabitada»
  • Criterio distribucional. Si el adjetivo tiene escaso contenido informativo se escribe antes que el núcleo. Ej. «buen golpe». Si el adjetivo tiene mayor grado de información, se pospone. Ej. «Calor solar» y no «solar calor»
  • Criterio significativo. El significado cambia si el adjetivo cambia su posición. Ej: «pobre hombre» y «hombre pobre» no significan lo mismo.Si la raíz es alterada en una de sus formas comparativa o superlativa, el adjetivo es considerado irregular, como por ejemplo: bueno - mejor

Verbo[editar código · editar]


Representación gráfica de los tiempos verbales del indicativo.
El verbo es la palabra más variable del idioma español. Por significado indica acción (correr) o proceso (pensar), y en el caso de los verbos copulativos serestar y parecer existencia, esencia o estado. Constituyen el núcleo del predicado verbal y la cópula del predicado nominal.
Los verbos del español poseen dos tipos de conjugaciones, la simple, y la perifrástica o a través de un centenar largo de perífrasis verbales. La Conjugación simple, a su vez, se divide en conjugaciones regulares e irregulares.
Los verbos del español se dividen en tresconjugaciones regulares, que se pueden identificar según las dos últimas letras del infinitivo: -ar, -er o -ir. Todos los que no siguen perfectamente estos patrones son denominados verbos irregulares. Los que sólo se conjugan en determinadas personas o tiempos se denominan a su vez verbos defectivos.
Los verbos del español se conjugan en tres modos: indicativosubjuntivo, e imperativo y en dos voces, voz activa y voz pasiva. Esta última se forma de dos maneras: una pasiva analítica con el verbo ser o estar en el tiempo de la activa y elparticipio del verbo que se conjuga, y una segunda denominada pasiva sintética o pasiva refleja, con el morfema se y un verbo en tercera persona más un sujeto paciente y sin complemento agente explícito: «Se vende piso».
El modo condicional presente en otras lenguas indoeuropeas es a veces incluido como un modo más, y otras veces se prefiere considerarlo como uno de los tiempos verbales simples y compuestos del modo indicativo.
Existen además en la conjugación regular tres formas no personales o verboides, es decir, que no portan morfemas de persona y por tanto no pueden llevar sujeto sintáctico con el que concordar, aunque sí lo pueden tener semántico («el hacerlo él fue buena idea»): son el infinitivo simple y compuesto, el gerundio simple y compuesto y el participio. Todas estas formas entran en la composición de las perífrasis verbales y tienen usos como clases de palabras diferentes:sustantivo en el caso del infinitivo, adverbio en el caso del gerundio y adjetivo en el caso del participio; el participio, además, sirve para formar los tiempos compuestos del verbo.
Los tiempos verbales pueden ser simples o compuestos. Por cada tiempo simple hay uno compuesto, que se forma anteponiendo el tiempo simple correspondiente del verbo «haber» al participio del verbo que se está conjugando.
Los verbos copulativos del español son descendientes directos del Verbo copulativo indoeuropeo y se distinguen de otras lenguas en que poseen dos formas con distintos usos: ser y estar, usado el primero para expresar lo esencial y permanente y el segundo para lo accidental y transitorio. Habitualmente se considera también verbo copulativo parecer.
Los verbos también pueden clasificarse según su valor semántico. Así encontramos verbos transitivos (si llevan objeto directo), por ejemplo decir; intransitivos (si no lo tienen ni lo pueden llevar, como por ejemplo brincar); reflexivos (si hacen recaer la acción del verbo sobre el sujeto: «Yo me peino»); recíprocos (si la acción es mutua: «Pedro y Juan se pegan») y pseudorreflejos, también llamados pronominales (irsevenirse).

Modos[editar código · editar]

En español la categoría "modo" designa conjuntamente lo que los lingüistas llaman categoría de fuerza ilocutiva y categoría de modalidad. Como es típico de las lenguas indoeuropeas el español expresa las diferencias de modo mediante inflexión en el verbo. El modo no debe confundirse con otros accidentes del verbo, como el tiempo o el aspecto, aunque debido al carácter fusionante del español muchas veces un único morfema indica simultáneamente el valor de las categorías de tiempo, aspecto y modo (e incluso persona). En la flexión del protoindoeuropeo, había cuatro modosindicativo, el subjuntivo, el optativo y el imperativo. Muchas lenguas indoeuropeas han perdido alguno de estos modos, ysólo algunas lenguas como el griego antiguo o el sánscrito, retenían el sistema original. Algunas lenguas samoyedas(familia urálica) tienen más de diez modos. En el español se utilizan tres: indicativo, subjuntivo e imperativo, y para expresar los otros se recurre a la conjugación perifrástica.
El modo indicativo en español o modus realis especifica cuándo el hablante estima algo como ocurrido fuera de su mente, en la realidad objetiva: «Hoy llueve mucho». El modo subjuntivo o modo de lo irreal hace que el hablante considere la acción verbal en su mente, como esperanza subjetiva o hipotética; por ejemplo: «¡Ojalá llueva!». El modo imperativo es el que se utiliza para mandatos. Estos modos tienen que ver respectivamente con las funciones del lenguaje definidas porKarl Bühler: representativa, expresiva y conativa, de las que derivan los géneros literarios mínimos, el narrativo, el lírico y el dramático. Aunque en otros idiomas existe el modo condicional, en el español se lo considera habitualmente como un tiempo verbal más del modo indicativo.

Desinencias de la conjugación regular[editar código · editar]

(I, primera conjugación o en -arII, segunda o en -erIII, tercera o en -ir; se incluyen en las desinencias los infijos devocal temática).
MODO INDICATIVO
PresentePretérito perfecto simplePretérito imperfectoFuturo simpleCondicional simple
I.II.III.I.II.III.I.II.III.I.II.III.I.II.III.
‑o‑o‑o‑é‑í‑í‑aba‑ía‑ía‑aré‑eré‑iré‑aría‑ería‑iría
‑as‑ás‑es‑és‑es‑ís‑aste‑iste‑iste *‑abas‑ías‑ías‑arás‑erás‑irás‑arías‑erías‑irías
‑a‑e‑e‑ó‑ió‑ió‑aba‑ía‑ía‑ará‑erá‑irá‑aría‑ería‑iría
‑amos‑emos‑imos‑amos‑imos‑imos‑ábamos‑íamos‑íamos‑aremos‑eremos‑iremos‑aríamos‑eríamos‑iríamos
‑áis‑éis‑ís‑asteis‑isteis‑isteis‑abais‑íais‑íais‑aréis‑eréis‑iréis‑aríais‑eríais‑iríais
‑an‑en‑en‑aron‑ieron‑ieron‑aban‑ían‑ían‑arán‑erán‑irán‑arían‑erían‑irían
MODO SUBJUNTIVOMODO IMPERATIVO
PresentePretérito imperfecto IPretérito imperfecto IIFuturo simpleImperativo positivo
I.II.III.I.II.III.I.II.III.I.II.III.I.II.III.
‑e‑a‑a‑ara‑iera‑iera‑ase‑iese‑iese‑are‑iere‑iere
‑es‑as‑as‑aras‑ieras‑ieras‑ases‑ieses‑ieses‑ares‑ieres‑ieres‑a‑á‑e‑é‑e‑í
‑e‑a‑a‑ara‑iera‑iera‑ase‑iese‑iese‑are‑iere‑iere‑e‑a‑a
‑emos‑amos‑amos‑áramos‑iéramos‑iéramos‑ásemos‑iésemos‑iésemos‑áremos‑iéremos‑iéremos‑emos‑amos‑amos
‑éis‑áis‑áis‑arais‑ierais‑ierais‑aseis‑ieseis‑ieseis‑areis‑iereis‑iereis‑ad‑ed‑id
‑en‑an‑an‑aran‑ieran‑ieran‑asen‑iesen‑iesen‑aren‑ieren‑ieren‑en‑an‑an
FORMAS NO PERSONALES* Formas en -astes e -istes están estigmatizadas por las instancias académicas y se usan en todas las variantes dialectales en contextos informales.
InfinitivoParticipioGerundio
I.II.III.I.II.III.I.II.III.
‑ar‑er‑ir‑ado/a
(-ante)
‑ido/a
(-iente)
‑ido/a
(-iente)
‑ando‑iendo‑iendo

Conjugación regular[editar código · editar]

Modo indicativo:
Tiempos simples (formas de aspecto imperfecto):
  • Presente: (yo) amo, temo, parto; tú amas, temes, partes; él ama, teme, parte; nosotros amamos, tememos, partimos; vosotros amáis, teméis, partís; ellos aman, temen, parten.
  • Pretérito imperfecto: Yo amaba, temía, partía; tú amabas, temías, partías; él amaba, temía, partía; nosotrosamábamos, temíamos, partíamos; vosotros amábais, temíais, partíais; ellos amaban, temían, partían.
  • Pretérito perfecto simple o pretérito indefinido: Yo amé, temí, partí; tú amaste, temiste, partiste; él amó, temió, partió; nosotros amamos, temimos, partimos; vosotros amasteis, temisteis, partisteis; ellos amaron, temieron, partieron.
  • Futuro imperfecto: Yo amaré, temeré, partiré; tú amarás, temerás, partirás; él amará, temerá, partirá; nosotros amaremos, temeremos, partiremos; vosotros amaréis, temeréis, partiréis; ellos amarán, temerán, partirán1
Tiempos compuestos (formas de aspecto perfecto):
  • Pretérito perfecto compuesto: Yo he amado, he temido, he partido; tú has amado, has temido, has partido; él ha amado, ha temido, ha partido; nosotros hemos amado, hemos temido, hemos partido; vosotros habéis amado, habéis temido, habéis partido; ellos han amado, han temido, han partido2
  • Pretérito pluscuamperfecto: Yo había amado, había temido, había partido; tú habías amado, habías temido, habías partido; él había amado, había temido, había partido; nosotros habíamos amado, habíamos temido, habíamos partido; vosotros habíais amado, habíais temido, habíais partido; ellos habían amado, habían temido, habían partido.
  • Pretérito anterior: Yo hube amado, hube temido, hube partido; tú hubiste amado, hubiste temido, hubiste partido; él hubo amado, hubo temido, hubo partido; nosotros hubimos amado, hubimos temido, hubimos partido; vosotros hubisteis amado, hubisteis temido, hubisteis partido; ellos hubieron amado, hubieron temido, hubieron partido3
  • Futuro perfecto: Yo habré amado, habré temido, habré partido; tú habrás amado, habrás temido, habrás partido; él habrá amado, habrá temido, habrá partido; nosotros habremos amado, habremos temido, habremos partido; vosotros habréis amado, habréis temido, habréis partido; ellos habrán amado, habrán temido, habrán partido.
Modo subjuntivo
Tiempos simples:
  • Presente: Yo ame, tema, parta; tú ames, temas, partas; él ame, tema, parta; nosotros amemos, temamos, partamos; vosotros améis, temáis, partáis; ellos amen, teman, partan.
  • Pretérito imperfecto: Yo amara o amase, temiera o temiese, partiera o partiese; tú amaras o amases, temieras o temieses, partieras o partieses; él amara o amase, temiera o temiese, partiera o partiese; nosotros amáramos oamásemos, temiéramos o temiésemos, partiéramos o partiésemos; vosotros amarais o amaseis, temierais o temieseis, partierais o partieseis; ellos amaran o amasen, temieran o temiesen, partieran o partiesen.
  • Futuro imperfecto: Yo amare, temiere, partiere; tú amares, temieres, partieres; él amare, temiere, partiere; nostorsamáremos, temiéremos, partiéremos; vosotros amareis, temiereis, partiereis; ellos amaren, temieren, partieren4
Tiempos compuestos
  • Pretérito perfecto: Yo haya amado, haya temido, haya partido; tú hayas amado, hayas temido, hayas partido; él haya amado, haya temido, haya partido; nostros hayamos amado, hayamos temido, hayamos partido; vosotros hayáis amado, hayáis temido, hayáis partido; ellos hayan amado, hayan temido, hayan partido.
  • Pretérito pluscuamperfecto: Yo hubiera o hubiese amado, hubiera o hubiese temido, hubiera o hubiese partido: tú hubieras o hubieses amado, hubieras o hubieses temido, hubieras o hubieses partido; él hubiera o hubiese amado, hubiera o hubiese temido, hubiera o hubiese partido; nosotros hubiéramos o hubiésemos amado, hubiéramos o hubiésemos temido, hubiéramos o hubiésemos partido; vosotros hubierais o hubieseis amado, hubierais o hubieseis temido, hubierais o hubieseis partido; ellos hubieran o hubiesen amado, hubieran o hubiesen temido, hubieran o hubisesen partido.
  • Futuro perfecto: Yo hubiere amado, hubiere temido, hubiere partido; tú hubieres amado, hubieres temido, hubieres partido; él hubiere amado, hubiere temido, hubiere partido; nosotros hubiéremos amado, hubiéremos temido, hubiéremos partido; vosotros hubiereis amado, hubiereis temido, hubiereis partido; ellos hubieren amado, hubieren temido, hubieren partido.
Modo imperativo
  • Presente: ama, teme, parte (tú) — amá, temé, partí (vos) — ame, tema, parta (Ud.) — amad, temed, partid (vosotros) — amen, teman, partan (Uds.).
Modo condicional
  • Condicional simple o Pospretérito de modo indicativo: Yo amaría, temería, partiría; tú amarías, temerías, partirías; él amaría, temería, partiría; nosotros amaríamos, temeríamos, partiríamos; vosotros amaríais, temeríais, partiríais; ellos amarían, temerían, partirían4
  • Condicional compuesto o Antepospretérito de modo indicativo: Yo habría amado, habría temido, habría partido; tú habrías amado, habrías temido, habrías partido; él habría amado, habría temido, habría temido, habría partido; nostros habríamos amado, habríamos temido, habríamos partido; vosotros habríais amado, habríais temido, habríais partido; ellos habrían amado, habrían temido, habrían partido5
Formas no personales:
  • Infinitivo simple: amar, temer, partir
  • Infinitivo compuesto: haber amado, haber temido, haber partido
  • Gerundio simple: amando, temiendo, partiendo
  • Gerundio compuesto: habiendo amado, habiendo temido, habiendo partido
  • Participio: amado, temido, partido.
Notas
  • 1 A pesar de su nombre y tradición gramatical, raras veces este tiempo se usa en la lengua viva (la conversación informal y cotidiana) para expresar el futuro, normalmente este tiempo se usa para indicar dudas en presente: «¿Dónde vivirá Miguel ahora?». La expresión del futuro se reserva a la forma perifrástica: ir (en presente) + a + infinitivo. En la habla cuidada (conferencias, discursos) y, de manera preeminente, en el registro escrito, este tiempo conserva su función.
  • 2 El llamado «pretérito perfecto compuesto» únicamente tiene carácter perfectivo (es decir, sólo indica conclusión de la acción) en España —con excepción de León y Asturias—. En la mayor parte de Hispanoamérica y entre los hablantes de esas regiones españolas, este tiempo es imperfectivo y se usa para expresar que la acción continúa desde el pasado hasta el momento de la enunciación. El pasado reciente se expresa con el «pretérito perfecto simple». Por ejemplo, «Yo he vivido en Chipre desde 1998», expresa la continuidad de la permanencia, y «Qué bien que viniste» indica una acción reciente y concluida.
  • 3 El pretérito anterior es raramente utilizado en un código restringido o nivel informal de uso de la lengua.
  • 4 El futuro de subjuntivo se reserva a expresiones como «Dijere lo que dijere» o «Hablare con quien hablare» o la terminología jurídica.
  • 5 Tanto el pospretérito (o condicional simple) como el antepospretérito (o condicional compuesto) son considerados tiempos verbales dentro del modo indicativo.
Primera conjugación (en -ar: amar)[editar código · editar]
Del latín: amoamareamaviamatum —.
Formas no personales(masc. sing., fem. sing., masc. pl., fem pl.).
Infinitivoamar
Gerundioamando
Participioamado (amado, amada, amados, amadas)
Indicativoyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
Presenteamoamas /amásamaamamosamáis / amanaman
Pretérito imperfecto o copretéritoamabaamabasamabaamábamosamabais / amabanamaban
Pretérito perfecto simple, pto indefinido o Pretéritoaméamasteamóamamosamasteis / amaronamaron
Futuro simple o Futuro imperfectoamaréamarásamaráamaremosamaréis / amaránamarán
Condicional (Condicional simple o Pospretérito)yotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
amaríaamaríasamaríaamaríamosamaríais/amaríanamarían
Subjuntivoyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
Presenteameamesameamemosaméis / amenamen
Pretérito imperfecto o Pretéritoamaraamarasamaraamáramosamarais / amaranamaran
Pretérito imperfecto segundoamaseamasesamaseamásemosamaseis / amasenamasen
Futuro simple o Futuroamareamaresamareamáremosamareis / amarenamaren
Imperativotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
afirmativoama / amáameamemosamad / amenamen
negativono amesno ameno amemosno améis / no amenno amen
Segunda conjugación (en -er, temer)[editar código · editar]
Del latín: timeotimeretimuitimitus —.
Formas no personales(masc. sing., fem. sing., masc. pl., fem pl.).
Infinitivotemer
Gerundiotemiendo
Participiotemido (temido, temida, temidos, temidas)
Indicativoyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
Presentetemotemes / teméstemetememosteméis / tementemen
Pretérito imperfectotemíatemíastemíatemíamostemíais /temíantemían
Pretérito perfecto simpletemítemistetemiótemimostemisteis / temierontemieron
Futurotemerétemerástemerátemeremostemeréis / temerántemerán
Condicionalyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
temeríatemeríastemeríatemeríamostemeríais / temeríantemerían
Subjuntivoyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
Presentetematemastematemamostemáis / temanteman
Pretérito imperfecto 1temieratemierastemieratemiéramostemierais / temierantemieran
Pretérito imperfecto 2temiesetemiesestemiesetemiésemostemieseis / temiesentemiesen
Futurotemieretemierestemieretemiéremostemiereistemieren
Imperativotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
afirmativoteme / temétematemamostemed / temanteman
negativono temasno temano temamosno temáis / no temanno teman
Tercera conjugación (en -ir, partir)[editar código · editar]
Del latín: partiopartirepartivipartitum —.
Formas no personales(masc. sing., fem. sing., masc. pl., fem pl.).
Infinitivopartir
Gerundiopartiendo
Participiopartido (partido, partida, partidos, partidas)
Indicativoyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
Presentepartopartes / partíspartepartimospartís / partenparten
Pretérito imperfectopartíapartíaspartíapartíamospartíais / partíanpartían
Pretérito perfecto simplepartípartistepartiópartimospartisteis / partieronpartieron
Futuro imperfectopartirépartiráspartirápartiremospartiréis / partiránpartirán
Condicionalyo / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
partiríapartiríaspartiríapartiríamospartiríais / partiríanpartirían
Subjuntivoyotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
Presentepartapartaspartapartamospartáis / partanpartan
Pretérito imperfecto 1partierapartieraspartierapartiéramospartierais / partieranpartieran
Pretérito imperfecto 2partiesepartiesespartiesepartiésemospartieseis / partiesenpartiesen
Futuropartierepartierespartierepartiéremospartiereis / partierenpartieren
Imperativotú / vosél / ustednosotrosvosotros / ustedesellos
afirmativoparte / partípartapartamospartid / partanpartan
negativono partasno partano partamosno partáis / no partanno partan

Verbo copulativo y auxiliar ser[editar código · editar]

Del latín: sumesessefuifuturus —, y algunas formas de sedere.
Formas no personales
Infinitivoser
Gerundiosiendo
Participiosido
Indicativoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presentesoyeres / sosessomossois / sonson
Pretérito imperfectoeraeraseraéramoserais / eraneran
Pretérito perfecto simplefuifuistefuefuimosfuisteis / fueronfueron
Futuroseréserásseráseremosseréis / seránserán
Condicionalyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
seríaseríasseríaseríamosseríais / seríanserían
Subjuntivoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presenteseaseasseaseamosseáis / seansean
Pretérito imperfecto 1fuerafuerasfuerafuéramosfuerais / fueranfueran
Pretérito imperfecto 2fuesefuesesfuesefuésemosfueseis / fuesenfuesen
Futurofuerefueresfuerefuéremosfuereis / fuerenfueren
Imperativotú / vosustednosotrosvosotros / ustedes
afirmativoseaseamossed / sean
negativono seasno seano seamosno seáis / no sean

Verbo copulativo y auxiliar estar[editar código · editar]

Del latín: stostarestetistatum —.
Formas no personales
Infinitivoestar
Gerundioestando
Participioestado
Indicativoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presenteestoyestásestáestamosestáis / estánestán
Pretérito imperfectoestabaestabasestabaestábamosestabais / estabanestaban
Pretérito perfecto simpleestuveestuvisteestuvoestuvimosestuvisteis / estuvieronestuvieron
Futuro imperfectoestaréestarásestaráestaremosestaréis / estaránestarán
Condicionalyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
estaríaestaríasestaríaestaríamosestaríais / estaríanestarían
Subjuntivoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presenteestéestésestéestemosestéis / esténestén
Pretérito imperfecto 1estuvieraestuvierasestuvieraestuviéramosestuvierais / estuvieranestuvieran
Pretérito imperfecto 2estuvieseestuviesesestuvieseestuviésemosestuvieseis / estuviesenestuviesen
Futuro imperfectoestuviereestuvieresestuviereestuviéremosestuviereis / estuvierenestuvieren
Imperativotú / vosustednosotrosvosotros / ustedes
Afirmativoestá oestateesté oesteseestemos oestémonosestad o estaos / estén oestense
Negativono estésno esténo estemosno estéis / no estén
f. Estar acostumbra a ser reflexivo en modo imperativo.

Verbo auxiliar haber[editar código · editar]

Del latín: habeohaberehabuihabitum —.
Formas no personales(masc. sing., fem. sing., masc. pl., fem pl.).
Infinitivohaber
Gerundiohabiendo
Participiohabido (habido, habida, habidos, habidas)
Indicativoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presentehehasha f.hemos f.f.habéis / hanhan
Pretérito imperfectohabíahabíashabíahabíamoshabíais / habíanhabían
Pretérito perfecto simplehubehubistehubohubimoshubisteis / hubieronhubieron
Futurohabréhabráshabráhabremoshabréis / habránhabrán
Condicionalyoélnosotrosvosotros / ustedesellos
habríahabríashabríahabríamoshabríais/ habríanhabrían
Subjuntivoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presentehaya f.f.f.hayashayahayamoshayáis / hayanhayan
Pretérito imperfecto 1hubierahubierashubierahubiéramoshubierais/ hubieranhubieran
Pretérito imperfecto 2hubiesehubieseshubiesehubiésemoshubieseis / hubiesenhubiesen
Futurohubierehubiereshubierehubiéremoshubiereis / hubierenhubieren
Imperativotú / vosustednosotrosvosotros / ustedes
Afirmativohayashayahayamoshabed / hayan
Negativono hayasno hayano hayamosno hayáis / no hayan
  • f. ha se usa como auxiliar en la perífrasis verbal haber dehay, en las construcciones impersonales hay que y haycuando significan "es preciso/existe".
  • f.f. habemos en la poco frecuente expresión nos las habemos con que significa "la cuestión con la que nos enfrentamos es"; es dialectal y arcaica en vez de la forma hemos; es incorrecto usar hay concordado con un sujeto que no puede tener en plural [cita requerida].
  • f.f.f. Es dialectal y estigmatizada la forma haiga, etc.

Verbo irregular ir[editar código · editar]

Se usa en una de las perífrasis verbales más frecuentes del español, ir + a + infinitivo. Proviene del latín: eoireii (or ivi),itum — y algunas formas de vado y sum.
Formas no personales
Infinitivoir
Gerundioyendo
Participioido
Indicativoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presentevoyvasvavamosvais / vanvan
Pretérito imperfectoibaibasibaíbamosibais / ibaniban
Pretérito perfecto simplefuifuistefuefuimosfuisteis / fueronfueron
Futuroiréirásiráiremosiréis / iránirán
Condicionalyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
iríairíasiríairíamosiríais / iríanirían
Subjuntivoyotú / vosélnosotrosvosotros / ustedesellos
Presentevayavayasvayavayamosvayáis / vayanvayan
Pretérito imperfecto 1fuerafuerasfuerafuéramosfuerais / fueranfueran
Pretérito imperfecto 2fuesefuesesfuesefuésemosfueseis / fuesenfuesen
Futurofuerefueresfuerefuéremosfuereis / fuerenfueren
Imperativotú / vosustednosotrosvosotros / ustedes
Afirmativovef. / andávayavamosidf.f. / vayan
Negativono vayasno vayano vamos / no vayamosno vayáis / no vayan
  • f. Forma dialectal informal: ves.
  • f.f. La segunda persona plural imperativa de irse es idos.

Conjugación perifrástica[editar código · editar]

Perífrasis verbal o frase verbal es toda construcción compuesta de al menos dos formas verbales en la cual una funciona como auxiliar (perdiendo parte de su significado primitivo al gramaticalizarse, como en "voy a irme", donde "voy" no puede sustituirse por su sinónimo "marcho": no podríamos decir "marcho a marcharme", pero sí "voy a marcharme") y el otro, siempre una forma no personal (también llamada verboide), ya sea infinitivogerundio o participio, actúa como núcleo o palabra de más jerarquía y menos prescindible de la misma, rige y selecciona los complementos y denota la parte más amplia del significado. La mayor parte de las perífrasis unen ambos verbos con un nexo; si éste existe, suele ser una preposición o conjunción, como en «He de volver» o «Tengo que marchar», aunque también existen perífrasis verbales sin ese nexo, como estar + gerundio, deber + infinitivo o poder + infinitivo.
Aunque las más usadas son las aspectuales "ir a + infinitivo" y "estar + gerundio" y todas las modales, en español existe una panoplia de unas ciento cuarenta perífrasis verbales que suponen lo que se ha venido a llamar conjugación perifrástica del español y que obran en distinguir todo tipo de matices en el desarrollo o intención de la acción verbal; las perífrasis verbales se reparten por lo general en dos grandes grupos con distintas subclases cada uno:
  • Perífrasis de aspecto (tiempo interior de la acción) o perífrasis aspectuales, con sus diversas variedades:
    • Ingresivas: «Voy a estudiar, Estoy a punto de estudiar». La acción es inminente, pero no ha empezado.
    • Incoativas: «Empiezo a estudiar, Comienzo a estudiar, Rompo a estudiar». La acción se encuentra en el momento justo en que empieza.
    • Durativas: «Estoy estudiando, continúo estudiando, sigo estudiando». La acción no se encuentra al comienzo ni al fin, sino en acto.
    • Egresivas: «Ceso, paro de estudiar». La acción se interrumpe, pero puede reanudarse.
    • Reanudativas: «Sigo estudiando». La acción ha sido interrumpida y se retoma, pero no comienza.
    • Terminativas: «Acabo, concluyo, termino de estudiar». La acción se encuentra en el momento justo de su conclusión y no se prevé reanudarla.
    • Resultativas: «Tengo estudiado, Llevo estudiado». La acción se considera después de su conclusión, como efecto o resultado.
    • Reiterativas: «Vuelvo a estudiar». La acción se repite una vez.
    • Habituales: «Suelo estudiar, acostumbro a estudiar». La acción se repite varias veces.
    • Retrospectivas: «Vengo estudiando, llevo estudiando». La acción arranca de pasado y se prolonga en el presente.
    • Prospectivas: «Voy estudiando». La acción arranca del presente y se proyecta hacia el futuro.
    • Etcétera.
  • Perífrasis de modo (actitud del hablante ante la acción), o perífrasis modales:
    • Obligativas («He de estudiar, tengo que estudiar, debo estudiar, hay que estudiar», etcétera). La obligación puede ser objetiva o universal o subjetiva y parcial.
    • De probabilidad («Debe de estar estudiando ahora en su cuarto»).
    • De posibilidad («Puede estudiar»).
    • De capacidad, etcétera.
Propia de Hispanoamérica es la perífrasts "tener + ger.", equivalente a la castellana "llevo + ger.": «Tengo viviendo allí diez años», «tengo varios años trabajando en esta empresa», y al habla coloquial de México, Centroamérica, Río de la Plata y área andina pertenecen expresiones como «me vive repitiendo que...», «mi mamá me vive diciendo que tenga cuidado en la calle».
Lista de perífrasis verbales del español[editar código · editar]
  • A VER, ACABAR gerundio
  • ACABAR DE infinitivo y variantes
  • NO ACABAR DE infinitivo
  • ACABAR POR infinitivo
  • ACABAR participio
  • ACERTAR A infinitivo
  • NO ACERTAR A infinitivo
  • ACOSTUMBRAR A infinitivo
  • AGARRAR Y HACER
  • ALCANZAR A infinitivo
  • ANDAR gerundio
  • ANDAR participio
  • BASTAR CON infinitivo
  • CANSARSE DE infinitivo
  • NO CESAR DE infinitivo
  • COGER A infinitivo
  • COGER Y HACER
  • COMENZAR A infinitivo
  • COMENZAR gerundio
  • COMENZAR POR infinitivo
  • CONSEGUIR o LOGRAR infinitivo
  • CONTINUAR gerundio
  • DAR EN infinitivo
  • DARLE A UNO POR infinitivo,
  • DAR EN LA MANÍA DE infinitivo,
  • DAR participio,
  • DAR POR participio o adjetivo,
  • DARSE POR,
  • DEBER infinitivo,
  • DEBER DE infinitivo,
  • NO DEJAR DE infinitivo,
  • DEJAR DE infinitivo,
  • DEJAR participio,
  • DEJARSE DE infinitivo,
  • DISPONERSE A infinitivo,
  • DISTAR MUCHO DE infinitivo,
  • DAR EN infinitivo,
  • DARLE A UNO POR infinitivo,
  • DAR EN LA MANÍA DE infinitivo,
  • DAR participio,
  • DAR POR participio o adjetivo,
  • DARSE POR,
  • DEBER infinitivo,
  • DEBER DE infinitivo,
  • NO DEJAR DE infinitivo,
  • DEJAR DE infinitivo,
  • DEJAR participio,
  • DEJARSE DE infinitivo,
  • DISPONERSE A infinitivo,
  • DISTAR MUCHO DE infinitivo,
  • ECHARSE A infinitivo,
  • ECHARSE DE VER,
  • ECHARSE gerundio,
  • EMPEÑARSE EN infinitivo,
  • EMPEZAR A infinitivo,
  • EMPEZAR POR infinitivo,
  • ENTRAR A infinitivo,
  • ESTAR gerundio,
  • ESTAR participio,
  • ESTAR AL infinitivo,
  • ESTAR A infinitivo,
  • ESTAR A PUNTO DE infinitivo,
  • ESTAR CANSADO DE infinitivo,
  • NO ESTAR DE MÁS infinitivo,
  • ESTAR EN VÍAS DE infinitivo,
  • ESTAR HARTO DE infinitivo,
  • ESTAR HASTA LA SACIEDAD DE infinitivo,
  • ESTAR HASTIADO DE infinitivo,
  • ESTAR PARA infinitivo,
  • ESTAR POR infinitivo,
  • ESTAR QUE verbo conjugado,
  • ESTAR SIN infinitivo,
  • ESTUVO A PIQUE DE infinitivo,
  • ESTUVO EN UN TRIS DE infinitivo,
  • FALTAR POR infinitivo,
  • GUSTAR DE infinitivo,
  • HABER DE infinitivo,
  • HABER QUE infinitivo,
  • NO HAY MÁS QUE infinitivo,
  • HAY QUE VER LO QUE,
  • NO HACER MÁS QUE infinitivo,
  • HACE MUCHO QUE indicativo,
  • NO HACE MUCHO QUE indicativo,
  • HACE POCO QUE indicativo,
  • HARTARSE A infinitivo,
  • HARTARSE DE infinitivo,
  • HASTIARSE DE infinitivo,
  • HINCHARSE DE infinitivo,
  • INFLARSE A,
  • IR A infinitivo y variantes,
  • IR gerundio,
  • IR participio,
  • IR Y HACER,
  • LANZARSE A infinitivo,
  • LARGARSE A infinitivo,
  • LIARSE A infinitivo,
  • LLEGAR A infinitivo,
  • LLEGAR Y HACER,
  • LLEVAR gerundio,
  • LLEVAR SIN infinitivo,
  • LLEVAR participio,
  • METERSE A infinitivo,
  • PARAR DE infinitivo,
  • PASAR A infinitivo,
  • NO PASAR DE SER,
  • PONERSE A infinitivo,
  • QUEDARSE participio,
  • QUEDAR EN infinitivo,
  • QUEDARSE gerundio,
  • QUEDAR POR infinitivo,
  • QUEDARSE SIN infinitivo,
  • RESOLVERSE A infinitivo,
  • ROMPER A infinitivo,
  • SALIR gerundio,
  • SALIR participio,
  • SEGUIR gerundio,
  • SEGUIR participio,
  • SEGUIR SIN infinitivo,
  • SOLER infinitivo,
  • TARDAR EN infinitivo,
  • TENER POR infinitivo,
  • TENER QUE infinitivo,
  • TENER participio,
  • TENER SIN infinitivo,
  • TERMINAR gerundio,
  • TERMINAR DE infinitivo,
  • NO TERMINAR DE infinitivo,
  • TERMINAR POR infinitivo,
  • TOMAR Y HACER,
  • TORNAR A infinitivo,
  • TRAER participio,
  • VENIR A infinitivo,
  • VENIR DE infinitivo,
  • VENIR EN infinitivo,
  • VENIR gerundio
  • VENIR participio
  • VENIR Y HACER
  • VER DE infinitivo
  • VERSE participio
  • VOLVER DE infinitivo
  • VOLVER gerundio
  • VOLVER A infinitivo
  • VOLVÉRSELE TODO infinitivo

Verbos irregulares[editar código · editar]

Son verbos de conjugación irregular los que experimentan cambios en su lexema o raíz, en su desinencia, o en ambas partes a la vez, por lo que no aparecen acogidos a los tres esquemas de la conjugación regular; esto acaece en lo que se refiere a sus formas simples, mientras que en las compuestas sólo existe irregularidad si la tiene el participio con que estas se forman.
Los hay de tres tipos: irregulares totales, si cambian totalmente la forma de su conjugación, como ser o irirregulares parciales, si solamente cambian en parte las distintas formas que presentan en su conjugación; en este caso encontramos a todos los verbos irregulares menos los mencionados anteriormente como irregulares totales. Eirregulares aparentes, que son aquellos en cuya conjugación se presenta alguna alteración o cambio gráfico debido a las normas ortográficas: rece, por ejemplo, que proviene del verbo rezar.
Las irregularidades que muestra un verbo en el presente de indicativo se muestran, también, en el presente de subjuntivo y en el imperativo, y las que presenta en el pretérito perfecto simple, también llamado pretérito indefinido, se dan también en el pretérito imperfecto de subjuntivo y en el futuro imperfecto de subjuntivo. Igualmente, las irregularidades que se dan en el futuro imperfecto de indicativo se dan también en el condicional simple.
Como se ve, sólo el pretérito imperfecto de indicativo posee una conjugación regular absoluta en todos los verbos. Por otra parte, hay ciertos verbos que carecen de parte del paradigma de la conjugación regular o no son usados en algunas personas o tiempos, por lo que de alguna forma pueden ser considerados irregulares: son los llamados verbos defectivos, que en español son, por una parte, los verbos que se refieren a fenómenos meteorológicos o cósmicos que son llamados impersonales, cuales son llover, nevar, granizar, tronar, amanecer, anochecer, atardecer, pero tambiénabolir, acaecer, acontecer, agredir, aguerrir, atañer, aterir, balbucir, blandir, compungir, colorir, concernir, desabrir, desolar, despavorir, despiadar, empedernir, establir, fallir, garantir, guarnir, incoar, preterir, soler, transgredir, usucapir y otros de menor uso.
Los verbos defectivos balbucir y garantir han sido sustituidos en la lengua moderna por sus derivados balbucear ygarantizar, que no ofrecen problemas para ser conjugados en la totalidad de sus formas. Dicho esto, pasamos a indicar los cambios más significativos de los verbos irregulares parciales, los más abundantes en la lengua española.
Irregularidades del presente de indicativo:
  • La diptongación de la vocal del lexemae > ie, o > ueapretar > aprieto, poder > puedo, como en los verbos acertar, alentar, calentar, cegar, cerrar, comenzar, confesar, defender, encender, extender, gobernar, manifestar, poblar, rodar, soñar, volar, volver...
  • La adición de consonantes (z, g): venir > vengo; producir > produzco. Por ejemplo, en los verbos agradecer, compadecer, conocer, merecer, nacer, poner, salir, tener, valer...
  • Cierre de la vocal del lexema e > igemir > gimo; se da en los verbos competir, concebir, elegir, freír, pedir, reír, seguir, teñir...
Irregularidades del pretérito perfecto simple:
  • Cierre de la vocal de la raíz: e > i; o > ugemir > gimió, morir > murió.
  • Uso de pretéritos indefinidos fuertes, esto es, inacentuados en la parte final: andar (anduvo), caber (cupo), conducir (condujo), decir (dijo), estar (estuvo), haber (hubo), hacer (hizo), poder (pudo), poner (puso), querer (quiso), saber (supo), tener (tuvo), traer (trajo) y venir (vino).
Irregularidades del modelo futuro:
  • Pérdida de la vocal pretónicapoder > podré
  • Pérdida de la vocal pretónica y aumento de consonanteponer > pondré
  • Pérdida de vocal y de consonantehacer > haré.
Los verbos irregulares aparentes presentan alteraciones ortográficas típicas
  • Primera conjugación: -car, c > qu delante de etocar > toque-gar, g > gu delante de epagar > pague-zar, z > c delante de ecazar, cace.
  • Segunda conjugación: -cer, c > z delante de e, omecer > mezager, g > j delante de a, oproteger, proteja-eer, i > y entre dos vocalesposeer > poseyera
  • Tercera conjugación: -cir, c > z delante de a, ozurcir > zurza-gir, g > j delante de a, odirigir > dirija-guir, la u desaparece delante de a, odistiguir, distinga-quir, qu > c delante de a, odelinquir > delinca.
Por otra parte, muchos verbos poseen participio irregularmorir > muerto, en vez de la forma en -ido, y algunos incluso poseen dos participios, uno especializado en uso como adjetivo y otro en uso verbal: imprimir > impresoimprimido.
Lista de verbos irregulares[editar código · editar]
Abrir - Andar - Caber - Caer - Conducir - Colgar - Cubrir - Dar - Decir - Dormir - Elegir - Escribir - Estar - Haber - Hacer - Ir - Morir - Mover - Oír - Oler - Pedir - Poder - Poner - Querer - Resolver - Roer - Romper - Saber - Salir - Sentir - Ser - soñar - Tener - Traer - Valer - Venir - Ver - Volver.
Algunas conjugaciones irregulares[editar código · editar]
InfinitivoPresenteImperfectoIndefinidoFuturo simplePres. de Subjuntivo
andarando, andas,…regularanduve, -iste, -o, -imos, -isteis, -ieronandaré, -ás,…ande, andes,…
caercaigo, caes, cae, …regularcaí, caíste, cayó, caímos, caísteis, cayeroncaeré, -ás, …caiga, -as,…
decirdigo, dices, dice, decimos, decís, dicenregulardije, -iste, -o, -imos, -isteis, -erondiré, -ás,…diga, -as,…
dardoy, das, da, damos, dais, danregulardi, diste, dio, dimos, disteis, dierondaré, -ás,…dé, des, dé, demos, deis, den
estarestoy, estás, está, estamos, estáis, estánregularestuve, -iste,…estaré, -ás,…esté, estés, esté, estemos, estéis, estén
hacerhago, haces,…regularhice, -iste, hizo, hicimos, -isteis, -ieronharé, -ás,…haga, -as,…
irvoy, vas,…iba, ibas,…fui, fuiste, fue, fuimos, fuisteis, fueroniré, -ás,…vaya, -as,…
poderpuedo, puedes, puede, podemos, podéis, puedenregularpude, -iste,…podré, -ás,…pueda, -as,…
ponerpongo, pones, pone,…regularpuse, -iste,…pondré, -ás,…ponga, -as,…
quererquiero, quieres, quiere, queremos, queréis, quierenregularquise, -iste,…querré, -ás,…quiera, -as,…
sabersé, sabes, sabe,…regularsupe, -iste,…sabré, -ás,…sepa, -as,…
salirsalgo, sales, sale,…regularsalí, -iste,…saldré, -ás,…salga, -as,…
tenertengo, tienes, tiene, tenemos, tenéis, tienenregulartuve, -iste,…,-ierontendré, -ás,…tenga, -as…
traertraigo, traes, trae,…regulartraje, -iste, -o, -imos. -isteis, -erontraeré, -ás,…traiga, -as,…
venirvengo, vienes, viene, venimos, venís, vienenregularvine, -iste,…vendré, -ás,…venga, -as,…
verveo, ves, ve, vemos, veis, venveía, veías,…vi, -iste,…veré, -ás,…vea, veas,…

Construcciones pasivas[editar código · editar]

Se ha discutido mucho si existe voz pasiva en español, ya que no existen morfemas específicos de la misma. Semánticamente puede ser expresada por una equivalente voz atributiva biactancial. Tradicionalmente se considera que en español la voz pasiva se forma de dos maneras:
  • 1. Pasiva analítica o pasiva perifrástica, con el verbo ser o estar funcionando como auxiliar en el tiempo de la activa, más el participio del verbo que se conjuga. La aparición del complemento agente no es estrictamente necesaria, aunque exista siempre en estructura profunda, y si aparece consiste en un sintagma preposicional con la preposición por, y menos frecuentemente deLas peras fueron comidas por Pedro (pasiva analítica) / Pedro comió las peras (activa). La pasiva analítica se subdivide a su vez en dos tipos de pasiva la pasiva analítica de proceso y lapasiva analítica de estado o resultado.
    • La pasiva analítica de proceso. Utiliza el verbo auxiliar serLas camas aún no han sido hechas.
    • La pasiva analítica de estado o resultado. Usa el verbo auxiliar estarLas camas ya están hechas.
  • 2. Pasiva sintética o pasiva refleja, con el morfema de pasiva se más un verbo en tercera persona; el complemento agente no suele aparecer de forma explícita: Se vende piso (pasiva sintética) = El piso es vendido por alguien (pasiva analítica).
En castellano no existe un morfema específico para indicar la pasiva; lo más parecido que existe es este uso concreto del morfema se.
Existen, por otra parte, otras posibilidades formales de pasiva por medio de perífrasis verbales:
  • Estar + participio en los tiempos imperfectivos de acciones perfectivas: está o estaba prohibidoacabadoresuelto, y en los tiempos imperfectos de muchos verbos reflexivos con sentido incoativo: está o estaba sentadodormido,avergonzadoenfadado...
  • Ser + participio en los tiempos perfectos de acciones perfectivas o imperfectivas: fue abierta, ha sido cerrada, y en los tiempos imperfectos de acciones imperfectivas: es querido, era estimado, será solicitado.
  • Hallarse + participioQuedar + participioTener + participioLlevar + participio y Traer + participio. Estas construcciones son límites, pues en muchos casos sólo el valor semántico y el contexto pueden determinar su carácter pasivo. Debemos a Rafael Lapesa la importante observación de que en algunos casos, si hay complemento agente en estas construcciones, no hay perífrasis, por ejemplo: «Tengo dos cuadros pintados por Juan». Hay perífrasis activa con objeto directo, «tengo corregidos veinte ejercicios»; pero entonces no hay complemento agente. Por otra parte cabe: «tengo corregidos veinte ejercicios por mí y diez por mi ayudante».
  • Dejarse + infinitivo. Es una construcción no totalmente pasiva, pues implica cierta participación del sujeto de la acción: «Se dejó vencer por el enemigo». Este tipo de construcción sería más acertado llamarla «medio-pasiva».
El actante o complemento agente puede estar o no presente en estas construcciones pasivas. Este elemento que la tradición llama ablativo agente, al modo latino, tiene una estructura bimembre: relator y término. Los relatores reconocidos por la gramática tradicional son «por» y «de», pero se han encontrado otros: «con» y «en».
En castellano antiguo es general el empleo de la preposición «de» con el complemento agente. Ejemplos: Del rey so ayrado (Mio Çid), De Dios seré reptado (Gonzalo de Berceo), El que a muchos teme, de muchos es temido (Diego Saavedra Fajardo).
Sin embargo, hoy se prefiere la preposición «por» aunque ocasionalmente se usa la construcción con de: "Lorca era conocido de todos".

Locuciones verbales[editar código · editar]

Una locución verbal es un conjunto fijo de palabras o lexía textual en la que al menos una es un verbo. Funcionan como un sólo verbo, poseyendo una estructura léxico-sintáctica propia y dotando al texto de una fuerte expresividad y mayor concreción en lo que se pretende transmitir al lector/oyente. Algunas de estas locuciones verbales son: echar de menos oen faltadar de síser todo oídosno poder máspagar el pato, etcétera.

Adverbio[editar código · editar]

El adverbio es la clase de palabra que actúa como núcleo del Sintagma adverbial. En la morfología del español suele ser invariable o con una variabilidad muy pequeña (algunos admiten sufijoscerquitalejísimoslejitos). Suele añadir información circunstancial al verbo, y algunos incluso a toda la oración, ya sea de tiempo, de modo, de lugar, de duda, de afirmación, de negación... En esos casos se considera que funciona como modificador a nivel de sintagma verbal («lo hice fácilmente») o nivel clausal («sinceramente,…»), por lo que algunos adverbios pueden funcionar como marcadores del discurso. Las funciones sintácticas del adverbio son, aparte de la de núcleo de sintagma adverbial, las decomplemento circunstancial del verbo, las de cuantificador, grado o complemento del adjetivo («muy bueno», «reciénhecho») y las de cuantificador de otro adverbio («bastante cerca»). Algunos adverbios pueden funcionar como predicados dirigidos hacia un sujeto y junto a una cópula verbal («está divinamente»).
El adverbio de modo puede formarse mediante la colocación del sufijo -mente al final de algunos adjetivos. Por ejemplo:rápido (adjetivo) >> rápidamente (adverbio). También pueden formarse compuestos parasintéticos adverbiales agregando el prefijo a- y el sufijo -as: «A gatas», «a escondidas», «a ciegas»... Algunos sintagmas preposicionales asimismo han sido lexicalizados como adverbios: «a posta» > aposta, «a penas» > apenas, etc.
Por otra parte, los verbos de movimiento rigen algunos adverbios con la preposición a embebida frente a los otros verbos que la excluyen por no indicar movimiento: Está fuera - Vete afueraComió dentro - Marchó adentroSe puso delante -Pasó adelante.
Tanto el adverbio como el adjetivo pueden ser precedidos por cuantificadores como:
muy + adv // adj: «muy rápido» // «muy rápidamente».

Tipos de adverbios[editar código · editar]

  • De tiempo tenemos: ahoraayeranteayerhoymañanaantesanocheaúncuandodespuésentoncesjamás,luegomientrasnuncaprimerosiempretardetodavíaya, etc.
  • De lugar tenemos: aquíallíalláacáfueraabajodelanteadelantealrededorarribaatráscercadebajodonde,encimaenfrentefueralejos, etc.
  • De modo tenemos: asíbienmalcasicomodespaciorápidolentodeprisa, etc.
  • De negación tenemos: nonuncatampocojamás, etc.
  • De afirmación tenemos: claroexactoefectivamenteciertamenteseguramentejustoya, etc.
  • De cantidad tenemos: algonadaapenasbastantecasicuantodemasiadomásmenosmuchopocotodosólo,mitadtantanto, etc.
  • De duda tenemos: quizáacasoprobabletal vez, etc.

Locuciones adverbiales[editar código · editar]

Las locuciones adverbiales están formadas por un grupo de palabras que funciona como si se tratase de un adverbio.
Algunas de estas locuciones mantienen su forma latina (in fragantia prioriipso facto...), y otras, las más comunes, son propias del castellano (de verdaden realidad...).

Tabla de preposiciones y adverbios del español[editar código · editar]

(En gris las preposiciones)
Preposiciones y adverbios.JPG

Conjunción[editar código · editar]

La conjunción es la palabra o conjunto de ellas que enlaza proposicionessintagmas o palabras, como su etimología de origen latino explica: cum, «con», y jungo, «juntar»; por lo tanto, «que enlaza o une con». Constituye una de las clases denexos. No debe confundirse con los marcadores del discurso.

Forma[editar código · editar]

La conjunción es una parte invariable de la lengua que se utiliza para enlazar oraciones y establecer relaciones entre ellas: «Luisa va a trabajar y Pedro se queda en casa».
La conjunción sólo tiene valor gramatical, no tiene valor semántico. Su significado lo adquiere en las relaciones oracionales que puede presentar. Valor aditivo: «Luisa compra y vende objetos». Valor de oposición: «Carmen trabaja, yno todos los días», etc.
Existe además un grupo de conjunciones correlativas que aparecen en dos partes, de forma correlativa, una parte en la primera proposición unida y otra parte por lo general encabezando la segunda: «Hasta tal punto le tenía antipatía, quevino para matarlo».
En español, las conjunciones se clasifican en propias e impropias.
Conjunciones propias son las que unen oraciones o elementos del mismo nivel sintáctico, grupo nominal o adjetivo, como son las conjunciones coordinantes o coordinativas: yniperosino...: «Luis caminaba triste y pensativo».
Conjunciones impropias son las que enlazan oraciones dependientes, como son las locuciones o partículas subordinantes: cómocuándoqueporquepara que... Las conjunciones subordinantes degradan la oración en que se insertan y la transponen funcionalmente a una unidad de rango inferior que cumple alguna de las funciones propias del sustantivo, del adjetivo o del adverbio: «Dijo que vendría». «Lo hizo porque quiso».
Las conjunciones, según los distintos tipos de relaciones o enlaces oracionales que presentan, pueden adquirir valores significativos diversos, y se clasifican en dos tipos: coordinantes o subordinantes.
Conjunciones coordinantes o coordinativas[editar código · editar]
Las conjunciones coordinantes son copulativas, adversativas, disyuntivas, explicativas y distributivas.
Conjunciones copulativas
Las conjunciones copulativas sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos e indican su adición. Son: yenique. Y es la conjunción más usada en la lengua coloquial: «Sergio y Daniel pasean»; se repite frecuentemente en el lenguaje infantil, como expresión sucesiva de enunciados: «El perro es mi amigo y lo quiero mucho y juega conmigo». Este uso pleonástico se mantiene en la lengua popular de las narraciones, y como recurso expresivo intensificador. Se emplea e cuando la palabra siguiente empieza por i o hi, para evitar la cacofonía: «Se reunieron e hicieron los trabajos». «Vinieron los padres e hijos». La conjunción ni equivale a y no y señala la adición de dos términos, pero implica que sean negativos: «No hizo los trabajos ni estudió». A fin de marcar la expresividad, se antepone a veces a todos los términos unidos: «Ni tengo trabajo ni dinero». La conjunción copulativa que es de uso arcaizante, aunque también figura en locuciones con valor intensificador: «Y tú llora que llora». «Lo mismo da que da lo mismo».
Conjunciones adversativas
Las conjunciones adversativas son las que contraponen dos oraciones o términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: masperoaunque. Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente que se usan como nexos adversativos: sin embargoempero,con todoa pesar deno obstantemás bienexceptosalvomenos...
Si hay incompatibilidad entre las dos oraciones coordinadas de manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa, la coordinación es exclusivasinosino queantes bienal contrario: «No lo hizo Juan sino Pedro».
Las conjunciones adversativas más utilizadas son pero y sino: «Iría contigo pero no puedo»; mas está reducida a la lengua escrita y principalmente a la lengua literaria y expresa una corrección más suave que pero: «Hizo un juramento,mas en vano»; empero pertenece al estilo literario afectado; pero y mas pueden encabezar una cláusula con sentido enfático: «¡Pero, Juan, si tú no estabas!».
Conjunciones disyuntivas
Las conjunciones disyuntivas ouo bien indican dos tipos de alternancia:
a) Exclusiva o excluyente, que elimina una de las opciones por la otra: ¿Vienes o te quedas?
b) Inclusiva o incluyente, que agota todas las posibilidades de elección añadiendo las simultáneas o ninguna: ¿Estudias o trabajas? (puede hacer las dos cosas o ninguna de ellas, además de solo estudiar o solo trabajar).
Tanto o como u se colocan entre los términos que indican la alternancia o antepuesta a cada uno de ellos: "Llamó Pedro o[llamó] Juan" / "O llamó Pedro, o [llamó] Juan". Se emplea u cuando precede a una palabra iniciada por o u ho: «Lo hará uno u otro», también para evitar la cacofonía. Otras veces, o indica que los términos unidos son equivalentes y sirven para designar una misma realidad: «Todo ocurrió o sucedió en un momento».
Conjunciones explicativas
Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como o seaesto eses decirmejor dichoid estes más: «Se fue al otro mundo, es decir, se murió».
Conjunciones distributivas
Las conjunciones distributivas indican distribución o alternancia; repiten los términos: o... o; se emplean a veces unidades de tipo adverbial: bien... bienya... yaora... ora: «Ya vienes, ya te quedas». También se usa la forma verbal inmovilizadasea, cuando los términos unidos expresan equivalencia.
Conjunciones subordinantes o subordinativas[editar código · editar]
Las conjunciones subordinantes se dividen en tres grandes grupos:
  • las que introducen subordinadas sustantivas;
  • las que introducen subordinadas adjetivas, también llamadas de relativo (que en vez de conjunciones son en realidad pronombres relativos);
  • las que introducen subordinadas adverbiales, tanto si introducen proposiciones circunstanciales como si introducen proposiciones lógicas.
Las conjunciones subordinantes o subordinativas que introducen subordinadas sustantivas introducen oraciones que desempeñan las funciones propias de un sintagma nominal (sujetoatributocomplemento directocomplemento indirectosuplementocomplemento del nombre).
Las conjunciones que introducen subordinadas sustantivas se clasifican según la función que la oración sustantiva desempeñe dentro de la oración principal. Se utiliza que (a veces el que, o el hecho de que), conjunción completiva, para la función de sujeto y de complemento directo: «Me molestó que no me lo dijeras»; «Dijo que lo haría». A veces, se emplea que con alguna preposición, por ejemplo en función de suplemento: «Él se convenció de que era importante». También se emplea si para las interrogativas indirectas: «Me pregunto si vendrá». Además pueden utilizarse pronombres y adverbios interrogativos (cuándodóndecómocuánto): «Me preguntó cómo vendrían». «Me preguntó cuántosvendrían».
Las proposiciones subordinadas adjetivas van introducidas por pronombres relativos (quequien-esel, la, los, las cual-escuyo-a-s), que desempeñan al mismo tiempo una función sintáctica dentro de la proposición subordinada que introducen. Estos pronombres relativos pueden ir precedidos de preposición o no. «El libro que me prestaste era muy bueno». «El libro de que me hablabas era bueno».
Dentro de las adverbiales existen generalmente dos grupos de conjunciones que introducen proposiciones subordinadas: las que introducen proposiciones circunstanciales de tiempo, modo, lugar y comparación, y las que indican operaciones o relaciones lógicas entre la proposición subordinada y la proposición principal como son la causa, la consecuencia, la consecuencia inesperada o no deseada o complicación (llamada concesión), la finalidad y la condición.
Las que introducen proposiciones subordinadas adverbiales circunstanciales pueden ser meras conjunciones,adverbios conjuntivosgiros conjuntivos o locuciones conjuntivas y pueden indicar:
  • Tiempo (cuandoal + inf., mientrasdespués de queantes de que).
  • Lugar (dondeadondepor dondeen dondedesde donde...).
  • Modo (comosegúnconformecomo side la forma, manera, modo que).
  • Comparación (tan... comomás... quemenos... que). En este último caso se utilizan nexos discontinuos o correlativos.
Las que introducen proposiciones subordinadas adverbiales lógicas pueden indicar:
  • Causa u origen lógico (porqueya quepor + inf., etc.).
  • Consecuencia, esto es, implicación o seguimiento lógico (así quepor tantopuesconqueasí puesde forma, manera, modo o suerte que).
  • Concesión, esto es, consecuencia inesperada o no deseada, esto es, complicación (aunquepor más quea pesar de quecon + inf., pese a que, etc.).
  • Finalidad, aplicación (para quea fin de quecon el cometidointención o propósito de quea fin de + inf., etc.).
  • Condición (sicaso queen el caso de quede + inf., como, etc.).

Otras clases de nexos[editar código · editar]

Hay otros muchos nexos, en su origen preposiciones, que encabezan oraciones y que adquieren valor de conjunción, aunque no tengan forma conjuntiva. A estas construcciones se les llama giros conjuntivos. Por ejemplo:
  • Al + inf. = Cuando + verbo conjugado: «Al cantar el gallo, San Pedro lloró» = «Cuando cantó el gallo...»
  • Por + inf. = Porque + verbo conjugado: «Por venir tarde, no entró» = «Porque vino tarde...»
  • Con + inf. = Aunque + verbo conjugado: «Con ser tan listo, no aprobó» = «Aunque era tan listo...»
  • De + inf. = Si + verbo conjugado: «De llover hoy, nos refugiaremos en el kiosco» = «Si llueve hoy, nos refugiaremos...»
  • Para + inf. = Para que + verbo conjugado: «Hemos venido para cantar» = «Hemos venido para que cantemos».
Igualmente, existen algunos adverbios y pronombres que pueden funcionar como conjunciones. Si son adverbios, se denominan adverbios conjuntivos, como por ejemplo cuandomientrasdondecomoasí, etc. Entre los pronombres, están los llamados pronombres relativos (quequien-esel-la-los-las cual-escuyo, etc.) y pronombres que pueden funcionar en correlaciones distributivas, como uno... otro, etc.
Por otra parte, existen determinadas construcciones que agrupan preposiciones, sustantivos, conjunciones y otros elementos a fin de formar las llamadas locuciones conjuntivas, equivalentes a nexos o conjunciones; forman un vasto repertorio que expresa los más curiosos matices: de manera queasí quea fin de + inf, por más quepese a queantes de quedespués de que, etc.

Preposición[editar código · editar]

El inventario tradicional de las preposiciones españolas era una lista muy incompleta que se aprendía mecánicamente en la escuelas; hay que incluir además allende, con el significado de al otro lado de, como en «allende el océano»; aquende, con el significado de a este lado de, como en «aquende los Pirineos»; vía, en el sentido de a través de, en frases como «fuimos a Moscú vía Milán», o pro (en el sentido de en favor de en frases como «hizo campaña pro damnificados en el huracán Mitch»). También se consideran ya preposiciones durante y mediante, y la latina versus (equivalente a contra). Se discute si pueden existir preposiciones pospuestas como el caso de arriba y abajo en expresiones como «calle arriba» o «calle abajo».
Por otra parte, existe también una amplia gama de preposiciones compuestas (a portras dede entrepor entrepor sobrepara con, etc.) y locuciones prepositivas (en pos depar defrente aen torno aa pesar dejunto a, etc.) que expresan todos los matices posibles del pensamiento. Un caso particular lo representa la amplia aceptación y extensión de la preposición compuesta a por en España, que permite matizar deslindando causa y dirección, pero repugna alespañol de América.
Por otra parte, existen algunas preposiciones cuyo uso se siente como arcaico o literario, como so (que se usa sólo en expresiones que son en realidad locuciones prepositivas como so excusa deso color deso apariencia deso capa de, etcétera) o cabe (con el significado de «junto a»).
Otras palabras y expresiones pueden usarse con carácter prepositivo, como son exceptosalvoinclusomás y menos. Menos gramaticalizada está camino en expresiones como "voy camino Soria".
En consecuencia, el inventario de preposiciones es ésteaallendeanteaquendebajocabeconcontradedesde,duranteenentreexceptohaciahastamedianteparaporprosegúnsinsosobretrasversusvía.

Marcadores del discurso[editar código · editar]

Los marcadores del discurso, también llamados «enlaces extraoracionales» por Gili Gaya o Fuentes, o «conectores argumentativos», «extraoracionales», «procesadores textuales», etc., son «unidades lingüísticas invariables, no ejercen una función sintáctica en el marco de la predicación oracional —son, pues, elementos marginales— y poseen un cometido coincidente en el discurso: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se realizan en la comunicación» (Gramática descriptiva, p. 4.057).

Características[editar código · editar]

Samuel Gili Gaya señalaba ya algunas de las características propias de estas partículas:
  • a) Su vinculación a nociones externas a la predicación oracional.
  • b) Su carácter invariable.
  • c) La heterogeneidad de su entidad categorial: conjuncionesfrases conjuntivasinterjecciones, etc.
  • d) La versatilidad distribucional de muchos de ellos (ocupan la posición inicial, medial o final del miembro discursivo en el que comparecen).
  • e) Su peculiaridad significativa: contribuyen a establecer lo que el autor denomina coherencia, y alcanzan una pluralidad de valores semánticos en combinación, frecuentemente, con los rasgos suprasegmentales adecuados (laentonación, sobre todo).
  • f) Pueden asignarse a registros distintos (en unos casos son más propios del discurso escrito —sin embargono obstantepor consiguiente...— y en otros son más bien propios del discurso oral: puesasí que, etc.).
  • g) Llegan a constituir meros apoyos de la elocución o «muletillas» en el habla coloquial.
Que es invariable, puede verse en que no es lo mismo decir: «Lucía está lesionada y, por consiguiente, no puede jugar» que «Lucía está lesionada y, por este motivo, no puede jugar», ya que «por consiguiente» no desempeña función sintáctica alguna ni admite flexión (*por consiguientes) o complementos, como sí puede hacerlo «por este motivo», que admite plural o puede reformularse con complementos «hasta por estos pequeños motivos». En consecuencia, no puede decirse que «por este motivo» y expresiones semejantes sean verdaderos marcadores del discurso.
Ahora bien, los marcadores del discurso pueden aparecer desempeñando funciones sintácticas, pero ya no como marcadores del discurso: «Lo haré bien» / «Bien, lo haré». — «Lo haré en cualquier caso» / «En cualquier caso, lo haré». — «No tiene por qué responder así» / «Así, no tiene por qué responder». — «Lo dijo en una palabra» / «En una palabra, lo dijo».
Los marcadores del discurso se diferencian de las conjunciones en que no siempre se sitúan al principio del texto, sino que poseen una mayor movilidad, si bien muchos de ellos se sitúan allí obligatoriamente; por otra parte, no admiten negación, ni —entre sí— coordinación: *bueno y por tanto, aunque pueden coordinarse con sintagmas ubicados en inciso en el caso de que sean adverbios marcadores: «La cultura es además, y sobre todo, actualidad». «De hecho, y a pesar de que se verían infinidad de veces, nunca se referirían a aquel hecho sobrenatural».

Tipología[editar código · editar]

María Antonia Martín y José Portolés Lázaro distinguen cinco tipos de marcadores discursivos, cada uno con sus diversos subtipos: estructuradores de la información, conectores, reformuladores, operadores argumentativos y marcadores conversacionales.
  • A – Estructuradores de la información (comentadores, ordenadores de apertura, de continuidad y de cierre, digresores, comentadores).
  • B – Conectores (aditivos, consecutivos y contraargumentativo).
  • C – Reformuladores (explicativos, rectificativos, distanciadores, recapitulativos).
  • D – Operadores argumentativos (de refuerzo y concreción).
  • E – Marcadores conversacionales (epistémicos —de evidencia o bien orientadores de fuente— y deónticos, enfocadores de alteridad y metadiscursivos conversacionales).
Estructuradores de la información[editar código · editar]
Para desarrollar la información contenida en un discurso:
  • Comentadores, que «presentan un nuevo comentario»: pues (sin pausa después), pues bien (que asume lo anterior para lo que sigue) así las cosas (que no asume lo anterior para lo que sigue), dicho esto/eso, etc.
— ¿Conocía a Soleiro?
— ¿Un cojo que iba a Mondoñedo al mercado?
— El mismo. Pues se le apareció a su mujer en forma de cuervo.
  • Ordenadores, que «agrupan varios miembros como partes de un solo comentario; de uso más frecuente en el texto escrito que en el oral». Por lo general se basan en la numeración (primero... segundo), en el espacio (por un lado...por otro ladopor una parte... por otrade un lado... de otro) o en el tiempo (despuésluegoen finfinalmente,...). Algunos de ellos forman pares correlativos, incluso mixtos de espacio y número o tiempo.
    Hay de tres tipos:
    • Ordenadores que marcan apertura. Sirven para abrir una serie: en primer lugarprimeramentepor una partepor un ladode una partede un lado,...
    • Ordenadores que marcan continuidad. Indican que el miembro al que acompañan forma parte de una serie de la que no es el principio: en segundo/tercer/cuarto... lugarpor otra (parte)por otro (lado)por su partede otra (parte)de otro (lado)asimismoigualmentede igual forma/modo/maneraluegodespués,...
    • Ordenadores que marcan cierre. Señalan el fin de una serie discursiva: por últimoen último lugaren último términoen finpor finfinalmente.
      Algunos ordenadores, si van en incisos, se aproximan a los digresores, como es el caso de por otra partepor otro lado y por lo demás.
      «Por su parte» carece de marcador de apertura y no se encuentra totalmente gramaticalizado como tal.
      El marcador de cierre «por lo demás» jerarquiza su miembro como de menor importancia que los anteriores.
      «En parte» se repite en el discurso como marcador de apertura el primero y de continuidad el segundo.
      «De igual modo/forma/manera/suerte» están también poco gramaticalizados.
  • Digresores; «introducen un comentario lateral en relación con el tópico principal del discurso»: por ciertoa propósito,a todo esto (que introduce un miembro que pide información que en ese momento del discurso ya se debería conocer) y, menos gramaticalizados, dicho sea de pasodicho seaentre paréntesisotra cosa (que sirve para introducir otro tema sin ceder el turno de palabra), etc.
Conectores[editar código · editar]
Son «unos marcadores discursivos que vinculan semántica y pragmáticamente un miembro del discurso con otro anterior». A veces, el primer miembro puede ser situacional o contextual, implícito. Un niño puede mostrarle a otro su coche de juguete y decirle «Además, tiene sirena».
  • Conectores aditivos, que «unen a un miembro discursivo anterior otro con la misma orientación argumentativa», lo que permite inferir conclusiones que de otro modo no se alcanzarían. Hay de dos tipos:
    • Los que ordenan ambos miembros discursivos en la misma escala argumentativa (incluso —que indica que el argumento que sigue es más fuerte que el primero: por eso puede decirse: «Debemos llevar al niño al hospital. Tiene mucha fiebre e, incluso, ha comenzado a delirar», pero no *«Debemos llevar al niño al hospital, ha comenzado a delirar e, incluso, tiene mucha fiebre»—, inclusive y es más —que también potencia el argumento siguiente respecto al que precede—).
    • Los que no cumplen esta condición (ademásy encima —que presenta el miembro anterior como argumento suficiente para una conclusión determinada y, a diferencia de «además», puede incluir una conclusión opuesta: «Se te compra una cosa y, encima, lloras»—, aparte —propio de la lengua coloquial: «No iré a ver esa película. Es larga y aburrida. Aparte, he quedado para ir a la disco»—, por añadidura (que conecta con un miembro anterior y más frecuentemente con una serie anterior de ellos).
  • Conectores consecutivos, que «presentan el miembro del discurso en el que se encuentran como una consecuencia de un miembro anterior»: puesasí puespor tantopor consiguienteconsiguientemente,consecuentementepor ende y de ahí); en consecuencia y de resultas (donde el consecuente es un estado de cosas que se produce a partir de otro estado de cosas), asíentonces,...
  • Conectores contraargumentativos, que «vinculan dos miembros del discurso de tal modo que el segundo se presenta como supresor o atenuador de alguna conclusión que se pudiera obtener del primero»: en cambiopor el contrario e y por el contrario (que muestran contraste o contradicción entre los miembros vinculados), antes bien(cuyo miembro discursivo comenta el mismo tópico que el miembro anterior), sin embargono obstantecon todo,emperoahora bien y ahora (que introducen conclusiones contrarias a las esperadas de un primer miembro), y eso sí, que «muestra un miembro discursivo que atenúa la fuerza argumentativa del miembro anterior».
Reformuladores[editar código · editar]
Son «marcadores que presentan el miembro del discurso que introducen como una nueva formulación de un miembro anterior».
  • Reformuladores explicativoso seaes deciresto esa saberen otras palabrasen otros términosdicho con/en otros términos(dicho) con otras palabrasdicho de otra manera/modo/forma, etc.
  • Reformuladores rectificativos, que «sustituyen un primer miembro, que presentan como una formulación incorrecta, por otra que la corrige, o al menos la mejora»: mejor dichomejor aúnmás bien y digo —como inciso, menos gramaticalizado—, precedidos de «o» o «no».
  • Reformuladores de distanciamiento, que «presentan como no relevante un miembro del discurso anterior a aquel que los acoge. Con ellos no se pretende formular de nuevo lo antes dicho, sino mostrar la nueva formulación como aquella que ha de condicionar la prosecución del discurso, al tiempo que se priva de pertinencia el miembro discursivo que le precede»: en cualquier casoen todo casode todos modos/maneras/formasde cualquier modo/manera/forma(menos frecuentes), de cualquier suertede todas suertes (arcaicos),...
  • Reformuladores recapitulativos, que «presentan su miembro del discurso como una conclusión o recapitulación a partir de un miembro anterior o de una serie de ellos»: en sumaen conclusiónen resumenen síntesisen resoluciónen una palabraen dos palabrasen pocas palabras —que presentan el miembro como una condensación de miembros anteriores—; en resumidas cuentasen definitiva y a fin de cuentasen fintotal —que se usa de dos formas: sea para presentar la exposición antecedente como innecesariamente prolija, sea como operador discursivo para reformular miembros implícitos y reforzar como argumento el miembro discursivo que introduce—; al fin y al cabodespués de todo (que indican que el miembro en que se encuentran tiene más fuerza argumentativa que otros miembros anteriores antiorientados con él, como algunas veces también en realidad y en el fondo),...
Operadores argumentativos[editar código · editar]
Los operadores argumentativos «son aquellos marcadores que por su significado condicionan las posibilidades argumentativas del miembro del discurso en que se incluyen, pero sin relacionarlo con otro miembro anterior».
  • Operadores de refuerzo argumentativo, cuyo «significado consiste esencialmente en reforzar como argumento el miembro del discurso en el que se encuentran». De este modo, y al tiempo que se refuerza su argumento, se limitan los otros como desencadenantes de posibles conclusiones: en realidad —que distingue a otro argumento como «apariencia»—, en el fondo —que presenta a un argumento con mayor fuerza que otro meramente «posible»—, de hecho —que presenta a un argumento como un hecho cierto y por lo tanto con más fuerza que otro discutible o probable—, etc.
  • Operadores de concreción, que «presentan el miembro del discurso que los incluye como una concreción o ejemplo de una expresión más general»: por ejemploverbigraciaen concretoen particularpor caso.
Marcadores conversacionales[editar código · editar]
Estos se distinguen de los de la lengua escrita en que a su función «informativa» o «transaccional» suman otra función «interactiva» o «interaccional» orientada hacia el interlocutor. En la conversación hay, pues, que distinguir «modalidades» frente a «contenidos proposicionales» o, en la terminología de los llamados «actos de habla», la fuerza ilocutiva de los contenidos locutivos. Dos grandes tipos de modalidad establecen los autores:
  • La modalidad epistémica, «que se refiere a nociones que guardan relación: a) con la posibilidad o con la necesidad, b) con la evidencia, sobre todo a través de los sentidos; c) con lo oído decir o expresado por otros», etc.
    Sus marcadores son del tipo de en efectoclaropor lo visto...
  • La modalidad deóntica, «que incluye actitudes que tienen que ver con la voluntad o con lo afectivo».
    Sus marcadores son del tipo de buenobien...
  • De modalidad epistémica —que se usan en enunciados declarativos—.
    • Marcadores de evidencia (reforzadores de las aserciones «sí» o «no», y algunos tematizándolos con «que»):clarodesde luegopor supuestonaturalmente y sin duda —menos gramaticalizado, pues admite variantes comosin duda alguna / ninguna / de ningún género, etc.—. Otro grupo no puede hacerlo: en efectoefectivamente...
    • Marcadores orientativos sobre la fuente del mensaje (el hablante presenta el discurso como algo que refleja su propia opinión, o bien lo refiere como algo que ha oído decir, que conoce a través de otros y que transmite como una opinión ajena): por lo vistoal parecer, menos gramaticalizado y menos coloquial (tiene las variantes a mi pareceral parecer de unos y de otrossegún parecea lo que parece...).
  • De modalidad deóntica (reflejan actitudes del hablante relacionadas con la expresión de la voluntad (o de lo afectivo): estos marcadores indican si el hablante acepta, admite, consiente o no lo que se infiere del fragmento de discurso al que remiten; van separados por una pausa más marcada y pueden alternar con otros procedimientos expresivos: los verbos realizativos aceptoconsientoadmito, construcciones verbales del estilo de bien estáestá bienbueno está, etc.).
    Ejemplos: buenobienvalede acuerdoconformeperfectamentecabalmente, antiguo cabalito, y los hispanoamericanos definitivamente y okey. No son marcadores del discurso expresiones como «venga», «en absoluto», «ni hablar», etc.
    • Enfocadores de alteridad, que apuntan al oyente (hombremiraoyeoye, mira) o menos frecuentemente a ambos interlocutores (vamos) y sirven, sí, para comentar el fragmento del discurso al que remiten —para mostrar la actitud del hablante respecto de éste—, pero sobre todo para señalar el enfoque de las relaciones que mantiene el hablante con el oyente: amistosas, corteses, etc.
      Bueno —en un uso distinto al deóntico y al metadiscursivo, pues sólo sirve para reforzar la imagen positiva del hablante—, vamos, con uso similar y además para favorecer la comunión de los hablantes en el discurso, mira,mireoyeoiga. También se suelen usar formas verbales en segunda persona: vesverásescuchafíjatesabes,entiendes, que reflejan signos claros de gramaticalización, y expresiones como ¿no?¿verdad?¿eh?, etc. Por favor, en inciso, es también un marcador del discurso enfocador de la alteridad muy gramaticalizado.
    • Metadiscursivos conversacionales trazan el esfuerzo que realizan los hablantes para formular e ir organizando su discurso, como signos de puntuación para el descanso. Yabuenobieneheste —más frecuente en Hispanoamérica—.

Sintaxis[editar código · editar]

El español es una lengua con orden sintáctico básico SVO en oraciones transitivas, aunque existen verbos inergativos e inacusativos que suelen requerir órdenes diferentes:
Me gustan los helados (VS).
Pasaban muchos trenes (VS).
Obviamente el orden sintáctico se altera por lo general en oraciones interrogativas y exclamativas debido que el español requiere generalmente movimientos sintácticos para formar una interrogativa:
¿Devolvió Juan el libro? (VSO).
¿Qué libro devolvió Juan? (OVS).
En ese tipo de oraciones el sintagma complementante debe estar ocupado. En esas oraciones el verbo pasa a la posición del núcleo de dicho sintagma. Si se trata de una interrogativa parcial además el elemento por el cual se pregunta debe saltar a la posición de especificador del sintagma complementante.
En cuanto a la estructura de los sintagmas y, concretamente, al parámetro de posición del núcleo el núcleo sintáctico suele ir al principio, y así el verbo suele preceder al objeto no-pronominal, el determinante precede al nombre, el nombre precede a su complemento nominal, la preposición precede a su complemento obligatorio, etc. Además el español tiene concordancia de género y número, además de concordancia de polaridad en oraciones negativas.

Sintagmas o grupos[editar código · editar]

Como en todas las lenguas las oraciones pueden ser divididas en constituyentes sintácticos entre los cuales destacan lossintagmas, denominados en la Nueva Gramática de la Lengua Española (2009) grupos, cuyas propiedades combinatorias vienen dadas por el núcleo de dicho grupo (los otros constituyentes son los núcleos sintácticos, los complementos sintácticos y los adjuntos sintácticos). Los sintagmas o grupos son constituyentes que pueden funcionar como argumentos sintácticos requeridos por el verbo u otros elementos predicativos. Las funciones no las realizan las categorías, sino los sintagmas. Un sintagma puede estar constituido por una gran variedad de palabras de diferentes categorías.

Sintagmas o grupos determinante y cuantificador[editar código · editar]

El sintagma determinante es un tipo de sintagma encabezado por un actualizador o determinante. Se considera que el determinante es el núcleo porque es la parte del sintagma que no se puede omitir:
a. Cómete [la manzana]
b. Cómete[la]
c. *Cómete [manzana]
Aunque la gramática tradicional considera que el la de la oración (a) y la (b) no es el mismo, existen argumentos para sostener que dicho determinante definido es el mismo, en cambio la (c) que omite la no es correcta. Los sintagmas cuantificadores ("todos los días", "con todo mi amor", "cantidad de libros") pueden considerarse otro de sintagma similar al sintagma determinante, sometido a las restricciones similares de elisión:
a. Vinieron [todos mis amigos]
b. Vinieron [todos]
Determinantes[editar código · editar]
Los determinantes sitúan dan información deíctica o espeficifican el referente de un sintagma nominal situándolo en el espacio y en el tiempo, concretándolo (actualizadores) o bien miden el núcleo del sintagma nominal (cuantificadores).
Existen varios tipos de actualizadores: artículos (el /la / lo — los / lasLa niña); demostrativos (este / ese / aquel y sus respectivos femeninos y plurales: Aquellas casas); posesivos (de un solo posesor: mi, tu, su o de varios posesores:nuestrovuestrosu, más sus respectivos femeninos y plurales: Mi hermano).
Artículos[editar código · editar]
Hay tres tipos de artículos en el castellano, masculino (ellos), femenino (lalas) y neutro (lolos). La función primordial del artículo es demarcar el género de la palabra que preceden cuando ésta tiene género (la casael caballo), o en el caso de palabras que carecen de género se utiliza el artículo neutro (lo impensablelo triste). Sin embargo, en el caso de las palabras que comienzan fonéticamente con la vocal a acentuada, se preceden por el artículo masculino (el hambreel águilael agua) para evitar la cacofonía resultante del artículo femenino. Cuando el artículo singular masculino es precedido por la preposición a o de se produce una contracción (al nortesalinidad del agua). Los artículos con género también se utilizan antepuestos a adjetivos que modifican un sustantivo (la bella damael caluroso verano) o un verboinfinitivo (el andar, etc).
Los nombres propios, en general, no van precedidos por artículo (Juan, y no el Juan) salvo en los casos donde se produce elipsis (el Volga por el río Volga), aunque algunos regionalismos presentan la característica de anteponer artículos a nombres propios de personas.
El artículo también es omitido o no, dependiendo de varias razones, por ejemplo:
  • Se omite cuando un nombre común va precedido de un determinante demostrativo o posesivo (mi perrosu herencia).
  • Se presenta dependiendo de si se habla de algo determinado o no. En el caso de hablar de cosas definidas se incluye el artículo («Deme el dinero»: ambas personas saben sobre qué dinero se está hablando, la cantidad, etc.), mientras que cuando es algo indeterminado se omite el artículo («deme dinero»).
  • Se omite para los nombres comunes cuando se refiere a la persona o animal a la que se está dirigiendo la palabra («Crío, ¡tienes barro hasta la mejilla!» — «¿Qué haces, gato loco? ¡No arañes la silla!», etc).
Cuantificadores[editar código · editar]
Existen dos tipos de cuantificadores:
  • los que miden con precisión y exactitud o numerales, bien sean:
    • cardinales, que corresponden a la serie de los números reales (un-unadostrescuatro..),
    • ordinales, que expresan jerarquía (primer-asegundo-a tercero-acuarto-a...),
    • multiplicadores, que multiplican el núcleo del sintagma nominal (dobletriplecuádruple...),
    • divisores, que dividen el núcleo del sintagma nominal (medio-a),
    • distributivos, que reparten el núcleo del sintagma nominal (cadasendos).
  • Y los que miden con imprecisión la cantidad o la identidad del núcleo, denominados extensivos o indefinidos: mucho,pocoalgúncierto...: Muchas personas.
Otro tipo de determinantes corresponde a los llamados interrogativos y exclamativos (qué, cuánto, cuál...): «¿Qué zapatos?» — «¡Cuánta gente!».

Sintagma o grupo nominal[editar código · editar]

Un sintagma nominal es un grupo de palabras que, desempeñando alguna función sintáctica, tiene por núcleo un sustantivo, nombre, pronombre o vocablo sustantivado. En español los sintagmas nominales usualmente forman parte de un sintagma determinante o sintagma cuantificador
El coche verde de Pedro
[SD El [SN coche verde de Pedro]]
En español es muy rara la ocurrencia de un nombre común sin determinante, a menos que se trate de un sustantivo de materia (o nombre incontable) o un sustantivo en plural (denotando indefinición):
a. El niño quiere agua
b. No digas que no hay sillas, aquí hay una
En la oración (a) agua es un nombre incontable, tendría un ligeramente significado diferente el niño quiere el agua. En la orción b. sillas es un genérico, porque como indica la segunda parte de la oración el hablante está hablando de una sola silla.
En la gramática tradicional se llaman sintagmas nominales a los sintagmas o grupos determinantes y cuantificadores, auncuando está claro que los determinantes y cuantificadores van al principio (restricciones de orden) y suelen ser obligatorios a diferencia de otros complementos del nombre. Por lo que muchos autores consideran que en español es más correcto considerar que los sintagmas nominales son parte de un sintagma determinante o cuantificador.
Núcleo del sintagma o grupo nominal[editar código · editar]
Aunque usualmente el núcleo del sintagma nominal es sustantivo, también pueden desempeñar esta función pronombres(nosotroseso), adjetivos sustantivados («el rubio», «lo interesante»), infinitivos (cantar) o proposiciones subordinadas sustantivas («Espero que acabes pronto»).
Adyacentes del núcleo del sintagma o grupo nominal[editar código · editar]
El núcleo del grupo o sintagma nominal posee también complementos llamados adyacentes, generalmente sintagmas o grupos adjetivos que completan al núcleo antes o después(«gran novela policiaca»), pero que también pueden ser sintagmas o grupos nominales o meros sustantivos en función de aposición, esto es, inserciones de SN dentro de otro SN cuyo significado completan o precisan, bien entre comas (aposición explicativa) bien sin ellas (aposición especificativa): «Madrid, capital de España», «los montes Pirineos», «el río Ebro», «la calle Alarcos». También pueden considerarse adyacentes los sintagmas o grupos preposicionales en función de complemento del nombre («El libro de matemáticas», «pato a la naranja»). Asimismo, puede funcionar como adyacente en función de adyacente adjetivo toda una proposición subordinada de relativo o adjetiva: «El libro que me prestaste».

Sintagma o grupo verbal[editar código · editar]

El sintagma o grupo verbal (SV) tiene como núcleo a un verbo que concuerda en los morfemas de número y persona con el sintagma nominal sujeto. La concordancia se da siempre en morfema de número, pero unas pocas veces puede darse el llamado sujeto inclusivo, mediante el cual puede concordar una tercera persona con una primera: («Los españoles somos así»). El SV desempeña la función de predicado en sus distintos tipos (predicado verbalpredicado nominal opredicado mixto).
Al contrario que en otros idiomas, la diferencia entre lo esencial y permanente y lo accidental y transitorio se expresa mediante dos verbos copulativos: ser (semánticamente perfectivo) y estar (semánticamente imperfectivo). Por eso cuando en castellano se dice que «el cielo es nublado» se entiende que se trata del de un cuadro pintado, mientras que sidecimos que «el cielo está nublado» nos referimos al cielo propiamente dicho. Ser se usa además para formar la voz pasiva de procesoLas camas aún no han sido hechasEstar se usa, por el contrario, para formar la voz pasiva de estadoLas camas ya están hechas. Además, estar se usa con cierta frecuencia para formar perífrasis verbales:
—¿Qué estás haciendo?
Estoy viendo la tele.
El orden sintáctico más frecuente del español, en oraciones enunciativas sin focalización, es S+V+C (Sujeto, Verbo y Complementos), aunque la sintaxis no es muy rígida son posibles movimientos sintácticos que dan diferentes colocaciones que conllevan diferentes matices. La pasiva se forma con el verbo ser o estar más el participio pasado del verbo que se conjuga o con el morfema de pasiva refleja se más un verbo en tercera persona. Véase al respectoconstrucciones pasivas.
Componentes del sintagma o grupo verbal[editar código · editar]
El sintagma o grupo verbal en diátesis transitivas incluye además de una posición de núcleo verbal correspondiente a un verbo (en forma finita o no finita) algún complemento sintáctico. Ese commplemento suele aparecer en una posición adjunta al verbo (en el árbol sintáctico será un nodo hermano del núcleo verbal). El complemento sintáctico puede ser:
  • Un complemento directo inanimado que será un SN, un SD o un pronombre clítico (lo, la, los, las, me, te, nos, os).
  • Un complemento directo animando que será un SPrep. introducido por la preposición a o un pronombre clítico.
  • Un complemento indirecto que será un SPrep. introducido por a o un pronombre crítico (me, te, le, nos, os, les, se).
  • Un complemento de régimen introducido por un SPrep.
Un genuino complemento sintáctico es aquel que no puede ser omitido sin que resulte una oración agramatical o mal formada. Además del complemento sintáctico pueden aparecer "complementos" opcionales, que sintácticamente son adjuntos sintácticos, entre los cuales puede haber:
  • Complementos circunstanciales
  • Complemento agente
Nótese que aunque se usa el término "complemento" para estos en realidad son adjuntos sintácticos, que opcionalmente se podrían eliminar sin que resultara una oración agramatical.
Núcleo del SV[editar código · editar]
Cuando el núcleo del sintagma verbal (SV) es un verbo léxico finito (no un axiliar), existe un conjunto de circunstancias por las cuales dicho núcleo puede desplazarse a otra posición sintáctica por una operación de movimiento sintáctico del tipo muévase-α, tal como sucede en las oraciones interrogativas:
a. ¿Devolviói Juan Øi el libro?
b. :Juan devolvió el libro
Obsérvese que la estructura de la interragativa (a) es en todo análoga a la de interrrogativa (b) expcepto por el hecho de que el verbo aparece "dislocado" delante del sujeto y separado del su complemento el libro. El signo Øi denota una huella sintáctica dejada por el verbo en su movimiento, aunque dicha huella fonéticamente no se realiza su presencia se postula ya que tiene consecuencias sintácticas explicadas gracias a la postulación de que la huella a pesar de no pronunciarse existe de alguna manera en la estructura sintáctica.

Sintagma o grupo preposicional[editar código · editar]

El sintagma preposicional se da cuando hay una preposición más un sintagma como complemento (usualmente el complemento puede ser un SD, un SN, un pronombre o un verbo en infintivo). Por ejemplo:
[entre [los sauces llorones]].
[con [ellos]]
Sintácticamente los complementos preposicionales hacen de complementos del nombre (introducidos por la preposiciónde) como en (a), complementos del verbo como en (b) (c) y (d) o complementos del adjetivo (e):
a. [Casa [de madera]]
b. [Salvó [a María]]
c. [Jugaban [en el patio]]
d. [Creo [en el equipo]]
e. Es [digno [de admirar]
En la oración (b) el SPrep. hace la función de complemento directo, y cuando es de persona el español requiere que sea introducido por la preposición a una característica peculiar del español ausente en otras lenguas romances. En (c) el SPrep. es de hecho un complemento circunstancial de lugar, que técnicamente es adjunto sintáctico del SV ya que no es requerido obligatoriamente por el verbo (a diferencia de otros auténticos complementos). En (c) se tiene unacomplemento de régimen que introduce un argumento requerido por el verbo.
En español, el sintagma preposicional o SPrep. puede funcionar como sujeto excepcionalmente («Entre Pedro y Luis lo hicieron»), como complemento directo de persona, como complemento indirecto, como complemento de régimen osuplemento, como complemento agente, como complemento predicativo, como complemento circunstancial, como atributo y como complemento preposicional de un nombre (también llamado complemento del nombre o CN), de un adjetivo, de un adverbio o de una interjección.

Sintagma o grupo adjetivo[editar código · editar]

El sintagma adjetival (Sadj) puede funcionar como adyacente, como atributo y como complemento predicativo. El adjetivosólo formará un sintagma cuando sea atributo o complemento predicativo. Cuando realiza la función de adyacente no formará un sintagma adjetivo, formará parte del sintagma nominal.
El sintagma adjetivo puede ser muy sencillo y estar constituido sólo por el núcleo, o estar dotado de varios adyacentes, a los que, por tradición, llamaremos complementos del adjetivo; estos pueden ser algún adverbio que indique grado superlativo o comparativo, un complemento preposicional del adjetivo, etcétera.
Ejemplo:
María tiene los ojos azules.
Se ha comprado una camiseta azul marino.
La nena es bastante hábil con los ordenadores.
Federico es más bueno que el pan.
Los árabes, procedentes del norte de África, invadieron rápidamente la Península.

Sintagma o grupo adverbial[editar código · editar]

El sintagma adverbial (Sadv) puede funcionar como complemento circunstancial (a), como complemento de otro adverbio (b) y como complemento de un adjetivo (c):
a. Estuve descansando plácidamente
b. Lo hiciste muy bien
c. Juan es [medianamente responsable]

Sintagmas o grupos funcionales[editar código · editar]

Además de los sintagmas o grupos léxicos tradicionales tratados anteriormente (SN, SV, SP, SAdj, SAdv) existen sintagmas o grupos funcionales cuyo núcleo sintáctico no tiene un contenido léxico referencial únicamente sino rasgos gramaticales específicos. Entre ellos están el sintagma o grupo determinante y el sintagma o grupo cuantificador. Sin embargo, para dar cuenta de restricciones de orden y explicar tanto la estructura de las oraciones interrogativas, exclamativas y negativas, algunos autores han introducido otros sintagmas funcionales cuya estructura interna permite explicar los hechos. Entre las propuestas de sintagmas funcionales están el sintagma complementante, el sintagma de negación y el sintagma de tiempo.
Sintagma o grupo complementante[editar código · editar]
Este tipo de sintagma se requiere en español para explicar la estructura dislocada y en orden de constituyentes anómalos en oraciones interrogativas y exclamativas. Además el mismo sintagma permite explicar satisfactoriamente la estructura de las oraciones de relativo.
Sintagma o grupo de negación[editar código · editar]
Si bien tradicionalmente se consideró que la negación gramatical puede tratarse como un adverbio adjunto al verbo existen numerosos hechos sintácticos que no pueden ser explicados en este contexto. Por eso algunos autores introdujeron un sintagma de negación, que necesariamente debe estar ocupado por un elemento de polaridad negativa. Esto permite explicar tanto ciertas restricciones de orden como la concordancia de polaridad.
Sintagma o grupo de tiempo[editar código · editar]
En el caso del español las evidencias son menos claras que en lenguas como el inglés, aunque la existencia del sintagma de tiempo en español resulta claramente conveniente para explicar ciertas diferencias en el comportamiento los verbos conjugados tanto oraciones principales como subordinadas explícitas frente al comportamiento de oraciones subordinadas implícitas que contienen un verbo en infinitivo. La diferencia es que los primeros pueden ocupar el núcleo del sintagma de tiempo, mientras que los segundos sólo pueden estar en el núcleo del sintagma verbal. La hipótesis de la existencia del sintagma de tiempo permite explicar ciertos hechos sintácticos relacionados con los dos tipos de subordiandas. También el hecho de que en español sólo pueda haber una marca de tiempo en oraciones simples es explicable de manera trivial conjeturando que la única forma finita ocupa el núcleo del sintagma de tiempo. Como el español tiende a ser una lengua de núcleo inicial la forma finita, en posición de núcleo del sintagma de tiempo, aparece al principio como en las siguientes oraciones:
a. Juan siempre engañó a María sin que ella lo supiera
b. Juan siempre estuvo engañando a María sin que ella lo supiera
c. Juan siempre había estado engañando a María sin que ella lo supiera
d. Juan siempre pudo haber estado engañando a María sin que ella lo supiera

Concordancia[editar código · editar]

Se denomina concordancia a la coincidencia obligada por la gramática de una lengua, en este caso la del español, de determinados accidentes gramaticales (género, número y persona) entre distintos elementos variables de la oración. Se pueden distinguir tres tipos de concordancia: la nominal, la verbal y la de polaridad.

Concordancia nominal[editar código · editar]

Existe coincidencia de género y número:
  • Entre el sustantivo y el artículo o los adjetivos que lo acompañan: la blanca palomaesos libros viejos
  • Entre el pronombre y su antecedente o su consecuente: [A tus hijas]ilasi vi ayerLesi di tu teléfono [a los chicos]i
  • Entre el sujeto y el atributo, el complemento predicativo o el participio del verbo de la pasiva perifrásticaMi hijo es un santoElla se encontraba cansadaEsas casas fueron construidas a principios de siglo.
  • El adjetivo va en número plural cuando se refiere a dos o más sustantivos: "Sol, paisaje, llanura manchegos." "Explicaciones y libros difíciles"
  • El género masculino es el no marcado, así que se usa siempre para incluir el femenino en un grupo mixto. Por eso el adjetivo toma género masculino si dos sustantivos a los que se refiere son de género diferente: "Cabello y piel morenos", pero existen varias excepciones:
    • Si el adjetivo se antepone a los sustantivos, concuerda en general con el primero: Son esplendorosas las vistas y los cielos.
    • Si el adjetivo se pospone a los sustantivos, puede concordar con el último: Elegancia y donaire discretos.

Concordancia verbal[editar código · editar]

Es la coincidencia de número y persona establecida entre el verbo y su sujetoEsos cantan muy bien. Se da siempre en número, y casi siempre en persona, salvo en el caso del llamado sujeto inclusivoLos españoles somos así.
Reglas generales
  1. La coordinación de dos o más sustantivos o pronombres se realiza en singular, siempre que cada uno de ellos se refiera a un ente distinto, forma un grupo que concuerda en plural con el adjetivo o el pronombre, o con el verbo del que son sujeto: «Rehogar la cebolla y la zanahoria picadas durante quince minutos»; «El oxígeno, el hidrógeno y el carbono los proporciona el medio»; «La sal y el agua son gratis».
  2. La coordinación de dos o más sustantivos o pronombres de diferente género gramatical forma un grupo que concuerda en masculino con el adjetivo o con el pronombre: «Se fríen las rajitas junto con la cebolla y el ajo picados»; «Ahora la casa y el jardín eran otros».
  3. Si entre dos o más elementos coordinados figura un pronombre de segunda persona (y ninguno de primera), la concordancia con el verbo y con los demás pronombres se establece en segunda persona del plural o, en las zonas del mundo hispánico donde no se usa el pronombre vosotros, sino ustedes, en tercera persona del plural: «La niña y tú cobraréis lo que es vuestro»; «Murphy y tú son unos testigos peligrosísimos»; si hay un pronombre de primera persona, la concordancia se establece en primera persona del plural: «¿Te acuerdas de aquel día en que bailamos Chema, tú y yo?».
Existen numerosas excepciones a estas reglas, para las cuales es preciso consultar el Diccionario panhispánico de dudasde la Real Academia Española.

Concordancia entre pronombres relativos y antecedentes[editar código · editar]

Los pronombres relativos concuerdan con su antecedente en género y número, pero algunos de ellos carecen demorfemas de género y número en todo o en parte y pueden excluir a los antecedentes de "cosa" de la concordancia.
  • El pronombre relativo que no dispone de morfemas de género ni número y puede referirse a personas o cosas.
  • Quien/quienes solo posee morfema de número y se refiere solamente a personas, aunque en la lengua del Siglo de Oro, en Cervantes, por ejemplo, puede tener también antecedente de cosa.
  • El cual/La cual/Los cuales/Las cuales posee género y número y antecedente de cosa o persona.
  • Por otra parte, el pronombre relativo cuyo/cuya/cuyos/cuyas tiene además la función agregada de determinante posesivo de un sustantivo de la proposición subordinada adjetiva en la que aparece, con el cual concuerda en género y número, a diferencia de los demás pronombres relativos del español: "Todos los hombres cuya acreditación vencía hoy la renovaron".

Concordancia de polaridad[editar código · editar]

El español, como otras lenguas romances, y a diferencia de lenguas como las germánicas, posee concordancia de polaridad, llamada a veces "doble negación" o "negación permeable". Eso significa que cuando una oración es negativa, los pronombres indefinidos que aparezcan en ella deben tener polaridad negativa. A modo de ejemplo, podemos examinar las dos oraciones siguientes:
a. No pude hablar con nadie.
b. *No pude hablar con alguien.
La primera de ellas es correcta porque el indefinido nadie tiene polaridad negativa, mientras que la segunda es incorrecta porque alguien tiene polaridad positiva. Obsérvese que en una lengua como el alemán una traducción literal de a. sería incorrecta por ocurrencia de dos elementos negativos al mismo tiempo, por lo que, para expresar a, se recurre a algo similar a la oración b. El alemán, como otras lenguas germánicas, no admite ese tipo de doble negación presente en las lenguas románicas.

Orden de constituyentes[editar código · editar]

El orden usual en español en oraciones afirmativas sin énfasis es:
Sujeto + Verbo + Complementos
Pero el español permite gran libertad de movimientos sintácticos y construcciones alternativas marcadas que permiten alterar dicho orden con facilidad mediante funciones informativas como el tema, el rema, el tópico y el foco y sus distintas clases. También hay cambios en el orden de complementos verbales si alguno de estos viene representado por unpronombre proclítico.
Dentro de los sintagmas el orden es mucho más rígido y en general es del tipo:
Elemento rector (núcleo) + Elemento regido (complemento).
Es decir, el español es una lengua de núcleo inicial o regens ante rectum para la mayoría de sintagmas. Estilísticamente, cuando existen series de varios complementos de la misma categoría, es más comprensible y rítmicamente mejor ordenarlos de más corto a más extenso.
Desde un punto de vista semántico, H. Contreras (1976, traducido al español en 1978) ha determinado la siguiente jerarquía remática:
  • 1. Instrumento, adverbio de modo, adverbios fuertes (de tiempo o lugar).
  • 2. Destinatario.
  • 3. Complemento, locativo, temporal, referencia, beneficiario, identificador.
  • 4. Paciente.
  • 5. Agente, causa, poseedor, sensor.
  • 6. Adverbios débiles (de tiempo o de lugar).
Así pues, en la oración "el gato arañó al perro", el paciente (perro) es más remático que el agente (gato), y el perro es más temático que el gato. Por eso tal ordenación es más normal que la de "al perro (tema) lo arañó el gato (rema)". Basándose en ejemplos como "Empezó la resistencia", frente a "La resistencia fracasó", o "A María le parece que va a llover" junto a "María cree que va a llover", H. Contreras llega a la conclusión de que:
«La jerarquía remática está determinada por la estructura semántica de la oración. Esto explica que dos verbos intransitivos como empezar y fracasar impongan una distinta selección de rema a sus oraciones, y que dos verbos con diferentes propiedades sintácticas pero semejantes en cuanto a sus propiedades semánticas como creer y parecer den prioridad al mismo elemento semántico, a saber, la cláusula paciente.» (1978: 50).

Véase también[editar código · editar]

Referencia[editar código · editar]

  1. Volver arriba El morfema ex-, calificado usualmente como prefijo, es excepcional, porque para muchos hablantes parece ser tónico y no átono, como en "exmarido" (/eksmarído/, que algunos pronuncian /éks marído/, con dos acentos tónicos al modo de "natural-mente", "posible-mente", etc. Incluso es frecuente la lexicalización del prefijo, como en "mi ex" (mi expareja).
  2. ↑ Saltar a:a b «los números menores de cien pueden escribirse en una palabra»: «Hasta la Ortografía de la lengua española, publicada en diciembre del 2010, solo se escribían en una palabra los números inferiores al treinta, como dieciséis o veinticuatro, pero en esta obra la Asociación de Academias de la Lengua Española considera admisible aplicar esta misma norma a otros números cardinales inferiores al cien.» Fundéu. Consultado el 24 de noviembre de 2013.
  3. Volver arriba Diccionario del español usual en México, Colegio de México, 2006, ISBN 968-12-0704-1
  4. Volver arriba Diccionario Panhispánico de dudas de la RAE

Bibliografía[editar código · editar]

  • Real Academia Española (2003). Ortografía de la lengua española. Espasa Calpe, Madrid. ISBN 84-670-0076-7.
  • Emilio Alarcos Llorach (1999). Gramática de la lengua española. Real Academia Española — Espasa Calpe, Madrid.ISBN 84-239-7840-0.
  • Juan Alcina Franch y José Manuel Blecua (1998, 10.ª ed.). Gramática española. Ariel, Madrid. ISBN 84-344-8344-6.
  • Ignacio Bosque y Violeta Demonte (1999). Gramática descriptiva de la lengua española. Real Academia Española — Espasa Calpe, Madrid. ISBN 84-239-7917-2.
  • Salvador Fernández Ramírez (1985, 6 vols.). Gramática española. Arco Libros S. L., Madrid. ISBN 84-7635-005-8.
  • Manuel Seco (2005). Gramática esencial del español. Espasa Calpe, Madrid. ISBN 84-239-9206-3.
  • Andrés Bello (1847 - Ed. 1977). Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Sopena, Buenos Aires.
  • Rafael Cano (1988). El español a través de los tiempos. Arco Libros, Madrid.
  • Vicente García de Diego (1970). Gramática histórica española. Gredos, Madrid.
  • Rafael Lapesa (1980). Historia de la lengua española. Gredos, Madrid.
  • Ramón Melendez Pidal (1904 - Ed.1973). Manual de gramática histórica española. Espasa Calpe, Madrid.
  • Penny, Ralph. Gramática histórica del español. Ariel, Madrid. ISBN 84-344-8265-7.
  • Seco, Manuel. Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Espasa. ISBN 84-239-9425-2.